VERONIKA DECIDE MORIR
Enviado por lizbethf14 • 8 de Marzo de 2015 • 1.415 Palabras (6 Páginas) • 264 Visitas
“VERONIKA DECIDE MORIR”
Verónika decide morir es un libro del escritor brasileño Paulo Coehlo escrito en 1998. El autor narra la historia de una joven de 24 años llamada Verónika que vive en Ljubljana (Eslovenia), quien un día de Noviembre toma la decisión de quitarse la vida por medio de una sobredosis, falla en el intento y cuando despierta se encuentra en el centro psiquiátrico de Villete,
Después de unas semanas Verónika recupera por completo todos sus sentidos y cuando lo hace el médico encargado (Doctor Igor) le informa que a causa de su intento de suicidio, su corazón ha sufrido daños irreversibles por lo cual le queda poco tiempo de vida. La protagonista hace una reflexión acerca de su decisión y explica que esta fue basada gracias a que su vida era aburrida, no tenía sentido seguir viviendo sus días que transcurrían todos de la misma manera, su vida era monótona sin aspectos positivos ni negativos.
El doctor Igor está desarrollando una tesis sobre el vitriolo, que según el doctor es el causante de la amargura, las personas afectadas por este mal van perdiendo la facultad de desear y en pocos años ya no consiguen salir de su mundo. Verónika aparece como caída del cielo para ayudarle a desarrollar su tesis, ya que la vida de ella en eso se basaba: querer ser un prototipo de la sociedad y no tener aspiraciones en su vida.
Cuando pasan a Verónika a cuarto para que pueda vivir sus últimos días en base a medicamentos, se da cuenta que el centro tiene sus propias reglas por lo cual es obligada a salir a convivir con los enfermos mentales, aunque al principio no parecía agradarle la idea conoce a Zedka quien le cuenta su historia en base a ésta, Verónika empieza a cuestionarse si morir es lo que realmente quiere.
En Villete existe un grupo dónde ninguno de los integrantes tiene un enfermedad mental, pero quieren seguir ahí para escapar del mundo real y lo que esto conlleva, llamada “La fraternidad”. Mari una de las líderes intenta interactuar con Verónika incitándola a que haga de sus últimos días los mejores, que se atreva a ser lo prohibido algo fuera de su vida cotidiana ya que al final no tenía nada que perder, ese mismo día por la noche la luna estaba a la mitad y Verónika admiraba su belleza desde la sala de entretenimiento dónde había un piano, empezó a tocar una pieza y el hermoso sonido de las notas llamó la atención a un muchacho que la escucho atentamente, cuando ella se dio cuenta vio en los ojos de él que le pedía más y complacida así lo hizo.
Esa noche por primera vez había sentido atracción verdadera hacia un hombre y no un simple deseo pasajero como cada día de su vida. Verónika también conoció la historia de ese muchacho llamado Eduard, hijo de un embajador diagnosticado con esquizofrenia. Mientras se conocían más ella le mostró sus verdaderos sentimientos y le explico todo lo que siempre quiso ser y hacer: una pianista. Nunca pudo asistir a una escuela profesional, decidió seguir los deseos de su madre “ser abogada”, pero cuando se graduó ni siquiera ejerció simplemente se decidió por un trabajo fácil y estable, ser bibliotecaria. En cambio a Eduard sus padres lo había obligado a estudiar en una academia para poder entrar en la política y cuando se aburrió encontró su verdadera vocación: ser pintor. Claro que nunca fue apoyado y al final pensaron que estaba loco, por lo cual sus padres decidieron internarlo antes de que sus amistades se enteraran sobre la situación.
A partir de todo lo aprendido esos últimos días, Verónika reflexiono sobre como nunca pensó en tomar un camino diferente y seguir sus sueños, por lo que decidió pasar lo que le quedaba de vida haciendo locuras y Eduard quería acompañarla, por una sola y simple razón: estaba enamorado de ella.
Fueron al castillo de Ljubljana, ya que estaba en una montaña y desde ahí se podía observar todo el pueblo y sus alrededores. Cuando se encontraba ahí Verónika se empezó a sentir mal y le dijo a Eduard que su último deseo era morir en sus brazos y que él volviera pintar, pero ahora un retrato sobre ella. Se quedó dormida y él junto con ella. Los despertó un guardia
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