Ser En Libertad

Ser en libertad

La libertad es la capacidad de pensar ante cada

situación la decisión a tomar. La persona es libre porque

sólo a través de sus propias decisiones y acciones,

convicciones y conocimiento, logra una forma de ser

valiosa y un modo de vida digno. Todo hombre por

el sólo hecho de serlo es capaz, según su medio y

circunstancia, de tomar decisiones.

Gracias a la inteligencia y a la libertad, es que la

persona puede hacer una valoración y un juicio de sus

actos, mediante los tres aspectos que los integran:

• Físico. Abarca lo relacionado con el cuerpo

y sus instintos.

• Psíquico. Incluye los sentimientos y

emociones.

• Ético o moral. Implica la inteligencia y la

voluntad.

Los tres aspectos son de igual importancia y deben

ser armónicos, porque de esto depende la madurez

de la persona. Sin embargo, el aspecto ético o moral

es la base sobre la que descansan los aspectos físico

y psíquico, ya que por medio de la inteligencia la

persona analiza sus actos y por la voluntad mantiene

una actitud correcta, o en caso contrario, indica

cuál es la falla y cómo rectificar. Esto es necesario

para ser personas maduras, físicamente saludables,

mentalmente alertas, sensibles, amorosas, alegres,

auténticas, creativas y productivas.

Ser alguien

Los elementos esenciales de una persona son:

• Ser sustancia. Un ente que es en sí mismo,

se pertenece a sí y no a otro.

• Poseer individualidad. Corresponde sólo al

individuo y no puede dividirse sin ser destruido.

• Tener una naturaleza racional. La diferencia

entre la persona y otros seres es la razón,

que sólo es propia del hombre.

Supongamos que vamos por la calle y nos encontramos

con alguien, inmediatamente, nos damos cuenta de

que no estamos frente a un cuerpo en general, sino

que miramos a alguien, no algo, sino a alguien, en

estas dos palabras estriba una diferencia fundamental.

Objetivamente, vemos un cuerpo, pero a primera vista

sabemos que es más que eso. Inclusive, cuando se

trata de nosotros mismos, normalmente no miramos

nuestro cuerpo como podemos apreciarlo frente a un

espejo.

Mi cuerpo es el que mira, siente y se mueve, soy parte

de este mundo y mi relación con él no es desde los

sentidos, sino desde ese “algo más” que me hace ser

yo, es decir, mi intimidad. Por tanto, podemos afirmar

que la persona es intimidad

...