DIVERSOS PARADIGMAS DE LA TEORÍA DE LA HISTORIA

POSITIVISMO MARXCISMO HISTORICISMO LA ESCUELA DE LOS ANNALES Y LA NUEVA HISTORIA

Los cientistas naturales avanzaron en el conocimiento de las leyes que determinaban la regularidad de los comportamientos de la materia.

La apuesta teoría de Marx, se asienta en la contradicción, la dialéctica y la lucha de clases.

Para el historicismo es el historiador y no los hechos la clave de la construcción histórica. La crisis total del sistema financiero capitalista mundial puso en entredicho no solo la idea de progreso material y de acumulación continua como cualidades inherentes al capitalismo.

Las hipótesis centrales basaban en la evidencia, la experimentación y la capacidad comprobatoria la verdad de sus hipótesis.

No se trata, dice el joven Marx, solo de describir desde una actitud contemplativa lo que ocurre en el mundo, se trata de transformar por la vía de la praxis y de resolver a favor de los desposeídos el nudo contradictorio del capitalismo. El historiador apela a los hechos, los construye, decide sobre ellos en la medida que los selecciona, los ordena y, sobre todo, los interpreta. La crisis mundial mueve a problematizar lo económico y lo social, ahora con una mirada un poco más escéptica.

La búsqueda de la verdad y de la objetividad absoluta son consideradas condiciones reciprocas que imponen un cierto tratamiento a los problemas que se plantean, las herramientas que utilizan y/o descartar.

Como el idealismo interpretativo que dota al historiador del poder suficiente como para suponerse a su objeto de estudio. No se niega tampoco el carácter científico de la historia sino que se propone una resolución diléctica e interactuante a partir de la cual entre sujeto y objeto se establece un cierto equilibrio y una cierta obligación de verificación mediante fuentes confiables y directas. Arranca de la oposición y el rechazo a la historiografía de matriz positivista.

De ahí la preocupación central de la historia sea, como afirma Ranke, “Solo mostrar lo que realmente aconteció.”

Este paradigma nace excluido de la historia oficial y durante mucho tiempo permanecerá marginado de los recintos académicos.

La historia como comprensión del ayer mediante la mirada del presente mueve a los historicistas a argumentar que solo desde una lectura inteligente del pasado éste deja de ser algo muerto y se transforma en proceso vivo y, por lo tanto, histórico. Repudia la política entendida como vida parlamentaria, democracia procedural o bien rejuego de partidos.

Estas preocupaciones se encuentran presentes también en las ciencias sociales y, por ende, en la historiografía positiva que se proponen encontrar las leyes generales reguladoras del devenir social.

Sus hipótesis tienden también a predecir y lo hace a partir del análisis del capitalismo como modo de producción y de las sociedades de su tiempo como formaciones sociales determinadas históricamente. Historia viva, presente, en la que los valores, las ideas, las pasiones toman su lugar en los procesos. Su campo problemático se desplaza del estudio de la crisis a la

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