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TEORIA DE LA REALIDAD


Enviado por   •  25 de Septiembre de 2014  •  14.130 Palabras (57 Páginas)  •  615 Visitas

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UNIVERSIDAD PRIVADA DE MOQUEGUA

“JOSE CARLOS MARIATEGUI”

ASIGNATURA:

TEORIA GENERAL

DEL PROCESO

TEMA : LA REALIDAD

ALUMNA:

MILAGROS LUCIA JARAMILLO QUISPE

IV CICLO

ABRIL 2,013

TEMA LA REALIDAD

Indice

1.- INTRODUCCIÓN 2

CAPITULO I

LA REALIDAD DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA CIENCIA

2.- LOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES A CONSIDERAR PARA ENTENDER LA REALIDAD

EL VACIO, LA NADA, EL INFINITO Y LA REALIDAD 4

3.- EL AZAR, LA NECESIDAD Y EL CAOS EN LA REALIDAD 7

4.- EL CAOS EN LA REALIDAD 9

5.- EL INFINITO 10

6.- EL CONCEPTO DE REALIDAD. 12

7.- LA REALIDAD ONTOLÓGICA Y LA REALIDAD METAFÍSICA 18

8.- SOBRE LOS MODELOS EPISTÉMICOS Y LA REALIDAD 20

9.- KANT Y LA REALIDAD 21

10.- EL MECANISMO MEDIANTE EL CUAL LA REALIDAD TOMA EXISTENCIA 21

11.- LAS REALIDADES ALTERNATIVAS O TERCIARIAS 23

12.- ¿PUEDE EXISTIR AMBIGUEDAD EN LA REALIDAD? 24

13.- LA REALIDAD EN EL SIGLO XXI 25

14.- CONCLUSIONES 27

CAPITULO II

LA REALIDAD Y EL DERECHO

15.- EL PRINCIPIO DE PRIMACÍA DE LA REALIDAD EN EL ORDENAMIENTO LABORAL PERUANO 29

16.- PRINCIPIOS LABORALES 30

17.- EL PRINCIPIO DE LA PRIMACIA DE LA REALIDAD EN LA LEGISLACION PERUANA 31

18.- COMENTARIOS FINALES 35

19.- BIBLIOGRAFIA 36

1. INTRODUCCION

¿QUE ES LA REALIDAD?

¿Podemos entender y estudiar la realidad, definida como todo lo que existe en el universo, sus leyes, sus principios, su historia? La gran dificultad que ha surgido siempre es que los seres humanos solamente la percibimos a través de nuestros sentidos y las ideas que desarrollamos en nuestra mente. Que los sentidos nos engañan se puede demostrar fácilmente: los colores no existen fuera de nuestra realidad, porque ellos son solamente una creación de nuestro cerebro, que traduce los estímulos luminosos que nos llegan en forma de ondas del espectro luminoso y solamente somos capaces de ver en las longitudes que vande los 350 a los 700 nanómetros. Esta limitante no debe impedirnos el análisis formal de la realidad, porque ninguna filosofía puede excluirse de tratar el tema, pues ninguna adquiere completitud si no define previamente ese concepto. Esta aseveración la hago desde lo que parecía un terreno distinto a la disquisición filosófica: la física, tanto la teórica como la experimental. Efectivamente, la mecánica cuántica introdujo en el siglo XX una nueva visión del cosmos al asentar las bases de la mecánica de las partículas atómicas. Nos cuestionamos qué es la realidad, si el principio de incertidumbre afecta los fenómenos que están más allá del átomo, como las estructuras complejas, entre las cuales la vida introduce nuevas preguntas y pocas respuestas. Por ejemplo, legítimamente podemos plantearnos si los objetos existen cuando no los percibimos o si cuando las observamos se crean universos paralelos.

Einstein, que se mostró preocupado por las implicaciones filosóficas de la mecánica cuántica, lo señaló muy bien en esta cita tomada de Ferris (1997):

“Las teorías físicas tratan de dar una imagen de la realidad y de establecer su relación con el amplio mundo de las impresiones sensoriales. Así, pues, la única justificación de nuestras estructuras mentales está en el grado y en la forma en que las teorías logren dicha relación”. (Einstein y Infeld, 1938)

Ahora, desde la filosofía podemos formular preguntas que son necesarias para, si logramos las respuestas, crear una teoría que una los hallazgos del filósofo con los del físico. Entre esas cuestiones tenemos:

¿Es la realidad física la misma que reproducimos en nuestra mente? Si no lo es, ¿en qué se diferencia?

¿Es verdad que el observador interfiere en la realidad por el hecho de observarla, como señala la mecánica cuántica y la física de partículas en sus modelos experimentales?

¿Si no existiera la mente conciente en el universo, la realidad del cosmos sería la misma? O radicalizando la misma pregunta: ¿Existe el universo sin el observador? O bien llevando el asunto a la metafísica: ¿Tendría algún sentido la existencia de una realidad o de un universo sin el observador?

Para Hawkins y Mlodlinow (2010), el universo puede ser explicado por las leyes de la física que conocemos hasta hoy y no necesitamos a Dios para esa tarea, con lo cual elimina a la divinidad de las ecuaciones físicas y matemáticas, ciencias que nunca, por lo demás, necesitaron a ningún dios que validara sus leyes.

Si las matemáticas permiten que existan universos paralelos y otras dimensiones fuera de las cuatro que conocemos en nuestro planeta y que las que son aún desconocidas las podemos medir, observar, cuantificar, manipular y estudiar matemáticamente, entonces no hay nada que impida en la ciencia conocida que existan realidades tan diferentes y de tal naturaleza que ni siquiera podemos imaginar.

La pregunta sobre qué es la realidad pareciera ser simple y de fácil respuesta, sin embargo ha sido un tema que viene desde los primeros filósofos griegos. En una primera revisión, la realidad es todo lo que podemos percibir, tocar, sentir a través de nuestro propio cuerpo. Pero al lado de esta apreciación surgen otras cuestiones, como ¿Hay alguna realidad en los sueños? Los enfermos mentales parecen experimentar una realidad distinta, con una lógica que no es la nuestra. El mundo que aparece cuando la persona consume drogas tampoco parece ajustarse a la realidad que tratamos de definir más arriba. Las ilusiones visuales obedecen a formas genéticas de ver que son tan estables que nos engañan una y otra vez, sin que podamos eludir su influjo. Entonces, la realidad no es fácil de definir en pocas palabras y debemos estar de acuerdo en que existen varias realidades, no solamente una. Pensemos en lo que vemos. Ni siquiera puedo comunicar a otra persona cómo es el color rojo que veo en una flor. Tampoco puedo explicárselo a un ciego ni siquiera empleando miles de palabras, porque la realidad del color es una experiencia personal en mi propia realidad, única e incomunicable. En cambio, en la realidad

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