YO AFUERA, YO ADENTRO

UNIVERSIDAD SAN CARLOS DE GUATEMALA                                                                 ESCUELA DE HISTORIA [pic 1]

FILOSOFÍA II

ENSAYO

Dr. MIGUEL ALEJANDRO DE LEÓN CARDOZA

TEMA: YO AFUERA, YO ADENTRO

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ESVIN ELENO MORALES MARROQUÍN     ANTROPOLOGÍA      CARNE: 201804572  

FECHA DE ENTREGA: 08/10/2018

Introducción

Inicialmente el escepticismo permite crear en nuestra mente una cierta duda, la cual es posible cuestionar mediante la realidad que percibimos ya sea de forma individual o colectiva, aunque parezca un poco más ciencia ficción o así lo relata el autor. Para profundizar sobre nuestra propia existencia o conocernos mejor como humanos o de manera personal, así como lo es alma o lo que se percibe una metáfora que parece un poco descabellada nos ayudara a comprender por medio del pensamiento filosófico de Descartes que el escepticismo no es más que un conocimiento por el cual se puede dudar y de esa forma dudar y saber que se existe planteando de que existe un ser en cada uno o de forma personal denominado yo, y es ese yo que por mucho que cambie siempre permanecerá con el tiempo.

Siendo el ser humano efímero y la dualidad existente entre mente y cuerpo no una lucha sino una complementariedad que lo hace ser uno o un ser completo, pero que al momento de profundizar el yo se reconoce que también la realidad puede ser cuestionada y si la realidad es distinta de la que se conoce entonces lo único seguro es mi yo interno porque se con certeza que existo y si ese existo se puede denominar como alma, esa alma que forma parte de nosotros y si forma parte de mi existencia donde se encuentra y para ello Descartes nos lo plantea ya que hace mención que se encuentra en el cerebro del ser humano.

Yo Afuera, Yo Adentro

Acaso el conocimiento que creemos poseer es seguro o la mera existencia pues me tomado como base el texto de yo adentro y yo afuera para profundizar más aun en lo que el ser humano o uno mismo conoce como el yo y si ese yo solo puede ser comprendido por lo que conocemos como físico o de alguna forma hay algo detrás como lo es el alma y para ello el autor pone de ejemplo también que lo que conocemos como realidad pude que no sea la que se percibe y por lo tanto la duda que nos podemos plantear a nivel general nos sirva para ser conscientes que nuestra existencia es por una parte segura ya que podemos dudar si lo físico que percibimos sea real.

Lo que me hace pensar que se nos plantea una metáfora para salir del conocimiento que tenemos como verdadero y nos planteemos ciertas dudas para que de esa forma se pueda abrir paso a nuevas teorizaciones y no quedar inertes con el conocimiento que se tiene y de esa forma poder racionar así que la metáfora que es plant4eada o de esa forma perspectiva lo veo por consiguiente diere que si bien es cierto Descartes planteo que es posible la existencia de un ser maligno o el autor en este capítulo lo hace con seres alienígenas. Aunque parezca un poco extravagante el hecho de pensarlo se hace con motivo de dudar.

Pero ese dudar tiene como principal como lo hace mención inicialmente que un buen escéptico después de todo o lo característico de ello es que nunca se da por vencido, ni mucho menos por convencido. Así que en nuestro imaginario corriente al momento de implementar ese tipo de ideas nos parecerán un poco raras y nos llevaría a pensar que el que escribir o tuvo ciertas ideas lo consideraríamos un poco loco o totalmente desquiciado por el hecho de tener ciertas ideas extrañas. Pero como lo vemos desde la antigua Grecia los presocráticos le atribuían el origen del todo a los elementos ya sea por el fuego, el agua, el viento etc. llamado un arjé o en el caso de Parménides un ser eterno e inmóvil a lo que quiero llegar es que este tipo de ideas no eran locas sino que era una forma de poder explicar lo que rodeaba al hombre o ciertas incógnitas del ser mismo o que nos hace humanos, en fin las teorías son bastantes amplias pero conforme avanza el tiempo a través de las épocas y así se hace la historia el hombre cada vez más busca insaciablemente el porqué de su propia existencia ya sea por lo exterior con los descubrimientos científicos como lo es la comprensión del yo interno que solo es percibido por quien se realiza esa pregunta o cuestionamiento “YO” ese percibir tan

personal con un ahora, una existencia, o el hecho de pensar que nos refiere que es propio y si es propio como lo sabemos o nos lo adjudicamos será solo una forma de nuestro lenguaje o lo que implica determinarse.

Continuando con lo que podríamos decir de manera personal el yo puede ser nuestra alma o solo nuestro cuerpo mortal tan efímero con todo lo exterior. O quizás nuestro pensamiento unido a nuestra razón juntamente con nuestro cuerpo “SOY YO” cuando nos definimos o ese yo habita en nuestro cerebro que nos permite realizar movimientos corporales y así mismo pensar, entonces en algún momento nuestra alma o el YO se encuentra en nuestro cerebro y las funciones mentales que realizamos al momento de expresar conocimiento. Lo interesante es que el autor nos expresa un yo del cual somos conscientes de una temprana, media y madura que no deja de ser yo y que se mantiene

“Yo soy porque me mantengo a través del tiempo y porque me distingo de los otros, creo que el mismo que fui ayer, incluso que era hace cuarenta años; aún más, creo que seguiré siendo yo mientras viva y si me preocupa la muerte es precisamente porque significará el final de mi YO.” (Savater, pág. 77)

Entonces sin duda a pesar de los cambios sigue permaneciendo ese algo estable que nunca deja de ser ese yo.

Por una parte, el ser humano de igual forma experimenta un yo perteneciente o ligado a la misma historia con lo vemos con el arjé atribuido a los elementos, ahora el ser humano mismo es su propio sujeto de estudio lo cual sugiere un antropocentrismo centrado en él.

A lo que había escrito anteriormente diré que este conocimiento nos incita a buscar la verdad interior del mismo ser humano convirtiéndolo en algo trascendental, no sólo para los filósofos de la antigua Grecia, sino en la actualidad en nosotros unos académicos con preguntas que causan un vacío interno de la vastedad de un conocimiento infinito. O la realidad que conocemos es meramente algo ficticio que creemos cómo real y que existe algo superior afuera que no sea divino, Descartes hace mención de un ser maligno: Quizás somos víctimas de un genio Maligno, una entidad poderosa como un dios y mala como un demonio dedicada

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