Análisis de la monumentalidad del Palacio de Knosos analizando su forma, organización espacial y aportes constructivos

Análisis de la monumentalidad del Palacio de Knosos analizando su forma, organización espacial y aportes constructivos

Durante la época Neo palacial caracterizada por ser un periodo pacífico y lleno de esplendor surgieron varios palacios en la Isla de Creta, la más grande del Egeo, que se constituyeron como centros administrativos y residencias nobiliarias. Entre estos, en orden de importancia y emplazamiento se encuentran: Knosos, Festos, Malia. El Palacio de Knosos, descubierto por el arqueólogo Sir Arthur Evans, se ubica en una superficie de llanuras amplias y fértiles delimitado por montañas, en la colina de Kefala. Esta compleja civilización urbana, que se basó en gran medida en el comercio marítimo y abarcó una extensión de 17 400 m2 de terreno construido, fue reino del soberano Minos que gobernó con justicia y bondad.

Al observar el complejo palacial, nos es fácil distinguir una composición laberíntica del palacio que no sigue un patrón establecido y que fue escasamente planificado. Algunos de los edificios del palacio se rigen por formas bastante sencillas e irregulares (ortogonales y rectangulares) que se fueron fusionando entre sí en el tiempo y se adicionan según las nuevas demandas espaciales que surgieron. Se percibe un amontonamiento de plantas y semiplantas; una gran diversidad de elevaciones hechas con elementos dispares y una aglomeración de viviendas alrededor S-O del palacio que probablemente aparecieron tras una gran destrucción que hubo del Palacio debido a un fuerte terremoto. Por otro lado, las periferias nunca estuvieron delimitadas por murallas, es por ello que se facilitó el flujo y reflujo de bienes y hombres por cuatro accesos orientados con los puntos cardinales donde cada ruta te conlleva a un propileo (ver img. 1) es decir “una continuación de los caminos de acceso al palacio, decorados con estucos murales” (Alegre y Gómez, 2007, p. 261). y serie de columnas dirigidas hacia el eje central que regula todo el conjunto palacial: El Patio, ubicado al centro del palacio y de forma rectangular. Asimismo, “los palacios se situaban en pendientes o en terreno plano. Y la naturaleza del lugar era respetada, incluso celebrada” (Kostof, 2007, p. 191). Es por ello que la construcción del palacio está llena de movimiento ya que se sitúa en pendientes poco pronunciadas que generan caminos no rectos conectados por escalinatas. Los edificios, tienen máximo tres pisos y las alturas de los pisos varían entre 3 o 4 metros por nivel, dependiendo de la ubicación, función empleada o  clasificación jerárquica.

El palacio, se puede considerar como una composición acumulativa que se organiza a través de corredores que te distribuyen desde los accesos exteriores hacia el interior del palacio, tienen una estructura compleja y una organización centrífuga, es decir que parte del centro donde se ubica un gran patio central, multifuncional, de forma rectangular (orientado de norte a Sur) que principalmente ilumina, ventila y da mayor jerarquía a las estancias que se distribuyen alrededor. Entorno a este, aparecen un conjunto de estancias yuxtapuestas, es decir ubicadas una al frente de la otra que se agrupan por zonas funcionales de uso ceremonial, administrativo, religioso o doméstico. Organizados en dos sectores Oeste y Este. “La mitad occidental a su vez está dividida por un pasillo en dirección norte-sur que separa a una hilera de almacenes de una serie de habitaciones ceremoniales más elevadas, que incluyen el famoso salón del trono. La mitad oriental está dividida por un pasillo que corre en dirección este-oeste, y al norte del cual están los talleres de los artesanos de palacio, y al sur, los aposentos de la familia real” (Kostof, 2007, Historia de la Arquitectura, p. 193, Madrid, Alianza Forma). Por ende, el sector Oeste estaba generalmente destinado al culto y al uso oficial administrativo; mientras que, el sector Este, a las residencias nobiliarias y talleres.

La monumentalidad del palacio de Knosos se refleja en la esmerada y detallada elaboración de sus sistemas constructivos y gran variedad de pinturas mural que decoran los pasillos y estancias reales o ceremoniales. Los minoicos, a pesar de su disposición espacial des homogénea, determinaban antes de elaborar un espacio: dónde disponerlo, cómo componerlo y para qué o quién querían que sea ese espacio. Ellos decidían que fin y uso emplearían para cada espacio y los detalles y acabados, reflejaban mayor importancia. Por ejemplo, el ingreso oficial del lado oeste es considerado monumental ya que la siguiente fachada muestra una cuidadosa y dedicada elaboración de muros lisos hechos con alabastro (piedra blanca y traslucida fácilmente maniobrable) donde pintaron un hermoso mural en homenaje al toro, su símbolo de admiración; mientras que el otro tipo de muro que usaban era el típico rugoso, de uso común destinado a almacenes o talleres. Otro aporte constructivo es que los minoicos, en la medida de lo posible, aprendieron a combatir algunos de los continuos temblores en la isla, construyendo el palacio con ladrillos y madera ciprés para generar mayor resistencia. Otro aspecto importante es que colocaron un gran número de patios y tragaluces (ver img. 2) entre las habitaciones que brindaban luz y ventilación a los espacios, evitando a su vez, colocar ventanas ya que un palacio debía brindar suma privacidad. Siendo sede de la realeza idearon baños que contaban con un sistema de canalización de aguas residuales y desagües, que pasaban por tuberías (ver img. 3) por todo el palacio, además de un sistema hidráulico que abastecía el agua fría y caliente.

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