Adam Smith

“Sobre el valor” David Ricardo

En este capítulo el autor nos expresa que el valor de una mercancía depende de la cantidad relativa de trabajo que es requerida para su producción y no de la mayor o menor compensación con que se pague por ese trabajo.

Una vez que es determinada la utilidad de las mercancías reciben su valor de cambio por 2 factores: por su escasez y por la cantidad de trabajo necesario para obtenerlas. Existen mercancías que están determinadas exclusivamente por su escasez. Esto significa que la cantidad de estos bienes no puede aumentar por medio del trabajo y su valor no se ve reducido por un aumento en la oferta de dicho producto. Este tipo de mercancías representan una parte muy pequeña de los intercambios que se realizan en el mercado. Cuando hablamos del valor de cambio de las mercancías y de las leyes que rigen sus precios relativos, nos referimos únicamente a las mercancías que pueden aumentarse en cantidad por medio del ejercicio de la habilidad humana. Si la cantidad de trabajo realizada en las mercancías rige su valor de cambio, todo aumento de la cantidad de trabajo tiene que incrementar el valor de la mercancía a la cual se aplica, así como toda disminución tiene que reducirlo.

Para Ricardo la remuneración del trabajador no es siempre proporcional con lo que el produce, porque de ser así la cantidad de trabajo gastada en una mercancía y la cantidad de trabajo que esa mercancía compraría, serían iguales, pero no lo son, la primera, en muchas circunstancias, es un patrón invariable que indica correctamente las variaciones de otras cosas; la segunda esta sujeta a tantas fluctuaciones como las mercancías que con ella se comparan

La proporción entre las cantidades de trabajo necesarias para adquirir diversos objetos parece ser la única circunstancia capaz de proporcionar alguna norma para cambiarlos entre si.

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