ANALISIS: “INDIA: REFORMISMO, NACIONALISMO Y PARTICIÓN” DE ENRIQUE BALTAR
Enviado por jacgs9309 • 29 de Febrero de 2016 • Resumen • 1.748 Palabras (7 Páginas) • 299 Visitas
UNIVERSIDAD DE QUINTANA ROO
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DEPARTAMENTO DE CIENCIAS POLITICAS Y HUMANIDADES
PROYECTO INTEGRDOR REDACTADO EN FORMATO DE ARTÍCULO DE LAS MATERIAS: ASIA, ÁFRICA Y MUNDO ÁRABE CONTEMPORANEO:
ANALISIS: “INDIA: REFORMISMO, NACIONALISMO Y PARTICIÓN” DE ENRIQUE BALTAR
ESCRITO POR:
CHAN GONZALES JONATHAN ALFONSO
PROFESOR A CARGO:
DOC. JUAN MANUEL ESPINOZA SÁNCHEZ
En esta lectura se puede analizar las posturas de dos tipos de pensamiento y una sensación nacionalista india que quiere ser autentica y deslindarse de la influencia inglesa, pero este proceso fue basado más en principios ingleses que en el mismo sentido de la libertad india.
El Doctor Enrique Baltar nos da una gran explicación de este proceso; de la colonización inglesa, las reformas que india comienza a crear y la partición del territorio en diferentes países que hoy conocemos, separaciones por diferentes ideales políticos, tradicionales y religiosos.
La idea central de este trabajo es procurar hacer un análisis más plural, lo que responde a la complejidad misma de la temática; el nacionalismo religioso se encuentra íntimamente conectado al problema de la interpretación de la cultura y la historia; por lo tanto, son muchas las variables que interactúan en el proceso de formación de nociones y sentimientos establecidos entre la “comunidad” y el Estado-Nación. La elección del tema se justifica, en parte porque el nacionalismo religioso en la India, no se puede considerar como un producto o una construcción en sí misma. Éste, evidentemente es un producto histórico, en el cual interactúan –a menudo de manera contradictoria- diversas categorías, como, por ejemplo; nacionalismo // modernidad, religión // tradición, nacionalismo // comunalismo.
De manera que, el surgimiento del nacionalismo indio debe insertarse en un contexto histórico; el que a su vez remite a tomar en cuenta otra serie de problemas asociados; como lo son: el colonialismo británico, los efectos que éste tuvo en la India colonial y poscolonial, las relaciones de poder político y económico –y sus representaciones simbólicas- en la India antes y después de la Independencia, el problema del comunalismo, la religión como expresión de poder; la influencia del orientalismo y la influencia de las formas de conocimiento de Occidente, etc. De modo que, este tema presenta todo un abanico de posibilidades para ser consideradas, estudiadas y exploradas.
También se debe reconocer que otro elemento que influyó en la elección de esta temática, son los efectos recientes tan lamentables que hemos podido conocer, los cuales son producto de un nacionalismo impregnado de fanatismo e intolerancia religiosa; ¿sin embargo, ante estos acontecimientos vale la pena cuestionarnos si estas manifestaciones son acaso más expresiones de fanatismo religioso e intolerancia? Algunas de estas acciones violentas -entre otras muchas que se podrían citar- son: las recientes destrucciones de las estatuas del Buda en Bamiyan, Afganistán, ocurridas en febrero del presente año; y asimismo las tragedias acontecidas en Bhagalpur en 1989 y la de Ayodhya en 1992. Estos últimos dos conflictos, los que dejaron como saldo la muerte de una gran cantidad de personas, principalmente musulmanes. Las causas de estos disturbios -en principio- se asocian a rivalidades religiosas que a su vez se vincular a la defensa de determinadas nociones de nación. Sin embargo, son principalmente expresión de la manipulación ejercida por organizaciones políticas y religiosas de la extrema derecha india estrechamente relacionada al movimiento Hindutva.
De manera que, este tema es una excelente excusa para procurar ahondar en el problema mismo del nacionalismo. En el caso de la India, Pakistán, Afganistán; sólo por mencionar algunos casos, se muestra un vivo ejemplo de cómo el nacionalismo en interacción con el principio de la “defensa” de la religión; ha mostrado una profunda tendencia a la exclusión y marginación de aquellas personas que no comparten el mismo credo. Asimismo, la destrucción de templos y estatuas, ya sea en nombre del Hinduismo o del Islam, se justifican por agravios anteriores, ya sean ocurridos tan sólo unos años atrás – la destrucción de las estatuas budistas, en febrero del 2001, se ha considerado como una venganza a la destrucción de la mezquita Babri Masjid en Ayodhya en 1992; o bien se justifican por agravios cometidos siglos enteros atrás –este es el caso de la demanda de la extrema derecha hinduista que propició e incitó a la destrucción de la mezquita Babri Masjid-. Además, estas acciones son también expresión de nuevas reinterpretaciones de la historia, las que, a su vez, convocan a la necesaria y justificada “resolución del conflicto”; entre hindúes y musulmanes; resolución que es determinada tanto por la lógica de la leyenda como por la del tiempo realista histórico.
De modo que, parte del proceso de construcción del Estado-Nación, pasa por la definición acerca de “quiénes son” y “quienes no son” miembros de la Nación India, de la Nación Pakistaní o Afgana. En principio, se podría decir que el proceso de definición acerca de quiénes conforman la nación, se relaciona más bien a la categoría de “ciudadanía” que conocemos en Occidentes, la cual se vincula al principio de secularismo. No obstante, en cada uno de estos países a lo largo de las últimas décadas, ha existido una fuerte tendencia a reforzar la idea de que quienes conforman la “comunidad” india, pakistaní o afgana, por citar algunos ejemplos; son o únicamente deben ser, hindúes –en el primer caso- y musulmanes –en los dos casos siguientes -. La insistencia en este tipo de analogías, se puede considerar como una de las causas que explican la relevancia y magnitud de los conflictos comunales en la actualidad y a su vez nos conduce a un problema central dentro del fenómeno del nacionalismo religioso.
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