CASO DE ÉTICA No. 4 "TRES VIDAS"
Enviado por pinocho • 3 de Diciembre de 2014 • Informe • 1.349 Palabras (6 Páginas) • 344 Visitas
CASO DE ÉTICA No. 4 "TRES VIDAS"
Hoy se recibe Javo de licenciado en administración; cuando lo conocí era solo un chamaco de apenas 17 años sin rumbo en la vida... parece que fue ayer. Hoy Javo tiene 40 años, dos hijos en un matrimonio estable y es gerente de ventas.
Cuando lo conocí era un mensajero atolondrado, sin miedo a nada y sin un proyecto definido. Supe que venía de un barrio bravo y que su padre era zapatero. Platicando con Javo me di cuenta que su padre había sido alcohólico, y aún cuando había superado el vicio, las consecuencias eran notorias en la calidad de vida de su familia. Javo tenía siete hermanos y todos tuvieron que trabajar desde chicos, pues lo que ganaba el padre no les alcanzaba.
A Javo lo conocí por Pepe, el contador en la empresa.
Requeríamos un mensajero para el área de ventas y Pepe sabía que Javo necesitaba una chambita para poder ayudar en su casa. Después de entrevistar a Javo le di una oportunidad y entró a trabajar con muchas ganas.
Uno de los primeros servicios que le pedí fue que entregara un pedido urgente; confié en él porque me aseguró que sabía manejar.
Cuando un par de años más tarde me había cambiado de trabajo y necesité otro mensajero, le hablé de nuevo a Pepe pues su primera recomendación me había servido de mucho.
Pepe me recomendó ahora a Mauricio.
El nuevo mensajero resultó ser amigo de Javo, eran vecinos de colonia y habían crecido juntos. Pese a su origen común, poco a poco conocí algunas diferencias importantes. Por ejemplo, Mauricio solía animar los lunes con historias de fiestas que él había transformado en trifulcas cualquier fin de semana. Javo en cambio había dejado atrás los ambientes de violencia. Era curioso que la vida hubiera puesto a dos amigos trabajando conmigo en actividades similares pero en lugares diferentes.
Hoy me pregunto, a 20 años de distancia, qué hace que unos prosperen y otros no. En ese entonces conocía a tres personas que vivían en un medio social similar, y luchaban por hacerse de un lugar en la vida. Tenían sus diferencias, claro, pues cuando me presentaron a Pepe él ya era licenciado en contabilidad, mientras que Javo y Mauricio eran apenas dos chamacos que todavía iban y venían por la adolescencia. Hoy Pepe está muerto. Mauricio ha estado varias veces en la cárcel, y supe que lo abandonó su esposa por maltrato. En este momento Javo ya ha hecho su protesta como licenciado.
A Mauricio, al igual que a Javo, hubo que mandarlo a clases de manejo.
Al igual que a Javo se le insistió en que hicieran la preparatoria.
A Javo le costó mucho trabajo, pues no era muy dado al estudio, pero me consta que su empeño dio buenos frutos y pudo terminar la prepa abierta.
Mauricio, aunque más listo, estaba menos dispuesto al estudio, y cuando lo mandaba a la escuela, me enteraba que no iba, y que el tiempo que le daba lo empleaba en vagar en la colonia.
Al pasar el tiempo ambos crecieron y se enamoraron de unas chicas.
Mauricio se casó primero y Javo un año después.
Recuerdo que poco antes de su boda, Javo me aseguró que algún día terminaría una carrera y sería un buen ejemplo para sus hijos. De manera que no me sorprendí cuando Javo decidió probar fortuna y se fue a trabajar a otra empresa; por tener habilidad para las relaciones públicas y ser muy amiguero se fue haciendo camino.
En algún momento terminó como vendedor con una camioneta de reparto a su cargo. La camioneta le era cargada en la mañana y él iba de tienda en tienda colocando producto.
Mauricio siguió conmigo.
Él era muy amiguero y con bromas se ganaba la estima de sus jefes; sin embargo, conforme tomaba confianza, iba haciendo su trabajo con menor puntualidad, sobre todo los lunes.
Una de sus nuevas funciones era recoger la nómina en día de pago.
Un día lo asaltaron después de cobrar la nómina en el banco.
Llegó
...