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TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2013  •  4.592 Palabras (19 Páginas)  •  290 Visitas

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INDICE

1. Los Prejuicios que pueden impedir a los hombres el encadenamiento de las cosas

2. La naturaleza no tiene fin prefijado

3. Nociones para explicar la naturaleza de las cosas

4. La naturaleza humana

5. Argumentos contra nosotros

1. Los Prejuicios que pueden impedir a los hombre el encadenamiento de las cosas

Un solo prejuicio, da origen a todos los demás, y es, el que los hombres creen, que todas las cosas de la naturaleza, fueron creadas para un fin determinado. Afirmando que el hombre ha sido creado por Dios para que le rinda culto. Veamos la causa de este prejuicio; todos los hombres nacen ignorantes de todas las causas de las cosas y buscan los beneficios de lo que les es útil, primero: los hombres se imaginan ser libres, y ni soñando piensan en las causas, que quieren, porque las ignoran. Segundo, que los hombres actúan siempre, a sacarle provecho a las cosas, lo que demuestra que solo desean saber el fin de las cosas, y consideran todas las cosas de la naturaleza como se fuesen medios para conseguir todo lo que les es útil. todos los hombres afirman que Dios es muy bondadoso y que siempre los perdona rindiéndole culto a su propia manera, para que les diera las cosas de la naturaleza, para su propio beneficio, por lo que este prejuicio se ha convertido en superstición, por lo que se han esforzado en entender las causas finales de todas las cosas. Al pretender mostrar que la naturaleza no hace nada en vano, no han mostrado otra cosa, sino que la naturaleza y los dioses deliran lo mismo que los hombres. Y afirman, como cosa cierta, que los juicios de los Dioses superan con mucho a la capacidad humana. Que se toma como afirmación, que la verdad permanecerá eternamente oculta para el hombre. Si la matemática, que trata no sobre los fines, sino sobre las propiedades de las figuras, han mostrado a los hombres otra verdad, y además de la naturaleza, pueden también señalarse otras causas responsables de que los hombres, se dieran cuenta de estos vulgares prejuicios y reconocieran el verdadero conocimiento de las cosas.

2. La naturaleza no tiene fin prefijado.

Todas las causas finales son fantasías del hombre, las cosas de la naturaleza suceden con una necesidad eterna y una suprema perfección. Esta doctrina acerca del fin trastorna por completo la naturaleza, pues considera como efecto lo que es en realidad causa, cambia en imperfecto lo que lo que es perfecto. El efecto producido inmediatamente por Dios es el más perfecto. Si, las cosas inmediatamente producidas por Dios hubieran sido hechas para que Dios alcanzara su fin propio, entonces las últimas por cuya causa se han hecho las anteriores, serian necesariamente las más perfectas de todas. Esta doctrina priva de perfección a Dios, pues si Dios actúa, con vistas a un fin es que desea algo de lo que no tiene.

3. Nociones para explicar la naturaleza de las cosas

Cuando los hombres se han convencido, de que todo lo que ocurre es por causa de ellos consideran lo esencial de las cosas según le sirven, y considerar aquellas nociones de las cosas que le representan el menor peligro, con estas nociones, tratan de explicar la naturaleza de las cosas como el bien y el mal, calor, frío, belleza, fealdad. El bien lo entienden como todo lo relacionado con la salud y el culto a Dios, y el mal lo opuesto a todo esto. Y como todos aquellos, que no razonan las cosas, sino que solo las imaginan, y aseguran que en la naturaleza hay un orden prestablecido, ignorando su propia naturaleza y la naturaleza de las cosas. Afirmando que las cosas cuando se ven bien ordenadas, se pueden recordar fácilmente, prefiriendo el orden a la confusión. Asegurando, que Dios ha creado todo según un orden preestablecido, para que el hombre lo imagine fácilmente. Y no se da cuenta el hombre, que existen muchos obstáculos, que sobrepasan nuestra imaginación, y otras cosas, que por la debilidad de la mente, la confunden.

4. La naturaleza humana

El hombre, aprecia a las cosas según la constitución de su cerebro, o sea su forma de pensar. Por ello, han aparecido tantas doctrinas de pensamiento. Por eso, es tan diferente la mente humana. Para algunas mentes ciertas cosas las ven bonitas, y esas mismas cosas otras mentes las ven feas, y otras cosas las ven buenas, y esas mismas cosas otras mentes las ven buena, y así, sucesivamente hasta el infinito. Esto demuestra que cada quien aprecia las cosas según la constitución de su cerebro, y solo, las imagina y no las entiende, pues si las entendiera utilizando la matemática, a todos les convendría, aunque no todos entenderían.

5. Argumentos contra nosotros

La gente común y corriente, sólo imagina la naturaleza de las cosas y argumenta; si Dios crea una naturaleza perfecta, ¿por qué hay tantas cosas malas? y esto se refuta así : las cosas incluyendo el hombre, son hechas por el poder infinito de Dios, en forma perfecta, sin que le falte nada y sin considerar si le va a ser útil al hombre, o no, o si le va gustar, o, si va a ser buena o mala.

HISTORIA ¿PARA QUÉ?

Arriaga Mojica Rodolfo

19/oct/2013

HISTORIA ¿PARA QUE?

La pregunta ¿historia para qué? pone, a discusión la utilidad del conocimiento histórico. Hay diferentes ángulos de ver la legitimidad de la historia, unos son los criterios del saber histórico que prueba su legitimidad teórica, y otros su función de utilidad al conocimiento. Bloch, dice “el problema de la utilidad de la historia, en sentido estricto, en el sentido pragmático de la palabra útil, no se confunde con el de su legitimidad, propiamente intelectual”. No siempre se mantienen, con exactitud los límites entre legitimidad y utilidad, un ejemplo se tiene en la guerra del Peloponeso, Tucidides dice, que escribe la historia para que conozcan la verdad de lo que pasó en la

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