Arquitectura: El Signo

Signo

Para poder definir lo que es un signo es necesario recurrir a la ciencia que estudia la interpretación que este puede llagar a tener, la semiótica, la cual ha sido analizada a lo largo de la historia, empezado en la antigua Grecia con Aristóteles y Plantón quienes expresaban una diferencia entre signos naturales y signos convencionales (Humanos), este primer pensamiento da una idea que un signo es una asociación de imágenes, sonidos y lenguajes entre si para dar un valor a un objeto.

Pasando a cuestiones de la arquitectura, la edificación realizada se convierte en el signo, el cual debe de transmitir una serie de ideas que permitan a quien lo observe y por supuesto a quien lo habite el desarrollo de un concepto claro y preciso el cual pueda asociar a este, es decir, se sienta identificado y pueda crear emociones y sentimientos sobre el, para que así no pase desapercibido.

Al crear un signo a partir de la arquitectura, debe de contemplarse diversos factores, por ejemplo el entorno social, el entorno económico. La arquitectura permite la relación entre muchas disciplinas por un bien común, la creación de estos signos, es decir, la creación de objetos arquitectónicos , debe tener el propósito siempre de una mejora , permitir que lo nuevo surja y no quedarse estancado en las aparentes reglas ya establecidas e inamovibles, las edificaciones deben de dar una identidad y deben de ser comprendidos, en relación a lo anterior es necesario aclarar que no todos los objetos comunican pero si todos significan.

Un objeto de uso cotidiano llega a pasar desapercibido, como por ejemplo una casa habitación e incluso un edificio, sin embargo si se logra que quien vea a estas edificaciones como simples y sin ningún valor, las observe desde otra perspectiva, logre tener una concepto y tenga un sentido de pertenencia hacia ellos se estará creando un signo arquitectónico, para lograr esto, desde un particular punto de vista, es necesario realizar un mezcla entre conocimientos arquitectónicos y el entorno social, pues si la gente logra ver lo que quiere ver en la edificación muy probablemente la adopte como suyo y así no pase en el anonimato.

Un objeto arquitectónico puede perder su función original, es decir no cumplir con el objetivo para el cual fue creado, pasando a tener otra función principal, pero conservando la relación usuario-objeto, la construcción ha pasado a ser un signo pues sigue siendo aceptado y tiene una interacción. Lograr que una obra arquitectónica se mantenga en el tiempo dependerá en gran parte del significado que esta tenga.

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