Desintegracion Familiar

La Desintegración Familiar

Problemas emocionales en los adolescentes más pequeños

Es tres veces menos probable que los adolescentes de 3 y 4 años que crecen con sus propios padres casados experimenten problemas emocionales o de comportamiento como el desorden de déficit de atención.

En general, los adolescentes que viven con sus propios padres casados tienen menos problemas de comportamiento en comparación con los adolescentes cuyos padres están viviendo juntos pero no están casados. También existen diferencias en el área de la salud física. Los adolescentes en familias con un solo progenitor están en general menos sanos que los adolescentes en otros tipos de familia.

Además, los adolescentes que viven con sus propios padres casados es más probable que se impliquen en actividades que les ayuden a aprender a leer que los adolescentes en hogares con un solo progenitor. Estas diferencias en una edad tan temprana pueden establecer pautas de comportamiento educativas que persisten en niveles educativos posteriores, advertía el estudio.

En la escuela primaria, la habilidad de los adolescentes para manejarse en temas básicos y a su nivel es más débil en aquellos que no viven con sus propios padres casados. Por ejemplo, los de cuarto grado con padres casados logran mayor puntuación en comprensión de lectura, comparados con estudiantes que viven en familias de adopción, con madres solteras, y en otros tipos de familias. Vivir en una familia de un solo progenitor está también relacionado con descensos en los resultados en matemáticas de los adolescentes.

Hasta un cierto punto, los problemas financieros ocasionados por vivir en una familia monoparental explican algunos de los resultados negativos, pero no todos. El matrimonio en sí mismo tiene también un impacto que puede medirse con los resultados educativos.

Efectos en la escuela secundaria y más adelante

Entre los adolescentes, las consecuencias negativas debidas a la estructura familiar son notablemente más graves. Afectan a temas tales como el índice de abandonos escolares, el índice de graduaciones, y la edad del primer embarazo.

El escrito explicaba que los estudios llevados a cabo tanto en Suecia como Estados Unidos muestran que a los adolescentes que viven en familias divididas les va peor a nivel educativo. De hecho, cada año que un niño sueco o norteamericano pasa con su madre sola o en adopción reduce los logros educativos generales del niño a la mitad.

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