HISTORIA DE MEXICO BLOQUE 3

BLOQUE III

TEMA I

HACIA LA FUNDACIÓN DE UN NUEVO ESTADO

Las dificultades iniciales: bancarrota, desarticulación administrativa, el regionalismo y la competencia por los recursos

• Bancarrota y desarticulación administrativa

A firmarse el acta de la independencia de México en 1821 la nueva nación estaba en bancarrota y ahora tenían en sus manos la responsabilidad de gobernar el país.

Desde fines de la bonanza económica de Nueva España había empezado a decaer como consecuencia de múltiples causas. Las reformas borbónicas habían intentado organizar mejor a Nueva España para extraer mayores recursos económicos de ella, y como medida aplicaron la Real cédula de consolidación de vales reales, esto obligaba a los novohispanos a vender sus propiedades para pagar préstamos a la iglesia. Por otro lado, las constantes guerras y conflictos bélicos en que se había involucrado la metrópoli, además de la invasión napoleónica que sufrió España, obligaron a retirar capitales para las colonias para defenderse. A causa de los once años de independencia las actividades productivas se vieron afectadas como la agricultura, lastimaron severamente el comercio entre distintas regiones; se perdió un gran número de vidas, por lo que la fuerza de trabajo se redujo y para terminarla de acabar, los españoles abandonaron la zona y se llevaron su billete los muy ricachones.

Las dificultades iniciales: bancarrota, desarticulación administrativa, el regionalismo y la competencia por los recursos

Además, la consumación de la independencia no significo la restauración inmediata del orden, por el contrario estaba casi como ahora, el terror reinaba en el país. Los caminos estaban atestados por ladrones que, obviamente, robaban la mercancía que pasaba por los caminos, haciendo más difícil el comercio interno. Además México tuvo que encontrar países para comerciar sus mercancías, que no fuera España, porque durante la época colonial, solamente podían intercambiar mercancías con la metrópoli.

Las finanzas estaban peor que ahora, porque el cobro de impuestos , uno de los muy poco medios de la joven nación tenía para hacerse de recursos, era muy deficiente debido a que estaban muy desorganizados política y administrativa del Estado. Se tuvo que recurrir a pedir préstamos a particulares acaudalados que se hicieron más ricos por los altos intereses que cobraban, además de que se tuvo que pedir préstamos externos para defender a la nación de los intentos de reconquista española.

Las dificultades iniciales: bancarrota, desarticulación administrativa, el regionalismo y la competencia por los recursos

Otra dificultad que se presentaba era la desarticulación administrativa entre el gobierno central y las diversas regiones, ya que las leyes borbónicas habían debilitado el control que la Ciudad de México ejercía sobre las regiones, fortaleciéndolas económica y políticamente. Como los intereses de los grupos poderosos se habían visto afectado por culpa de los borbones, y decretarse una relativa libertad de comercio, se formaron en todo el territorio grupos de comerciantes y hacendados.

La guerra de Independencia había dañado importantes zonas productivas y había profundizado la desarticulación del país, pues la mayor parte de la población se encontraba en pueblos y ranchos, cuya economía era de autoconsumo.

Las dificultades iniciales: bancarrota, desarticulación administrativa, el regionalismo y la competencia por los recursos

• Regionalismo y competencia por los recursos

La regionalización empezó cuando en 1823 Centroamérica, incluido Chiapas, votó por su separación de México. En ese año también muchas otras provincias trataron de organizar sus propios gobiernos y tropas. En casi todas las provincias habían caudillos, autoridades y proyectos regionales en pugna.

En 1824, quedó establecida la primera constitución del México independiente, declarándose que el país sería una república federal, llamada estados Unidos Mexicanos. En este sistema de gobierno, el pueblo elige a sus representantes y el gobierno se divide en tres poderes. Durante la primera república federal los estados estaban encargados de recaudar los impuestos de sus territorios y a entregar una parte de éstos al gobierno federal. Ninguno de los estados cumplió con dicha obligación, pues cada uno pretendía que el dinero recaudado se quedara en su territorio.

Sin embargo, el gobierno federal tenía la responsabilidad de la deuda externa, la defensa del territorio, el orden interno y la obtención de reconocimiento internacional y se carecían de recursos para hacerlo.

La desigualdad demográfica y social

La población del México independiente que era aproximadamente de seis y medio millones de habitantes, de los cuales, el 90% estaba en el campo y el 10% restante se hallaba en las ciudades. Estaba constituida por un millón de criollos, treinta mil españoles, casi tres y medio millones de indígenas y dos millones de personas que correspondían a las castas. La distribución de la gente también era desigual, pues la mayor parte de la población se hallaba en el centro, otra parte considerable en el sur y el norte prácticamente estaba deshabitado.

La estructura social también era muy similar a la que prevaleció durante el virreinato: una minoría económicamente privilegiada, conformada principalmente por criollos y algunos mestizos dueños de algunas minas, comerciantes hacendados, militares de alto rango y los dignatarios de la Iglesia que participaban en los gobiernos, mientras que el resto de la población conformada por indios, mestizos y castas, eran campesinos, peones en haciendas y minas, sirvientes, vendedores ambulantes, etcétera; y vivía en condiciones deplorables y marginada de las decisiones políticas.

La Constitución de 1824 de ese entonces no reconocía a los grupos marginados como inferiores, mujeres, indígenas y grupos de trabajadores pobres continuaban siendo excluidos de las participaciones políticas, y existía una gran discriminación, sobre todo, a indios, negros y castas. Para solucionar estos problemas los intelectuales pensaban que esto se solucionaría con educación y nuevas instituciones.

Falta de comunicaciones en un extenso territorio

En 1821, México contaba con un territorio que superaba los cuatro millones de kilómetros cuadrados, sin tomar en cuenta el territorio de Centroamérica. La gran parte de los caminos construidos por el virreinato se encontraban destruidos, deteriorados o abandonados, principalmente, por la inseguridad y el bandolerismo.

La desorganización administrativa y la difícil situación económica del Estado dificultaban que se destinaran recursos para darles mantenimiento a los ya existentes y

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