El Esequibo Es Nuestro
Enviado por mitomito • 2 de Noviembre de 2011 • 2.704 Palabras (11 Páginas) • 753 Visitas
Betancourt Jaraima Guerrero Ana
Márquez Ana Hernández Luzmila
García María Leal Edith
Bastidas Coromoto Amaro Ramona
Vásquez Adalis Pineda Milangela
Pineda Luisa Vargas Indira
Ramos Nerisol Palencia Víctor
Canelón Silverio Silva Guillermo
Morales Julio Morales Julio Bastidas
Martínez Jesús Norma Navas
Nosotros, queremos brindar con toda responsabilidad posible, la intención de querer hacer conciencia, basados en nuestra propia historia, por ahora, sobre la tenencia de la tierra de Guayana Esequiba: Dado que, podemos determinadamente, iniciar la recuperación de dicho territorio en reclamación, por medio de conversaciones y negociaciones independientes, libres de vicios y subjetividades, en forma y de acuerdo a tratados internacionales que, aunque de contraste se haya condicionado la demostración de la invalidez del laudo, ya que creaba la expectativa de permitir la recuperación total del Esequibo, por lo que es necesario enfatizar, desde el punto de vista político, que ese manejo dificultaría y obstruye la necesaria amplitud con la que debe estar investido este proceso de negociación, por lo que el objeto principal será, buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia, entre ambas partes.
El Gobierno Guyanés, cuando al ver que un Presidente venezolano arraigado en sus principios patrióticos revolucionarios, con intenciones de reclamar lo que por derecho le pertenece a su tierra; ellos, comenzaron con una estrategia de concientizar en esa región de múltiples orígenes y razas, donde (se desean hacerse creer y hacerse sostener, su constancia de procedencia de la tenencia de dicha tierra) cual, según ellos, fue poseída primeramente por los holandeses durante la época de colonización, y que éstos cedieron a los ingleses en 1.814, para más tarde distinguir como Colonia de Guyana Británica, y permitir posteriormente a los residentes en nuestra Guayana, hacer un país independiente.
La intención guyanesa, vendría a contrarrestar y a contravenir el vínculo jurídico histórico legal venezolano: la primera mención histórica de un viaje holandés a Guayana, fue en el año 1598, cuando un buque mercante subió el Orinoco hasta Santo Tomé, y el mismo holandés Cabelíau, que tomó parte del viaje, hizo de él un relato, donde explica que fue puramente una aventura mercantil. Nunca se menciona ningún establecimiento, hasta 1613, año en que los mismos ESPAÑOLES sorprendieron, reclamaron y destruyeron en el río Corentín. Nada más a la altura de 1648, después de un largo período de guerra, España, autoconfirmando su título originario, comienza a hacer algunas renuncias y reconocer propiedades a favor de quienes tenían y poseían algunos lugares que hubiesen adquirido por cualquier medio dentro de sus colonias, bajo el entorno del tratado de Münster. Los holandeses a la fecha, tenían y poseían solo y exclusivamente, la Isla de Kykoveral. La intuición impulsiva por parte de algunos guyaneses, vendría igualmente a transgredir parte de la historia, al intentar olvidar, la creación de la Real Cédula española, en el año de 1585 (229 años, antes a 1814), ya creada la Colonia de Guayana, unida a la de Trinidad bajo la Provincia de Santa Fé. Y en 1777 (37 años, antes a 1.814) se crea la Capitanía General, principalmente integrada, entre otras, por la provincia de Guayana (Bolívar, Amazonas, Delta Amacuro y El Esequibo).- Más tarde, se termina de completar y configurar ampliamente la Capitanía General por medio de “La Real Audiencia de Caracas de 1786” (28 años antes a 1814. DONDE UNEN LAS PROVINCIAS DE SANTA FE Y SANTO DOMINGO, INCORPORANDOLAS) como estrategia jurídica y política-administrativa de reforma territorial, a la Capitanía General. Queda creada ésta, sobre la base de las antigüas seis (6) provincias organizadas en el siglo XVI que con vida histórica propia se mantuvieron a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
Es en 1803, que el Reino Unido de Gran Bretaña, ocupa y posée MILITARMENTE el Esequibo. Y es a partir de 1841, (38 años después de la invasión militar) cuando Venezuela comienza a suscitar cuestiones de límites contra la Gran Bretaña, dado que también, el señor británico Shomburgk colocó postes divisorios en nuestros territorios. Venezuela protesta y Gran Bretaña desconoció esta colocación, y los quitó; pero burlonamente, ya que venían expandiéndose e invadiendo militarmente. Por eso y mucho más, en 1844, el ministro venezolano ALEJO FORTIQUE, intentando detener la desmedida ocupación, solicita se reconozca el Río Esequibo como línea divisoria entre los dos países y se respetara la Constitución de 1830, cual ya sustentaba el principio del UTIS POSSIDETIS JURIS. En consecuencia las conversaciones fueron suspendidas y ellos siguieron ocupando. Venezuela volvió a protestar, rompió relaciones diplomáticas, y fue Estados Unidos quien intervino proponiendo un arbitraje ante tal agravio, por solicitud de Venezuela. Después de muchas negociaciones, el gobierno de Venezuela CREYÓ que un Tribunal Internacional formado por árbitros de Inglaterra, Rusia y Estados Unidos, sin intervención de árbitros venezolanos, resolverían el asunto; pero fue lamentablemente contradictorio, al llegar a dictar el tristemente célebre "Laudo Arbitral de París" de 1899. Es de entender, que para el momento prevalecieron algunos factores que llegan a determinar la pérdida:
1. La política imperial-colonialista de Inglaterra, que la destacaban como potencia mundial.
2. Las protestas venezolanas, con irrefutables argumentos documentales, históricos y jurídicos, que no le obtuvieron ninguna importancia.
Además, los venezolanos, podemos decir que tenemos otro documento adicional probatorio para determinar la ilegalidad del pronunciamiento del tribunal internacional de 1.899: El Memorándum de Prevost. El difunto Juez Severo Mallet-Prevost, integrante de aquel tribunal, entregó al juez (Schoenrich) un memorándum, a quien pidió no fuese publicado hasta después de su muerte, donde sustenta testamentariamente, que “las decisiones de cuestión fronteriza no fueron decididas sobre las bases del estricto derecho, sino una componenda bajo presiones políticas por parte del Reino Unido de Gran Bretaña, hacia la decisión en unanimidad de los integrantes, a favor de la línea de Shomburgk”, y Prevost se dio cuenta, de que solo él, no podría asumir la responsabilidad para evitar el injusto despojo sobre un territorio que la Gran Bretaña no tenía ni la menor sombra de derecho.
Se reanuda el conflicto, y es para 1963, hecho por primera vez como reclamación oficial ante la organización de las
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