Tipos De Respiracion
Enviado por barttttttttttt • 26 de Mayo de 2013 • 3.442 Palabras (14 Páginas) • 472 Visitas
Diagnósticos
El diagnostico de las diferentes lesiones en los traumatismos craneales se basa en:
Herida del cráneo.
Signos neurológicos persistentes o transitórios.
Salida de sangre o liquido cefalorraquideo (nariz u oido).
Basándonos en lo anterior podemos dividir a los TCE (fig. 1) en abiertos y cerrados. Los abiertos se consideran aquellos en que hay heridas epicraneanas y los cerrados a los que no las hay.
Los TCE abiertos a su vez pueden ser penetrantes (cuando hay duramadre abierta) o no penetrantes. Las heridas penetrantes pueden ser debido a armas de fuego o por armas blancas. Su tratamiento casi siempre es quirúrgico si hay objetos dentro del cráneo. Clínicamente se observa la presencia de un orificio de entrada y/o salida en el cráneo, pudiendo haber, o no, toma de la conciencia. Su pronóstico depende de las estructuras dañadas a su paso.
Los TCE cerrados se subdividen en TCE simple, conmoción, contusión, las fracturas craneales (las cuales pueden ser abiertas o cerradas) y la compresión cerebral.
Trauma craneal simple (TCS): Se diagnostica cuando ocurre un traumatismo craneal sin pérdida de la conciencia, acompañado o no de una herida epicraneal y/o cefaleas, también suele aparecer un chichón en el área del traumatismo. El examen neurológico es normal. Su recuperación es rápida y espontánea, lo más frecuente es que no presenten complicaciones, y no requiere de tratamiento específico.
Excoriación: Es la rozadura que sufren la piel y el tejido celular subcutáneo por un mecanismo casi siempre de arrastre.
Heridas hepicraneanas: Es la lesión de los tejidos que rodean el cráneo, este tipo de heridas se suturan (simple con puntos de mayo) y se les indica antibioticoterapia a estos pacientes, generalmente no se complican si no se asocian a otras lesiones. Estas lesiones producen sangramiento importantes que pueden llevar al paciente a un shock hipovolemico, con la presencia o no de cuerpos extraños y bacterias en la herida que pueden complicarla.
Hematoma subgaleal: Al producirse el traumatismo craneal puede ocurrir una ruptura de las venas de la galea produciendo un hematoma subgaleal, conocido como chichón. Estos chichones suelen ser dolorosos al encontrarse por debajo del periostio (hematoma subperiostico), si son muy grandes respetan las suturas craneales dando origen al signo de la morcilla. Estos hematomas se reabsorben espontáneamente en el transcurso de varios días, no se recomienda puncionarlos por el riesgo de contaminación séptica.
Conmoción cerebral (concusión): Manifestaciones clínicas de alteración postraumática inmediata de las funciones cerebrales. Las mismas van a estar dadas por perturbación de la conciencia generalmente reversible en un tiempo breve (pocos minutos). Se acompaña de perturbación de la memoria relacionada fundamentalmente con los sucesos anteriores y posteriores al trauma, reversible en las primeras 24 horas, no hay manifestaciones focales. Se caracteriza por la reversibilidad del cuadro sin aparición de manifestaciones neurológicas importantes, aunque suele asociarse con cefalea que puede hacerse intensa, pueden haber algún vómito, vértigos y cierto grado de confusión mental. En la actualidad se considera que la conmoción es provocada por una lesión axonal difusa de poca magnitud.
Conducta: Estos pacientes deben observarse por un periodo de 4 a 6 horas, pues esta lesión pueden ser la antesala de lesiones más graves como pueden ser los hematomas. Posterior a este periodo, si no hay alteraciones neurológicas y el paciente se siente mejor, se puede retirar a su casa siempre bajo la observación por alguna persona de la aparición de signos irritativos del SNC, o signos de focalización (descritos mas adelante).
Contusión cerebral: Hemorragia pequeña en la cresta de las circunvoluciones y la sustancia blanca subcortical, por ruptura de capilares y venas al producirse el impacto; formado en su centro por hemorragia y neuronas dañadas irreversiblemente, y en su periferia por neuronas isquemicas, gliosis astrocitica reactiva y edema. Sus manifestaciones clínicas de lesión del parénquima cerebral, lesión no penetrante, postraumática, visibles en la Tomografía Axial Computarizada (fig. 2), están dadas por pérdida de la conciencia, que puede durar horas o días. Se puede acompañar de signos deficitarios (signos de focalización) y/o irritativos del sistema nervioso, el cuadro es estable en el tiempo.
Esta lesión produce consecuentemente un edema cerebral el cual es mayor en la región de contragolpe que en la del punto del impacto directo. También puede asociarse a hemorragias cerebrales.
Signos deficitarios:
De movimiento: Hemiplejia, hemiparecia, paralisis de pares craneales, etc.
De los reflejos: Asimetría de reflejos osteotendinosos; aparición de reflejos anormales (Babinski).
Sensitivos: anestesias o parestesias de un hemicuerpo.
Funcionales: Afasia, sensitiva y/o motora., deterioro estable de la conciencia.
Signos irritativos:
Cefalea sin carácter progresivo.
Nauseas sin carácter progresivo.
Vómitos sin carácter progresivo.
Rigidez de nuca, por irritación meníngea.
Convulsiones por irritación cortical.
Agitación psicomotora.
Conducta: Los pacientes con este tipo de lesión requieren ingreso hospitalario en instituciones especializadas, pudiendo ser en una terapia intensiva (según el estado de estos) por un periodo de varios días. El tratamiento se basa fundamentalmente en medidas antiedema cerebral y en anticonvulsivantes fundamentalmente, dependiendo el tiempo de ingreso de la evolución del paciente; pudiendo requerir tratamiento quirúrgico si aumentan de volumen, en horas o días, lo que las hace que se le considere como un hematoma.
Fractura craneal: Es la pérdida de la continuidad del hueso. Pueden ser de la bóveda o de la base; y a su vez, las fracturas de la bóveda pueden ser: lineales, estrelladas o deprimidas. Su principal complicación es la infección.
En el caso de las fracturas lineales o estrelladas, puede comprometerse algún vaso sanguíneo que atraviese las meninges y formarse hematomas intracraneales, con sus consecuentes complicaciones.
Las fracturas deprimidas pueden lesionar estructuras intracraneales, y/o producir efecto de masa, lo que afecta su pronostico. Su tratamiento es quirúrgico (esquirlectomía y limpieza). Son de fácil diagnostico con los rayos x. Las fracturas deprimidas se operan si producen compresión cerebral, generalmente más de 5mm.
Fracturas de base de cráneo: Se producen a menudo por impacto en la región
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