Tres significados de la ética

En 1982, William Broad y Nicholas Wade publicaron un libro titulado Traidores a la Verdad: Fraude y engaño en los Salones de la Ciencia, que trajo el tema de la ética en la ciencia a la atención pública (Broad y Wade 1982). Desde entonces, mucho se ha escrito sobre la ética científica, incluyendo un informe de dos volúmenes por la Academia Nacional de Ciencias (Panel de Responsabilidad Ciencia y la Aplicación de la Investigación 1992, 1993). Si bien la mayor parte del público se ha dirigido a los incidentes de la mala conducta científica en las ciencias biomédicas, algunos autores han comenzado a estudiar la ética en las ciencias físicas (Dyson 1993; Coppola y Smith 1996; Kovac 1996, 1998, 1999, 2000, 2001; Coppola, 2000). En este capítulo, esbozo una teoría de la ética científica basado en dos suposiciones. En primer lugar, la ética científica es un subconjunto de la ética profesional, las reglas especiales de conducta que deben ser seguidas por las personas que participan en una de las actividades tradicionalmente denominadas profesiones (Callahan 1988). Por lo tanto, la comprensión de la ética científica requiere entender la ciencia como una profesión (Davis 1998). En segundo lugar, la ética es una parte integral de la ciencia Las cuestiones éticas surgen como una parte natural de la práctica interna del día a día de la ciencia y en la relación entre ciencia y sociedad. En un nivel más profundo, argumentaré que la epistemología y la ética están tan fuertemente interconectadas que la racionalidad científica depende de la consideración moral de los científicos. Puesto que soy un químico, cuya investigación científica se encuentra en la interfaz de la física y la química, mi atención se centrará en las ciencias físicas, especialmente la química. Evidentemente, es imposible desarrollar plenamente una teoría de la ética profesional en un breve capítulo. Mi objetivo es esbozar las líneas generales de dicha teoría plantear lo que creo que son los temas más importantes y proporcionando un análisis preliminar de cada uno.

Tres significados de la ética

Para empezar, hay que distinguir entre los tres usos de la palabra "ética". La primera y más común de significado es la moral ordinaria o común, las normas más o menos universales de comportamiento que esperamos que cada persona racional obedezca. Las normas de la moral ordinaria son tan ampliamente compartidas que forman un consenso social estable (Bok 1995, Beauchamp y Childress, 2001). La moral ordinaria puede resumirse en términos de principios morales fundamentales que expresan los valores generales que yacen bajo las normas más específicas que rigen el comportamiento. Estos principios morales son el respeto por la autonomía, no maleficencia (no causar daño), la beneficencia (proporcionar beneficios) y la justicia (justa distribución de bienes y servicios), entre

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