Tema 2 La vida sensitiva
Enviado por gaizka • 2 de Marzo de 2013 • 5.743 Palabras (23 Páginas) • 954 Visitas
Tema 2 La vida sensitiva
Prof. Dr. D. Rafael Fayos Febrer Univ. CEU Cardenal Herrera
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Tema 2 La vida sensitiva
RESUMEN: en este tema se analiza la dimensión material del hombre. Partiendo del hecho ineludible
de que el hombre es un ser vivo, se analiza qué es la vida, sus tipos y las interpretaciones filosóficas
que se han dado de ella. En un segundo momento se profundiza en el conocimiento sensible del
hombre que dividimos en dos fases: sensación y percepción. Por último, nos detenemos en las
tendencias sensibles haciendo especial hincapié en los instintos.
ESQUEMA
2.1. Concepto y grados de vida
2.1.1. Definición de vida
2.1.2. Los grados de vida
2.1.3. APENDICE: El origen de la vida
2.2. El conocimiento sensitivo
2.2.1. ¿Qué es conocer?
2.2.2. La sensación
Definición de sensación
Los sensibles propios y los sensibles comunes
Leyes de la sensación
2.2.3. La percepción
Definición de percepción
Los sentidos internos
Función de los sentidos internos
2.3. Los apetitos sensitivos
2.3.1. Definición de apetitos
2.3.2. Tipos de apetitos
2.3.3. Los instintos en el hombre
BIBLIOGRAFÍA
JUAN MANUEL BURGOS, Antropología: una guía para la existencia, Palabra, Madrid, 2003, pp. 85-102.
RICARDO YEPES, JAVIER ARANGUREN, Fundamentos de antropología, EUNSA, Pamplona, 2006, pp. 21-33
RAMÓN LUCAS LUCAS, El hombre espíritu encarnado, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1998, pp. 29-118.
JOSEPH GEVAERT, El problema del hombre. Introducción a la antropología filosófica, Ediciones Sígueme,
Salamanca, 2003, pp. 154-165.
CARLOS VALVERDE, Antropología filosófica, Edicep, Valencia, 2002, pp. 143-156.
GUILLERMO BLANCO, Curso de Antropología Filosófica, Universidad Católica de Argentina, Buenos Aires
2004, pp.117-334.
ROGER VERNEAUX, Filosofía del hombre, Herder, Barcelona, 1975, pp. 17-88.
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2.1. Concepto y grados de vida
2.1.1. Definición de vida
El Prof. Ramón Lucas define la vida como movimiento inmanente autoperfeccionante1. Esta
definición requiere algún comentario. Para empezar Ramón Lucas entiende el movimiento no sólo
desde un punto de vista local (es cierto que casi todos los seres vivos se mueven de un lugar a otro),
sino además desde una perspectiva metafísica, es decir, el paso de la potencia al acto. Y a este
movimiento lo califica de inmanente, es decir, el ser vivo se mueve a sí mismo, y no es movido por
otro. Es además un movimiento que lo perfecciona. Veamos como lo explica él:
“Por ser vivo entendemos entonces un ser capaz de hacer pasar a sí mismo de la potencia la
acto. Moverse a sí mismo significa ejercita una acción que termina en el sujeto agente, y se
llama acción inmanente; se contrapone a la acción transitiva que termina en un objeto
distinto del sujeto a agente; la acción inmanente en el ser vivo es una acción que enriquece,
que perfecciona al mismo sujeto agente, y tenemos así una acción inmanente
autoperfeccionante.”2
La vida sería para Lucas una propiedad, característica o atributo que tienen los seres vivos
de carácter fundamentalmente dinámico, en dos sentidos: por un lado en cuanto movimiento (lo
dinámico es aquello que se mueve) y en segundo lugar como capacidades (dynamis en griego,
significa potencia, capacidad de un tipo de actividad específica) propias que no tiene la materia
inerte. Ese dinamismo se concretaría fundamentalmente en tres tipos de actividades: la nutrición, el
crecimiento y la reproducción.
Yepes Stork y Aranguren en sus Fundamentos de Antropología señalan una serie de
propiedades del ser vivo que coinciden en muchos aspectos con la definición de Lucas que acabamos
de comentar. Exponemos estas propiedades a continuación:
A) Todo ser vivo, como señala Lucas, se mueve a sí mismo, es decir, “lo vivo es aquello que
tiene dentro de sí mismo el principio de su movimiento”.3 Habría que completar esto
diciendo que es un modo de ser. Para el viviente “vivir es ser”.
B) La segunda propiedad del viviente es la unidad. Todo ser vivo lo es en la medida que se
mantiene su unidad. En cuanto se le divide deja de serlo. No ocurre lo mismo con los
seres inertes, que los podemos dividir, por ejemplo una piedra, y no dejan de ser lo que
son. En cuanto seccionamos una parte de un “viviente” del ponemos en peligro al
viviente en cuanto viviente.
C) Tercera característica la inmanencia. Para Romano Guardini ésta es uno de los rasgos
más importantes del viviente: “Aquí encuentro un ‘dentro’ y un ‘fuera’. Esto se revela en
la forma como se relacionan las partes u órganos anatómico-internos con los externos;
en los fenómenos de la sensibilidad y del movimiento; en el modo de vincularse los
procesos de la conciencia con los corporales, o las actividades internas psíquicas con las
más superficiales.” 4 Es decir, todo ser vivo, posee una interioridad, un centro o núcleo
interior, que origina y organiza toda la actividad del viviente y su relación con lo que no
es él, es decir, con la exterioridad.
1 Cfr. RAMÓN LUCAS LUCAS, El hombre espíritu encarnado, pp. 31-48.
2 RAMÓN LUCAS LUCAS, El hombre espíritu encarnado, pp. 33-34.
3 RICARDO YEPES STORK, JAVIER ARANGUREN, Fundamentos de antropología. Un ideal de excelencia humana, Eunsa, 2006, p. 22.
4 ROMANO GUARDINI, El Contraste. Ensayo de una filosofía de lo concreto viviente, BAC, Madrid, 1996, p. 68.
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D) Todo viviente supone el despliegue de una forma. Desde el inicio mismo de su existencia
hay un proyecto que tiende a realizarse con la mayor perfección posible y que no supone
el paso de una forma a otra sino la realización o el despliegue de una misma forma.5
E) La vida es cíclica. Está pautada por ritmos y ciclos que se repiten una y otra vez.
2.1.2. Los grados de vida.
La vida se expresa de manera multiforme y variada. En general suelen distinguirse tres
escalas o grados, de los más sencillos a los más complejos.
El primer grado es la vida vegetativa, caracterizada por el desarrollo de una forma a partir
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