ENSAYO HISTORIA

   El populismo tiene su origen en la Antigua Roma donde se destacaron líderes como Gracos, Publio Clodio Pulcro el cual se oponían a la aristocracia y luchaban por su pueblo. Este movimiento con el paso del tiempo se extendió por diferentes partes del mundo recayendo primeramente en Europa como respuesta a la desigualdad social y económica que traspasan el tiempo por el cual tuvo motivos de sobra para resurgir con mayor intensidad en el siglo XX en los países denominados “Tercer mundistas”.

   América Latina fue el primero en dar el paso, donde se formaron alianzas entre las diferentes clases sociales conformadas por la burguesía, campesinos y clase media que tenían como objetivo ponerle fin a la oligarquía. Estos se dividían en dos grandes grupos: por un lado están los políticos y burgueses que utilizaban a la masa trabajadora, y por otro lado se tiene el grupo de trabajadores rurales migrantes de clase media baja y los estudiantes radicales e intelectuales de izquierda. Como discurso protestante del populismo se destacaba la oposición al capitalismo y la defensa hacia el pueblo con los marginados y ricos resaltando un sentimiento nacionalista que tiene como meta la justicia social, esta es la idea del pueblo que puede llegar al poder una vez derrotado el gobierno oligárquico. Por lo tanto el populismo es una estrategia política en donde un líder carismático capaz de atraer grandes masas con sus discursos pueda ejercer el poder mediante el apoyo directo de un gran número de seguidores.

   Una vez con el populismo en el gobierno, esta trata de mantener relaciones personales con el pueblo ya que sabe que es su apoyo fundamental para conservar su existencia. Como ejemplo está el peronismo, que estaba estrechamente relacionado con el pueblo sobre todo los estudiantes, los obreros y el campesinado, además de la mujer que cada vez cumplía un rol importante en la sociedad, como lo fue para Eva Perón que junto a su esposo y el movimiento peronista establecieron uno de los mejores gobiernos con nuevas reformas laborales, educativas y sociales, además de la creación de diferentes  organizaciones de ayuda, cambios a la constitución, planes de vivienda y la salud pública.

   Tras esto, el crecimiento urbano aumentó considerablemente a partir de los años treinta ya que los campesinos que vivían en zonas deprimidas deseaban un cambio en su estilo de vida por lo que acrecentó la inquietud de movilización hacia las grandes ciudades buscando un equilibrio económico y social. En América Latina entre 1940 y 1960 la población en las ciudades llegó a ser de un 47%. Como ejemplo está Chile que en un período de menos de veinte años su población urbana llegó a ser de un 61%; esta cifra explica por qué este país sufrió una urbanización muy acelerada que tuvo grandes cambios sociales en el siglo XX.

   ¿Cómo el gobierno iba a sobrellevar esta migración que cada vez más traía un aumento considerable en la población?, acaso ¿cumplirían con las expectativas creadas en las mismas personas que los apoyaron para que lleguen al poder y así tener voz en la sociedad con sus respectivos representantes?

   En los países donde llega el populismo como lo es para Venezuela donde su difunto líder Hugo Chávez que en su gobierno se excluía completamente el capitalismo estando aferrado al socialismo como lo dice en su discurso: “Ayer vino el Diablo aquí…, ayer estuvo el Diablo aquí... en este mismo lugar...”, “El tirano mundial... lleno de cinismos... lleno de hipocresía... es la hipocresía imperial... el intento de controlarlo todo... ellos quieren imponernos el modelo democrático como lo conciben... ...la falsa democracia de las élites... un modelo democrático impuesto a bombazos... bombardeos... ¡Vaya qué democracia!...”^[1], creó políticas de desarrollismo nacional, remodelaciones al poder, y combinaciones de sistemas de movilización y control de masas con el aparato estatal. “En  los años 50 y  60, en toda  América  Latina,   el populismo  tenía  connotaciones más  positivas,  caracterizando movimientos   populares con bases diferentes, más a la izquierda  que los radicales  y  menos que los marxistas”^[2] Como lo dice en esta cita, explica que el populismo no tenía políticas extremistas, sólo busca un equilibrio entre ambas partes.

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