Brincar El Cerco

Romper el cerco

La impotencia que impera ante esta situación entre otras, que se viven en nuestro país es difícil de sobrellevar como ciudadano, como persona, la incapacidad de entender las partes, porque se ve claramente la injusticia, el descaro, el cinismo de la parte política, de la parte que se supone o supuestamente impone el orden, más que orden imponen miedo al ciudadano.

Donde quedan las palabras libertad y justicia, cuando únicamente lo que se pide es conservar sus tierras, su fuente de ingreso, lo que le gusta hacer.

Continuaremos soportando estas situaciones mientras nosotros como ciudadanos no hagamos nada, pero es imposible si unos aceptan o la gran mayoría acepta la corrupción que existe en el mismo gobierno, y que en ocasiones involucra al mismo ciudadano.

Los campesinos lo único que pedían era conservar sus tierras y ante la falta de una solución hacen justicia con su propia mano, cuando se pudo habérseles tomado en cuenta por medio de la palabra, se hubiese tal vez solucionado o en su caso llegar a algunos acuerdos con beneficios para todos.

Si no se tiene la capacidad de gobernar a un pueblo, ¿Cómo se asegura que se podrá gobernar a un país?, si no nos sabemos escuchar entre nosotros, ¿ Cómo vamos a escuchar al mundo?.

Muchos actos quedaron impunes, muertes, violencia, violaciones, daño moral, la sangre que corrió.

La política viva corrupción, vivo cinismo que solo busca su propio beneficio, quienes para ahí se encuentran, los medios de comunicación que también se encuentran involucrados, no se puede tapar el sol con un dedo, ni ocultar lo que claramente se ve:

La incapacidad para gobernar el país.

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