Verdadera Libertad Saber Elegir

Ante un mercado lleno de productos el exceso de información hace más complicado un aparente acceso a esa misma información. Publicidad, comparadores, coberturas, capitales garantizados,… la cabeza se nos llena de conceptos, precios, compañías,… La realidad es más sencilla: deje que un experto como Uniteco Profesional lo haga por usted casi con total seguridad ahorrará y tendrá el valor añadido de contar con un profesional tanto para la suscripción de otros seguros como la ayuda sin igual en el caso de siniestro.

En la era de la información tenemos acceso cada vez más fácil a lo que creemos necesitar o a lo que estamos buscando. Sin embargo nuestra capacidad de asumir nuevos conocimientos no está condicionada por la información disponible sino por el tiempo. La realidad es que no tenemos tiempo para procesar toda la información disponible, por lo que lo paradójico es que en nuestros tiempos es más necesaria que nunca la especialización.

Recurrir a expertos en sus diferentes áreas es la mejor manera de acertar a la hora de elegir. ¿Se imagina que precisamente por disponer de gran cantidad de información la gente dejara de acudir al médico? Bajo esa misma premisa no habría más que consultar en portales y bases de datos online para autodiagnosticarse a pesar de no ser médicos.

Este argumento llevado al absurdo puede servir también para explicar que no es muy recomendable acudir a Internet para elegir el, supuestamente, mejor seguro para nosotros. La información que podemos obtener de la red de redes es incompleta si no se ven desde el punto de vista de un experto en seguros, en este caso un corredor de seguros como Uniteco Profesional.

Nuestra larga experiencia con el colectivo de médicos nos convierte en los mejores prescriptores de seguros para médicos y dentistas. Conocemos sus necesidades y las adaptamos a cada caso particular, porque cada seguro debe ajustarse a cada necesidad. No deje que le vendan productos cerrados: puede y debe elegir.

Cuando nos abrimos al respeto de la honra de los otros, cercanos o lejanos, desconocidos o famosos, y descubrimos que nunca es justo considerar culpable al inocente, mientras que es hermoso cerrar los oídos a la calumnia para apreciar a cada uno en su justa medida…

Cuando acogemos la vocación a la entrega como lo más hermoso del ser humano, como aquello que nos lleva a dejar en segundo lugar nuestro egoísmo para recibir, escuchar, vestir, cuidar, perdonar a otros hombres y mujeres necesitados de justicia, y, sobre todo, de amor y simpatía profunda…

Acercarse a Cristo nos permite entrar en la luz. “Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad” (Ef 5,8-9).

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