Teoría del falsacionismo popperiano

“Teoría del falsacionismo popperiano”.

Cuando eres niño te inculcan decir siempre la verdad, esto es, según el Diccionario Porrúa: “Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas se forma la mente. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente”; sin embargo la mayoría de las veces uno crea su propia verdad sea ésta o no verifica; porque cada uno de los seres humanos tiene una concepción distinta de la realidad y es aquí donde la veracidad de las cosas se empiezan a enfrentar con una serie de refutaciones, donde el mismo hombre se empieza a empapar de mentira tras mentira y que en su mayoría no son sometidas a pruebas de veracidad simplemente se creen y ya.

Cuando crecemos perdemos la sensibilidad de preguntar, de indagar, de ir más allá de lo que se ve, muchos porque no todos, nos quedamos con lo que nos dan sin más opciones, luego entonces lo que la ciencia busca es siempre buscar más opciones, seguir adentrándose en un mundo que para algunos sigue siendo desconocido, siempre buscando ser mejor.

La ciencia está definida por el Diccionario Porrúa como el “conocimiento cierto de las cosas por sus principios o causas”. Y es así como una vez más volvemos a la veracidad de las cosas, que la ciencia da después de haber realizado toda una serie de pasos, que llevó a tomar una conclusión que la comunidad científica más tarde “comparte” con el resto de la sociedad.

Ha llegado el momento de mencionar a Karl Raimund (1902-1994) Popper, uno de los epistemólogos más importantes del siglo pasado, quien analiza las diferencias entre la metafísica y la ciencia, y busca un criterio de demarcación entre las mismas. El objetivo es distinguir claramente las proposiciones científicas de aquellas que no lo son. En su criterio de demarcación no establece la verdad o la mentira de una afirmación, sino si ésta ha de ser estudiada y discutida en el ámbito de la ciencia o, por el contrario, debe ser estudiado en el campo más condicional de la metafísica.

El filósofo vienés postula que el conocimiento científico avanza descartando leyes que contradicen la experiencia. A este proceso lo llama “falsación”. Donde la labor del científico consiste en criticar leyes y principios de la prodigiosa naturaleza, para reducir así el número de teorías compatibles con las observaciones experimentales.

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