Sueño En Libertad
Enviado por itzelgarmed • 28 de Mayo de 2013 • 2.454 Palabras (10 Páginas) • 463 Visitas
Octavio Paz
Un poco sobre el autor…
Octavio Paz Lozano fue un poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano, Premio Nobel de Literatura de 1990. Se le considera uno de los más grandes escritores del siglo XX y uno de los grandes poetas hispanos de todos los tiempos.1 Su extensa obra abarcó géneros diversos, entre los que sobresalieron poemas, ensayos y traducciones.
Octavio Paz nació el 31 de marzo de 1914 en tiempo de la Revolución Mexicana. Fue criado en Mixcoac, una población cercana que ahora forma parte de la ciudad de México. Lo cuidaron su madre, Josefina Lozano, su tía Amalia Paz Solórzano y su abuelo paterno.
Este un soldado retirado de las fuerzas de Porfirio Díaz, intelectual liberal y novelista. Su padre, Octavio Paz Solórzano (1883-1936), el menor de siete hermanos, trabajó como escribano y abogado para Emiliano Zapata; estuvo involucrado en la reforma agraria que siguió a la Revolución, fue diputado y colaboró activamente en el movimiento vasconcelista.
Estudió en el Colegio Williams, ubicado en Benito Juárez, la preparatoria en el Colegio Francés Morelos (hoy Centro Universitario México) en la ciudad de México, y la licenciatura en las facultades de Derecho, Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de Mexico
En 1937, Paz fue invitado a España durante la guerra civil como miembro de la delegación mexicana al Congreso Antifascista, donde mostró su solidaridad con los republicanos, y donde conoció y trató a los poetas de la revista Hora de España, cuya ideología política y literaria influyó en su obra juvenil.
En 1943 recibió la Beca Guggenheim e inició sus estudios en la Universidad de California, Berkeley en los Estados Unidos. Dos años después comenzó a servir como diplomático mexicano, y fue destinado a Francia donde permaneció hasta 1951 y donde conoció a los surrealistas, que le influyeron, y colaboró en la revista Esprit.6 Durante esa estancia, en 1950, publicó El laberinto de la soledad, un innovador ensayo antropológico sobre los pensamientos y la identidad mexicanos.
Experimentación e inconformismo pueden ser dos de las palabras que mejor definen su labor poética. Con todo, Paz es un poeta difícil de encasillar. Ninguna de las etiquetas adjudicadas por los críticos encaja con su poesía: poeta neo modernista en sus comienzos; más tarde, poeta existencial; y, en ocasiones, poeta con tintes de surrealismo.
Ninguna etiqueta le cuadra y ninguna le sobra, aunque el mismo Paz reconoció que en su formación "fundamentales fueron los surrealistas, con quienes hice amistad en el año 46 o 47, que en esa época estaban más cerca de los libertarios".
En realidad, se trata de un poeta que no echó raíces en ningún movimiento porque siempre estuvo alerta ante los cambios que se iban produciendo en el campo de la poesía y siempre estuvo experimentando, de modo que su poesía, como toda poesía profunda, acabó por convertirse en una manifestación muy personal y original.
Además, se trata de un poeta de gran lirismo cuyos versos contienen imágenes de gran belleza. Después de la preocupación social, presente en sus primeros libros, comenzó a tratar temas de raíz existencial, como la soledad y la incomunicación. Una de las obsesiones más frecuentes en sus poemas es el deseo de huir del tiempo, lo que lo llevó a la creación de una poesía espacial cuyos poemas fueron bautizados por el propio autor con el nombre de topoemas
Esto es lo que significa poesía espacial: poesía opuesta a la típica poesía temporal y discursiva. Se trata de una poesía intelectual y minoritaria, casi metafísica, en la que además de signos lingüísticos se incluyen signos visuales.
En los topoemas, igual que ocurría en la poesía de los movimientos de vanguardia, se le da importancia al poder sugerente y expresivo de las imágenes plásticas. No cabe duda de que en la última poesía de Paz hay bastante esoterismo, pero, al margen de ello, toda su poesía anterior destaca por su lirismo y por el sentido de transubstanciación que el autor da a las palabras.
SUEÑO EN LIBERTAD
Este libro nos habla principalmente de la política, Octavio Paz se refiere a ella como “la maldita política” Una maldición que según él envilece inteligencias y encaja gusanos en la manzana de los afectos. A Octavio Paz nunca le entusiasmó la política, pero no podía ignorarla.
Sin embargo la relacionaba con el “mal” y esta idea del mal que tiene, que no es de justicia ni de orden subyace todas en sus meditaciones políticas. Todos tenemos una idea del mal distinta pero para Paz se refería precisamente a la política, desde ese momento se dice que es un liberal que ve al poder como una amenaza y nunca como una redención.
Su liberalismo en algunas ocasiones llega a tener toques de anarquismo, pues hay ciertas frases como “deberíamos de quemar todas las sillas y los tronos” lo que se entiende como un arranque un tanto zapatista.
Jamás puede bajarse la guardia frente al demonio cruel o seductor del poder. La larga reflexión de Octavio Paz por la historia y la política desemboca justamente en dos preguntas: ¿Somos el mal? ¿El mal está fuera y nosotros somos su instrumento, su herramienta?
La respuesta de Octavio Paz es que no, el afirma que el mal está dentro, en el centro de nuestra conciencia, en la raíz de la misma libertad.
“Ésta es la única lección que yo puedo deducir de este largo y sinuoso itinerario: luchar contra el mal es luchar contra nosotros mismos, y este es el sentido de la historia”
Por eso y a diferencia de muchos de los más brillantes hombres de su siglo, no se acercó jamás a la política como quien busca a Dios, como quien pretende encontrar por fin el bien, como quien cree que en la política están las respuestas esenciales de la vida.
Por supuesto, ese liberalismo en guardia permanente frente al mal no está solo, como no está sola ninguna palabra en Paz. Todo vocablo en su lengua invita a su contrario a aparearse con él, decir que Octavio Paz fue un liberal es una obviedad incompleta.
Evidentemente fue liberal, defendió tercamente la autonomía del individuo, denunció el despotismo en todos lados, criticó a todos los absolutos, pensaba en la historia como una caja de sorpresas.
Pero fue un liberal que hizo suyas muchas de las críticas al liberalismo, que vio como un templo a un tiempo admirable y terrible. “liberalismo romántico” lo llama Yvon Grenier, responsable de la composición de ésta analogía, en buena cápsula del pensamiento político de Paz.
Es cierto que no hay una doctrina política en estas páginas pero hay, sin duda, una densa y coherente meditación
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