ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Tus Zonas Erroneas


Enviado por   •  26 de Junio de 2015  •  7.406 Palabras (30 Páginas)  •  259 Visitas

Página 1 de 30

TUS ZONAS ERRÓNEAS

W. Dyer

CAPÍTULO VI. EXPLORANDO LO CONOCIDO

Sólo los inseguros ansían la seguridad

Puede que seas un experto de la seguridad, un individuo que evita lo desconocido en aras de saber siempre dónde va y qué puede esperar al llegar allí. La educación en nuestra sociedad tiende a entrenarnos desde muy temprana edad para que seamos cautelosos estimulando la prudencia y la precaución a expensas de la curiosidad; la seguridad a expensas de la aventura. Evita lo dudoso, permanece en las áreas que conoces; no te aventures jamás en lo desconocido. Estos mensajes tempranos pueden convertirse en barreras psicológicas que entorpecen de mil maneras diferentes tu realización personal y tu felicidad en los momentos presentes.

Albert Einstein, un hombre que dedicó su vida a la exploración de lo desconocido, dijo en un artículo titulado "Lo que yo creo" en Forum (octubre 1930).

La experiencia más hermosa es la de lo misterioso. Ésa es la verdadera fuente de todo arte y toda ciencia.

Podía también haber dicho que es la fuente de todo crecimiento, animación y estímulo. Pero demasiada gente identifica lo desconocido con el peligro. Piensan que el propósito de la vida es ir siempre a lo seguro y saber siempre dónde van. Sólo los temerarios se arriesgan a explorar las áreas borrosas de la vida, y cuando lo hacen, acaban muy sorprendidos, heridos y lo que es peor, mal preparados. Cuando de pequeño eras miembro de las Brigadas de Exploradores (Scouts) te decían "tienes que estar preparado". Pero ¿cómo puedes prepararte para lo desconocido? ¡Obviamente no puedes hacerlo! o sea, que evítalo y así nunca acabarás pegándote un chasco. Anda a lo seguro, no corras riesgos, sigue los caminos trazados en el mapa, aunque sea aburrido.

Puede que te estés empezando a aburrir de tanta seguridad, de saber cómo será cada día aun antes de que lo vivas. No puedes crecer y desarrollarte si sabes las contestaciones antes de que siquiera te hayan hecho las preguntas.

Probablemente los tiempos que más recuerdas son aquellos en los que estabas espontáneamente vivo, haciendo lo que querías, y esperando con una deliciosa anticipación lo que pudiera haber de misterioso en el futuro.

Durante toda nuestra vida, escuchamos los mensajes culturales de la seguridad. Empiezan en la familia y luego los educadores los refuerzan. El niño aprende a evitar todo lo que sea experimentación y la sociedad le apoya en todo lo que pueda hacer para evitar lo desconocido. No te pierdas. Conoce las respuestas apropiadas. Quédate con la gente como tú. Si todavía sigues aferrado a estos incentivos de seguridad, piensa que ha llegado el momento de liberarte de ellos. Desecha la idea de que no puedes intentar nuevas y dudosas maneras de comportarte. Puedes si eliges hacerlo. Empieza con la comprensión de los reflejos condicionados que te sirven para evitar nuevas experiencias.

APERTURA A LAS NUEVAS EXPERIENCIAS

Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades. Toda la gama de la experiencia humana es tuya y puedes disfrutarla si decides aventurarte en territorios que no te ofrecen garantías. Piensa en las personas que son consideradas como genios y que fueron espectacularmente eficientes y positivas durante su vida. No eran personas que sólo podían hacer bien una cosa. No eran de los que evitan lo desconocido. Benjamín Franklin, Ludwing van Beethoven, Leonardo da Vinci, Jesucristo, Albert Einstein, Galileo, Bertrand Russell, George Bernard Shaw, Winston Churchill, estos y muchos como ellos fueron pioneros que se aventuraron en nuevos e inciertos territorios.

Eran personas como tú, apartadas de los demás mortales sólo porque estaban dispuestos a atravesar áreas donde los demás no se atrevían a poner el pie. Albert Schweitzer, otro hombre del renacimiento, dijo una vez: "Nada de lo humano me es extraño". Puedes mirarte a ti mismo con ojos nuevos y abrirte a nuevas experiencias que nunca llegaste a pensar que podrían estar dentro de tus posibilidades como ser humano, o puedes seguir haciendo las mismas cosas, de la misma manera, hasta que te entierren. Es un hecho que los grandes hombres no recuerdan a ningún otro, no hacen pensar en ningún otro, y su grandeza generalmente es perceptible por la calidad de sus exploraciones y por la temeridad con que exploraron lo desconocido.

El abrirte a nuevas experiencias implica abandonar totalmente la noción de que es mejor tolerar lo que nos es familiar que trabajar para cambiarlo porque el cambio está cargado de inseguridades. Quizás hayas adoptado la postura de que el ser (tú mismo) es frágil, y que es fácil que se rompa si penetra en áreas en las que nunca ha estado antes. Éste es uno de tantos mitos. Tienes la fuerza de un coloso. No te vas a desmoronar o deshacer si te encuentras con algo nuevo. De hecho tienes mejores posibilidades de evitar colapsos psicológicos si eliminas parte de la rutina cotidiana de tu vida. El aburrimiento es debilitante y malsano psicológicamente. Una vez que pierdes interés en la vida no será difícil quebrantarte. No sufrirás ese mitológico colapso nervioso si le agregas a tu vida el condimento de la incertidumbre.

También puede que hayas adoptado la mentalidad de "si es algo fuera de lo común tengo que evitarlo,", que inhibe tu disponibilidad ante nuevas experiencias. De ese modo, cuando ves a unos sordos usando su lenguaje de señas para conversar, los mirarás con curiosidad pero no tratarás de hablar con ellos. Igualmente, cuando te encuentras con gente que habla un idioma extranjero, en vez de hacer lo posible y tratar de comunicarte con ellos de alguna manera, lo más probable es que te alejes de ellos y evites la gran incógnita que significa la comunicación en un idioma que no es el tuyo. Hay un sinfín de actividades y de gente que son consideradas tabú simplemente porque se desconoce lo que son. Así, los homosexuales, los travestís, los minusválidos, los retardados, los nudistas, están dentro de la categoría de lo oscuro. Tú no estás muy seguro de cómo hay que comportarse con ellos y por ello evitas su trato.

Quizá también pienses que siempre tienes que tener una razón para hacer algo; si no, ¿qué sentido tiene hacerlo? Puedes hacer cualquier cosa simplemente porque quieres hacerla y por ningún otro motivo. No necesitas tener un motivo o una razón para hacer lo que quieras hacer. El buscar motivos para todo es el tipo de pensamiento que te aleja de las experiencias nuevas y estimulantes. Cuando eras niño, podías jugar con un saltamontes una hora entera sin más motivo que tu placer. Podías subir un cerro

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (44 Kb)
Leer 29 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com