Ética en los Negocios

Nombre: María Fernanda Jiménez González

Matrícula: 53589

Nombre del curso: 

Ética Profesional

Nombre del profesor:

M.A  Santos Nohemi López A.

Módulo:

Tema 4

Actividad:

Capítulo 2

Fecha: 20/08/2021

Bibliografía:

Hartman, L. P., Desjardins, J., & Espinoza, F. A. (2013). Ética en los Negocios (Segunda edicion ed.). McGraw-Hill.

Elemento de comparación

Utilitarismo

Ética deontológica

Ética de la virtud

Principios o argumentos teóricos de la teoría

 El utilitarismo es la filosofía ética que sugiere que el correcto comportamiento del ser humano proviene de basar nuestras acciones en base a el mejor resultado de las opciones. El que mayor beneficio brinde a mayor numero de personas.

Es la filosofía ética que establece que el comportamiento debe de ser basado en la buena intención de nuestros actos sin considerar si el resultado es benéfico o no.

 La ética de la virtud nos establece que nuestros actos deben estar premeditados por nuestra personalidad y las virtudes que poseemos en ella. No tratándose de si seguir una regla en base a resultados o una regla en base a intenciones, sino en aspectos que se van generando en el quien somos.

Aplicaciones prácticas en los negocios y la economía

 El utilitarismo puede verse aplicado en las empresas que tienen practicas resultadistas. No hace más de un año pudimos ver a las empresas tener un acercamiento utilitarista ante la crisis social y económica que comenzó a vivir el mundo con la pandemia de COVID-19. Muchas empresas recortaron empleados en busca de salvaguardar la existencia de la misma empresa. Un acto realizado en busca de un fin mayor. El mismo sistema capitalista en el cual nos regimos y se rigen todas las empresas es en sí utilitarista, explotación masiva de recursos naturales en busca de un crecimiento económico e industrial. Estos son ejemplos de los tantos que podemos encontrar dentro de los negocios y la economía.

Como ya he establecido dentro de mi aportación sobre la ética utilitarista, es difícil encontrar empresas, actores políticos u otros actores dentro de economías nacionales que tengan por completo o siquiera un poco de este tipo de ética en su actuar. Mayormente en los negocios y la economía vemos este tipo de acercamiento ético en las empresas que en las últimas décadas se han dedicado a invertir y reinventar para el bienestar de sus trabajadores. Esto con creación de departamentos de responsabilidad social, bienestar laboral dentro de departamentos de Recursos Humanos, y beneficencias fondeadas por empresas o empresarios. Estas acciones indican un interés en ser bienintencionados más que el tener un mejor resultado.

 Podemos ver este tipo de filosofía ética aplicada dentro de los negocios en empresas que optan por tener un empuje y motivación a sus empleados de ser mejores personas, actuar con honestidad, desarrollarse. Recientemente vemos empresas invitando a colaboradores a participar en campañas con causa, en tomar cursos éticos, recientemente cursos para sus empleados hombres para erradicar el machismo. Empresas que optan por fomentar la virtud en su gente, más que en solamente establecer reglas de comportamiento que deben ser seguidas.

Reflexión propia sobre los argumentos a favor y en contra de esta teoría

 El utilitarismo es una filosofía que si bien posee grandes beneficios en muchos escenarios y aspectos. Cuando hablamos de economía desde un punto de vista gubernamental, si, es bastante útil y quizá el mejor ángulo filosófico que toda secretaria de economía de toda nación debería de tener. El mayor bien, para el mayor numero de personas. Esto no pasa igual cuando hablamos de empresas privadas y el mundo de los negocios. Si es buena y bastante eficiente para las empresas, ya que les permite competir y la competencia exige resultados, por ende, lo es. No es así para las personas empleadas y que dependen de estos empleos. No lo fue en 2008 para las millones de personas que se vieron afectadas en EE.UU por las practicas indebidas de Wall Street y el mercado habitacional. Los grandes bancos y sus dirigentes siguieron estables, no así para el resto del país.

Si bien a diferencia del utilitarismo, este tipo de filosofía ética es no tan bien vista para los negocios y economías. Actores políticos en departamentos de economía y empresariales no pueden beneficiarse de esto ya que ambos se rigen por resultados. Vemos naturalmente empresas con prácticas no éticas, ilegales y utilitaristas teniendo cierto grado de ética deontológica, visto desde un punto de limpia de conciencia o simplemente de equilibrio a sus mencionadas anteriores prácticas.    

Este tipo de teoría nos invita a equilibrar y sobre todo a fomentar parámetros que nos ayuden a tener una mejor toma de decisiones. Dentro de los negocios es una filosofía bastante empleable y funcional a nivel personal. Puede ayudarnos a tener un equilibrio entre las dos otras teorías discutidas.

Dilemas éticos ha experimentado en su trabaja relacionado con esta teoría

Es entendible que ninguna empresa puede no tener este tipo de visión filosófica dentro de un sistema capitalista que en si lo demanda como tal. La competencia es uno de los ejes principales del capitalismo, jugar dentro de este sistema con tus propias reglas te lleva a no sobrevivir. Ahí yace uno de los principales dilemas para los empresarios, no pueden dejar de tener una ética meramente utilitarista cuando las reglas del juego no se los permiten.

En cuanto a mi vida profesional dentro del ramo turístico he debido tener escenarios donde tener un acercamiento utilitarista a un problema ha sido el mejor para mi y mi empresa, no así para nuestros clientes o proveedores. La misma decisión de cambiar de compañía a otra con mejor sueldo o mejores labores viene de la mano de una visión utilitarista de la situación.

 El dilema con este la ética deontológica recae en que solo puede ser utilizada dentro de aspectos de vida donde la competencia y los resultados no estén presentes. Si bien una madre o padre de familia puede tenerlo dentro de su hogar, con sus amistades, en otros ámbitos sociales. Tenerlo dentro de su vida profesional es totalmente complicado.

Yo personalmente aceptar un recorte salarial de mi empleadora directa es algo que considero tome como un acto regido por ética deontológica. Ya que no se me obligo y no se me condiciono, más en un acto de apoyó tuve la flexibilidad de unos cuantos meses optar por esa medida.

 Los dilemas que yo y se que toda persona de ámbito profesional ha tenido que enfrentar son escenarios donde nuestro trabajo u orden empresarial nos obliga a actuar contra nuestras virtudes arraigadas. Esto a mi opinión es algo que quienes nos consideramos personas bienintencionadas nos hemos visto muchas veces a enfrentar. El mayor dilema yace ahí. Hasta donde podemos continuar siendo individuos de virtud y hasta donde podemos tolerar dejar de serlo cuando la empresa lo necesita.