TEORIA CRITICA DEL DESARROLLO

s deseable que la discusión de estas propuestas se realice con prontitud, para que su aplicación no pierda un sentido orgánico y se debilite el conjunto de recursos y modificaciones planteadas. Asimismo, en dicho análisis no debe perderse de vista que los esfuerzos no pueden dirigirse sólo a controlar el aumento de la delincuencia. Se requiere, además, disminuir drásticamente el número de delitos que se cometen. Pese a que las encuestas de victimización reflejan algunos avances en el último tiempo, la cantidad y magnitud de éstos ha llegado a un nivel que afecta profundamente la calidad de vida de la población, especialmente en los sectores de menores ingresos.

Un primer grupo de medidas está orientado a enfrentar la "puerta giratoria de la delincuencia", esto es, la constatación de que los delitos son mayoritariamente cometidos por reincidentes (estadísticas de Carabineros muestran que durante 2010 el 50% de los aprehendidos por robo registraba tres o más detenciones anteriores). Los cambios buscan asegurar un mayor control del cumplimiento de las penas en libertad, incorporando herramientas como el brazalete electrónico, y también imponer restricciones severas al otorgamiento de la libertad provisional, considerando siempre como un peligro para la sociedad a quienes sean formalizados por delitos de mayor gravedad.

También se plantea ampliar las facultades de la policía para realizar las primeras diligencias de la investigación, sin necesidad de contar con orden previa de las fiscalías, para enfrentar de manera más eficiente las actuaciones luego de los delitos.

Un segundo grupo de modificaciones aborda reformas para mejorar el resguardo del orden y la seguridad pública, aspecto que incide directamente en la sensación de inseguridad que hoy afecta a la ciudadanía. Es acertada aquí la prioridad otorgada a modificar la ley antiterrorista para facilitar la prevención y sanción de casos como los atentados explosivos ocurridos en los últimos años, cuya investigación recién ahora comienza a tener resultados significativos. También se plantea castigar más severamente a quienes protagonicen desórdenes y modificar la ley de violencia en los estadios para hacerla más eficaz en su aplicación.

Un último grupo de reformas busca reducir el consumo excesivo de alcohol y drogas, factores de gran incidencia en la comisión de delitos. Se plantea limitar el otorgamiento de licencias de conducir a jóvenes que hayan cometido delitos relacionados con ese consumo, así como el aumento de las penas por manejo en estado de ebriedad o bajo la influencia de las drogas. En este último caso, la propuesta es que en una primera infracción el castigo sea siempre la suspensión de la licencia por 18 meses y luego, en caso de reincidencia, se cancele el permiso de conducir.

Casi la totalidad de quienes han resultado electos como concejales,

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