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Pensamiento Politico


Enviado por   •  13 de Abril de 2015  •  5.657 Palabras (23 Páginas)  •  331 Visitas

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Esbozo político latinoamericano

I. América y su concepto

La metrópolis española cuando tipificó a América, la concibió como un

mundo atrasado. El norte era establecer la civilidad. El mosaico de culturas y de

lenguas diferentes de América, debía ceder a la idea de progreso y de evolución.

España nunca pensó en la diversidad cultural de las sociedades

indo-americanas. Se habló más bien de Hispanoamérica, y con ello la intención era

resaltar la fuerte influencia y el dominio que el cristianismo y la lengua castellana

habían impuesto en el continente. En líneas generales se puede decir lo mismo para la

cultura brasilera. El portugués era la referencia, las lenguas indígenas sencillamente

no contaban.

La antropología en sus escuelas en América Latina nunca pensó en la

pertinencia de estudíar lo diferente. Los registros simbólicos, espirituales y

lingüísticos de los pueblos indígenas eran considerados irrelevantes, como para

formar parte de un saber que se debía conservar.

El concepto de América Latina subrayó el esfuerzo del pensamiento

metropolitano por conformar un modelo teórico-metodológico que fuera capaz de dar

cuenta del tronco común latino que existía de este lado del mundo. Sin embargo pone

de lado lo referente al legado cultural de los pueblos indígenas y africanos.

Dentro de este mosaico cultural era necesario que la ciencia hiciese un rastreo

minucioso que fuese capaz de dar cuenta del pasado. La historia sin duda no había

comenzado con la llegada del hombre europeo a este continente. La antropología ha

demostrado que antes de la llegada de la cultura europea hubo una larga historia que

se remonta a quince mil (15.000) años.

Los métodos arqueológicos, tanto los experimentos realizados con el carbono

catorce y la termoluminicencia, han demostrado que tenemos una cultura de larga

data. La antropología ha estudíado los pueblos costeros indígenas venezolanos, así

como también la civilización Timoto-Cuica, y otras.

América fue un tipo de sociedad donde la regla fundamental no era la

existencia del Estado Nación; sino que hubo más bien culturalmente centros de poder

distribuidos con arreglo a lo geográfico y a los segmentos culturales. Sin embargo hay

casos diferentes dentro de esa variedad político-estructural como es el caso del

Imperio Inca en donde hubo una especie de Estado Central y un poderío simbólico

atribuibles al Inca y a sus descendientes directos, esto indica la existencia de un

complejo cultural donde la matriz fundamental siempre ha sido el ejercicio del poder.

El mal, la intolerancia y la dominación no provienen tan sólo de la presencia

del hombre europeo en el vasto territorio de América, sino que desde muy remotos

tiempos la complejidad de las culturas demostró diferenciaciones y juegos de poder.

A este respecto se ha hablado –retomando los conceptos clásicos de la filosofía- de la

naturaleza humana y de la condición humana. Es menester revisar la literatura que a

este particular ha legado Hannah Arendt.

Europa siempre ambicionó un pensamiento único. Los pensadores clásicos de

la filosofía concibieron la vida del espíritu como un largo proceso de maduración.

El espíritu absoluto (G.W.F. Hegel) había descendido sólo en las culturas desarrolladas,

los otros residían en la primitividad.

La idea de minoría de edad se impuso. Los indígenas fueron tomados bajo el

cargo y la responsabilidad de las misiones cristianas con el objeto de civilizarlos, este

proceso empezaba enseñándoles la religión cristiana y sus referentes culturales.

Occidente se erigió como la cultura superior. Incluso pensadores como Carlos

Marx, en tesis sumamente discutibles, pensaron que era necesario que la cultura

europea arrasara las formas clásicas de la civilización hindú. Había que seguir las

formas tradicionales de desarrollo del capitalismo. Esas leyes nunca respetaron las

diferencias culturales.

Venezuela es un ejemplo ilustre de cómo los indígenas fueron vencidos con la

cruz, con la pólvora y con los arcabuces, ese proceso se dio dentro de un marco de

resistencia cultural violenta. Las atrocidades más espantosas se practicaron aquí. Los

indígenas eran empalados, como lo refiere Fray Bartolomé de las Casas, eran muertos

para ofrecerle su carne como alimento a los canes de los dominadores. Esto se hacía

porque se consideraba que estos pueblos indígenas no tenían alma, de allí que no era

un problema moral la muerte de estos seres.

Hombres como Fray Bartolomé de las Casas defenderán a los pueblos

aborígenes del genocidio al cual fueron sometidos. La cultura europea practicó no

sólo el genocidio sino también el etnocidio. Producto de que los pueblos indígenas

latinoamericanos comenzaron a diezmarse, se hizo necesario traer la mano de obra

africana. El modo de producción que gobernó a estas sociedades fue el esclavista,

aunque se pueden discutir distintas tendencias en relación a estas

conceptualizaciones.

Venezuela ve emerger la resistencia indígena en hombres como Guaicaipuro,

Tamanaco, Paramaconi, Chacao, Carapaica y tantos otros que sería largo mencionar.

De Guaicaipuro se dio cuenta incendiándole su choza muriendo asesinado bajo el

fuego de los arcabuces. Dos lógicas culturales se enfrentaban, las flechas, cerbatanas

y macanas contra la pólvora, los caballos y los perros. Tamanaco moriría en un

combate desigual contra un Mastín. La civilidad había traído y aportado su violencia.

También las culturas africanas recibirían de lo suyo, el Negro Miguel, en 1515

se levanta en el pueblo de Buria contra Diego de Losada, se declara rey, unge a su

mujer Giomar como reina y a su hijo como príncipe. Este experimento fue

prontamente derrotado por Diego de Losada, costándole la vida a Miguel y a los

suyos. Dentro de la tradición cultural venezolana la figura del Negro Miguel no ha

desaparecido, subsiste en el imaginario religioso tomando su lugar en la santería, la

corte indía y el culto a María Lionsa.

La historia ha demostrado como tenor, que la violencia es una constante en el

proceso de conformación de las sociedades. Carlos Marx dijo en el Manifiesto

Comunista que la historia de la humanidad, no era otra cosa que

...

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