Administracion En El Mundo
Enviado por bodyelegance • 4 de Junio de 2013 • 14.956 Palabras (60 Páginas) • 341 Visitas
LA ADMINISTRACION EN EL MUNDO ACTUAL (primera parte)
Publicado en la Revista Enfoques de la Editorial La Ley, ediciones de abril 2008 (primera parte) y mayo 2008 (segunda parte)
Por Alejandro González Escudero.
NUEVAS REALIDADES DE LA SOCIEDAD Y LA ECONOMÍA QUE INFLUYEN EN LA ADMINISTRACIÓN.
¿Cómo relacionamos a la Administración con el mundo actual? ¿Influye el contexto sobre la Administración? Y viceversa, ¿la Administración deja su marca sobre el mundo?
Para abordar estas cuestiones miraremos al mundo desde tres perspectivas: Aspectos sociales, económicos y tecnológicos. En cada una de ellas incluiremos algunos temas destacados y su relación con la Administración.
En la primera parte, se tratan las principales tendencias sociales y económicas que marcan la agenda mundial del presente vinculadas con la Administración. En la segunda parte, se analizan los aspectos ambientales y tecnológicos y, además, el rol de la Administración en las peculiares características del siglo que se inicia.
Aspectos sociales:
Demográficos:
La población ha crecido en forma notable en el último siglo. Es esperable que la tasa de crecimiento no se mantenga en el tiempo, pero igualmente muchos observadores entienden que está llegando a los límites de lo que los recursos disponibles en el planeta pueden atender. Ese crecimiento de la población no se da de la misma forma en todas las regiones. Por ejemplo, en los países más ricos (EEUU y Canadá, Europa y Japón) el crecimiento es más lento y se observa un envejecimiento poblacional, ya que la expectativa de vida de la gente aumentó y la tasa de natalidad disminuyó. En cambio, en los países en vías de desarrollo (Europa de Este, parte de Asia, Latinoamérica) la población sigue creciendo a un ritmo significativamente alto (cercano al 3 %). En los países de mayor atraso (África, parte de Asia) todavía la expectativa de vida es más baja y hay una parte muy importante de la población entre niños y gente joven. El crecimiento poblacional supera la tasa del 3 % anual.
Asimismo, el crecimiento no es equilibrado entre personas que habitan en ambientes rurales con respecto a las que viven en ciudades. Se piensa que ya en el año 2007, la mayoría de las personas del mundo están viviendo en zonas urbanas. La tendencia es sorprendente. Ese crecimiento plantea problemas (y oportunidades) dado que el consumo de recursos y los daños ambientales que genera el hombre son superiores cuando habita en las zonas urbanas en vez de hacerlo en las rurales. La vida en ciudad emplea más energía. Y la energía se obtiene -por ahora en una proporción mayoritaria- de recursos naturales no renovables (petróleo y gas), y genera residuos en una cantidad y concentración que provoca serios problemas de contaminación1.
¿Por qué tienen relación estas cuestiones con la Administración? Las empresas, especialmente aquellas que ofrecen productos o servicios masivos, deben atender a las características de la población en los mercados donde actúan. En los países más ricos, habrá en términos relativos más personas mayores de edad, y esto significa gustos, preferencias y necesidades distintas.
Por otra parte, las situaciones que genera la vida urbana, aún las “negativas” que se mencionaron antes, marcan oportunidades, desafíos y nuevas áreas de actividad que las empresas podrán detectar y atender.
1 En la antigüedad, solo la ciudad de Roma tuvo más de un millón de habitantes. Después de ella, recién en 1820 Londres superó esa cantidad. En 1900, había 11 ciudades con más de un millón de personas. En 1950, eran 75. En 1976 ya habían llegado a 191 y en la actualidad son 414 las zonas urbanas de más de un millón de personas. Ver Rifkin, J. “Homo Urbanus”, la nueva especie depredadora”, Diario Clarín, Bs. As. Argentina, 3/12/2006, página 39. La administración en el mundo actual. Alejandro González Escudero. 1
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Minorías:
En casi todas las naciones se observa la presencia de “minorías”, esto es grupos de habitantes que tienen uno o más rasgos diferentes de la mayoría. Los principales atributos con que se identifican las minorías son las diferentes razas, religiones o lenguas.
En el mundo contemporáneo, no se acepta ni la discriminación de las minorías ni que se las fuerce a adoptar las pautas de la mayoría. La discriminación consiste en restringirles oportunidades de desarrollo y mejora. Adoptar las pautas de la mayoría es obligarlos a integrarse abandonando rasgos de su propia identidad.
Por otro lado, hay cambios en las proporciones que los distintos grupos étnicos habitan en cada país. En el caso de EEUU, se estima que en unos años las personas de origen hispánico representarán el 40 % de la población. En Europa crecen las comunidades africanas y asiáticas como consecuencia de la inmigración. En ambos casos, las relaciones se alteran porque los grupos tienen diferentes tasas de crecimiento poblacional (los hispano americanos de EEUU y los africanos y asiáticos de Europa crecen a ritmo más rápido). Así, las poblaciones de las naciones centrales, por ejemplo las de Europa, tendrán una población de origen cada vez de mayor edad y proporcionalmente menor que los que provienen de la inmigración de las últimas décadas.
Desde el punto de vista de la Administración, se debe prever que en las organizaciones se desempeñen personas de distintos grupos y que sean respetadas sus costumbres. Además de existir con frecuencia leyes que prohíben la discriminación, las propias corporaciones suelen tener políticas dirigidas a incorporar a las minorías. La discriminación tampoco debe afectar a personas con habilidades distintas (son quienes tienen, por caso, algún problema motor). Incluso tampoco debe discriminarse por preferencias sexuales.
Culturas y religiones:
Desde la época de la historia moderna hasta el presente (siglo XV a la actualidad) la cultura de los pueblos europeos se ha expandido por el mundo y se ha tratado de imponer, de distintas formas, a las demás. Esa misma cultura, creó, con el tiempo, parámetros de respeto a las otras culturas y religiones. El pensamiento occidental, hoy por hoy, no tolera “imponer” la propia visión del mundo a los demás. Este fenómeno del multiculturalismo o relativismo cultural, debería ser una base de convivencia entre personas distintas. Sin embargo, los hechos muestran que está lejos de ser así.
Muchos pronostican para los próximos años enfrentamientos, con distinto grado de dureza, entre culturas o civilizaciones diferentes, como por ejemplo, los occidentales con el islamismo2, o la competencia, por caso, de occidentales con chinos.
En la Administración, estos temas no pueden soslayarse. Las costumbres
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