Trabajo de filosofía

Trabajo de filosofía

“Falacias”

El término procede del latín “fallatia” que significa engaño, y lo empleamos como sinónimo de “sofisma”, palabra que acuñaron los griegos para designar el argumento engañoso. Por lo tanto denominamos falacia a toda forma de argumentación que encierran errores y persiguen fines espurios.

• Ejemplos de falacias

1. Falacia de ambigüedad: Se produce cuando en un mismo argumento se emplean palabras o frases en más de un sentido

Toda persona que ocasiona una herida a otra es un delincuente. Todo cirujano ocasiona heridas a otras personas, luego todo cirujano es un delincuente.

Confunde la acción de hacer daño intencionadamente con la acción que realiza un cirujano para curar enfermos.

2. Falacia de autoridad: Se alinean entre las artimañas que sirven para eludir la carga de la prueba, es decir, la obligación de aportar datos que sostengan nuestras afirmaciones

Debe ser bueno votar a Bush, porque lo apoya Julio Iglesias.

Da por hecho que es bueno dar un voto a Bush porque así lo hace una persona de “poder”, pero no se dan las razones que justifiquen porque Julio Iglesias lo hace.

3. Falacia Ad Baculum: Se refiere al intento de recurrir a la fuerza en lugar de dar razones

Escuche guardia, ya sé que me he saltado el stop, pero usted no sabe con quién está hablando.

La amenaza no se emplea literalmente, pero basta con señalar la posibilidad de que se produzcan consecuencias desagradables si el guarida no lo pasa por alto.

4. Falacia del consecuente: Se produce cuando en un argumento condicional se concluye el consecuente. Si A, entonces B. X es B. Luego X es A.

Si alguien toma cianuro se morirá. La abuela se ha muerto, luego se ha tomado cianuro.

El consecuente forma una condición necesaria, si la negamos podemos negar el antecedente: Si no se ha muerto es seguro que no ha tomado cianuro. Por el contrario, si la afirmamos no podemos extraer ninguna conclusión porque no es una condición suficiente: puede haber muerto de otras muchas maneras.

5. Falacia de falso dilema: Sucede cuando reducimos varias posibilidades a únicamente dos.

Cuenta una leyenda que el obispo de Alejandría pidió permiso para utilizar los libros de la famosa biblioteca que estaban incautados desde la invasión musulmana. El califa Omar respondió si el contenido de los libros estaba de acuerdo con la doctrina del Corán, eran inútiles, y si tenían algo en contra debían destruirse.

Se ve claramente que el argumento se reduce a dos posibilidades, que estén de acuerdo con la doctrina del Corán o que tengan algo en contra, pero también cabe un término medio: los libros no digan lo mismo que el Corán pero tampoco lo contrario.

6. Falacia de la Generalización

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