Unidad 3. La Filosofía de la Educación en Roma y en la Edad Media
Enviado por nabato72 • 22 de Abril de 2016 • Trabajo • 1.230 Palabras (5 Páginas) • 1.495 Visitas
Unidad 3. La Filosofía de la Educación en Roma y en la Edad Media
[pic 1] Actividad de aprendizaje 4
San Agustín
[pic 2]
[André Thévet Portrait de Saint Augustin]. Tomada de: |
Para que reconozcas el pensamiento de San Agustín, lee los siguientes textos:
• Nicola Abbagnano y A. Visalberghi, Historia de la Pedagogía, p. 142-149.
• María de los Ángeles Galino, “Los temas de la educación en los textos agustinianos”, en Historia de la educación. Edades Antigua y Media p. 391-404.
• Ramón Xirau, Introducción a la historia dela filosofía, p. 128-142.
Posteriormente responde a los siguientes cuestionamientos:
a) ¿Por qué sostiene San Agustín que el hombre es interioridad y que el conocimiento es iluminación?
El interior del hombre constituye el medio para alcanzar la verdad. El interior es el camino que conduce a la sabiduría y contemplación de lo superior a él. La Verdad hace evidente en nuestro interior gracias a la iluminación; la Verdad, o sea Dios en la persona de su Verbo, es decir, de Cristo. La sabiduría constituye la conquista última y feliz del conocimiento.
La teoría de la iluminación de San Agustín, consiste en el conocimiento de toda verdad nueva que implica una efectiva y directa intervención divina que se realiza en nosotros como "iluminación" intima.
b) ¿Cómo concibe San Agustín el tiempo? Explica por qué San Agustín no acepta la concepción física del tiempo y propone la idea del “tiempo como distensión”.
No es una realidad permanente. El tiempo se mide en el alma, por tanto es parte de ella. El pasado deja de ser, pero queda en nuestra memoria; el futuro todavía no lo es, no obstante lo esperamos; el presente se esfuma en cada instante que pasa, sin embargo, es en el alma en donde se conserva el pasado y se aspira al futuro. El tiempo es real en el interior del hombre, en el alma en sí.
c) ¿En qué consiste el pecado y cómo el hombre puede ser bueno? ¿En qué medida el hombre está predestinado? ¿Hasta qué punto estás de acuerdo en que el hombre “no puede hacer nada en el campo de la verdad y el bien si no es con la ayuda que Dios le ofrece gratuitamente, es decir, con la gracia”.
Se considera pecado a la acción o palabra, que va contra la voluntad de Dios. Todo hombre es pecador por el hecho de provenir de Adán, más por la misericordia y la gracia divina, es como algunos hombres se logran salvar, entonces es Dios quien predestina la salvación. San Agustín piensa que en la voluntad del hombre de ser libre, está inmerso el no pecar, entonces la gracia de Dios está presente, porque esa libertad es testigo de la relación del hombre con Dios.
Todo ser tiene la necesidad de creer en Dios, esto es tan antiguo como la misma humanidad. La necesidad de tener un fundamento espiritual, nos ha acompañado a lo largo del tiempo, por lo tanto, el hombre difícilmente no podrá hacer nada en el campo de la verdad y el bien si no es con la ayuda que Dios.
d) ¿Cuáles son las dos ciudades pensadas por San Agustín y qué caracteriza a cada una de ellas?
La ciudad perecedera de los hombres y la ciudad eterna que los primeros cristianos simbolizaron en la Jerusalén Celeste, fueron las dos ciudades; la terrestre donde se puede menospreciar a Dios y la otra ciudad es la celestial, donde el amor a Dios se puede llegar a despreciar a uno mismo. La primera tiene su gloria en sí misma y la segunda en el Señor. Un amor mal interpretado, egoísta del amor, nos llevó a preferir la vida en la tierra y las formas de civilización; pero la práctica de la humildad y caridad nos llevará a preferir la vida en la ciudad de Dios.
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