ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ÉTICA OBJETIVA ASPECTO CONCEPTUAL


Enviado por   •  27 de Marzo de 2012  •  1.466 Palabras (6 Páginas)  •  1.771 Visitas

Página 1 de 6

ÉTICA OBJETIVA

ASPECTO CONCEPTUAL:

La corriente objetivista:

La corriente objetivista ha contado a lo largo de la historia con destacados pensadores. En ella podemos ubicar a Francisco Brentano (1838-1917), Edmundo Husserl (1859-1038) Max Scheler (1874-1928) Nicolás Hartmann (1882-1950), y José Ortega y Gasset (1883 1955).

Esta ética se relaciona con normas objetivas, con la política, las leyes y los estándares, que ayudan a regir el comportamiento humano.

Contraponiéndose al relativismo ético, algunos filósofos creen en la posibilidad de un conjunto de valores objetivamente válidos para los seres humanos.

Por esto la ética objetiva es defendida por pensadores que se inspiran en el concepto de "naturaleza humana". Hay otros, que buscan tal inspiración en los valores de la filosofía cristiana.

De acuerdo con la visión del humanismo, es en el conocimiento profundo de la propia naturaleza humana que se encuentra el fundamento para la ética y valores que deben orientar nuestra vida individual y colectiva.

Así, los valores que adoptamos no se definen en razón de subjetividades, pues tanto el individuo como los diversos grupos sociales pueden estar momentáneamente dominados por deseos irracionales y destructivos. Para la ética humanista objetiva, lo que debe orientar los deseos humanos son los valores objetivamente válidos: todo aquello que contribuye para el despliegue de las facultades del hombre y que favorece la vida, como por ejemplo, amar a su prójimo y buscar el conocimiento de la verdad.

¿Existe una ética objetiva?

Uno de los cuestionamientos claves para el desarrollo futuro de la humanidad es el de la unificación de ciencia y religión. Y esto ha de ser posible en cuanto seamos capaces de encontrar una ética natural y objetiva, lo que implica lograr una ética científica, es decir, que esté constituida por aspectos observables, verificables y comunicables a todo individuo, de cualquier pueblo y de cualquier época.

El concepto básico para este logro proviene de la Psicología Social y es el concepto de “actitud”. Actitud se puede definir como:

Manera de pensar y de actuar, lo cual constituye una acepción que se aplica habitualmente a esta palabra.

Según el psicosociólogo americano Allport, una actitud es una disposición mental y neurológica, que se organiza a partir de la experiencia y que ejerce una influencia directriz o dinámica sobre las reacciones del individuo respecto a todos los objetos y a todas las situaciones que les corresponden. También podemos decir que la Actitud característica, o respuesta característica, de cada persona, en la relación Respuesta/Estímulo, ya que existe la tendencia a responder de igual manera ante iguales circunstancias, al menos durante una determinada etapa de nuestra vida.

Es posible clasificar la gran variedad de posibles actitudes del hombre, mediante cuatro actitudes básicas:

AMOR: Compartir penas y alegrías

EGOISMO: Interesarnos sólo por nosotros mismos

ODIO: Alegrarse de las penas ajenas y entristecerse por su alegría

NEGLIGENCIA: No interesarnos por nadie, ni por nosotros mismos

En este caso, se ha considerado sólo el aspecto afectivo al considerar las posibles respuestas de las personas, dejando de lado otro tipo de respuesta, como menos importantes o menos relevantes en cuanto a nuestro comportamiento social.

Cualquiera sea la respuesta característica, en mayor o menor grado ha de caer en algunas de las mencionadas divisiones, o bien en más de una, ya que no siempre se responde de igual forma, debido a la variedad de estímulos posibles, o a la variedad de personas posibles con quienes se interactúa cotidianamente.

Si se consideran a cada una de las actitudes, en periodos largos, se puede concluir que unas producen efectos deseables y otras producen efectos indeseables, o producirán efectos “buenos” y las otras efectos “malos”. De ahí que estas actitudes pueden considerarse como las causas primitivas del Bien y del Mal, conceptos que dan sentido a la Ética.

BIEN: Amor

MAL: Odio – Egoísmo – Negligencia

Es importante tener en cuenta las posibles actitudes por cuanto ello nos llevará a tratar de dejar de lado las actitudes negativas, o que producen el Mal, y a tratar de que en nosotros predomine la actitud positiva, que produce el Bien.

El conocimiento de las causas del Bien y del Mal sólo conduce a una especie de “control de calidad” individual, o personal, si bien la orientación individual y

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (9 Kb)
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com