COMPARATIVO MODERNIDAD Vs POSMODERNIDAD EN BARRANQUILLA

MODERNIDAD Y POSMODERINAD EN BARRANQUILLA

MODERNIDAD POSTMODERNIDAD

Algunos historiadores dicen que la modernidad a Colombia entró por Barranquilla, debido a la multiplicidad de extranjeros que entraron por el puerto.

En el campo arquitectónico, según algunos cronistas del siglo XIX y principios del XX, lo construido en Barranquilla, es moderno, inclusive en lo que se denomina su centro histórico. A diferencia de otras ciudades colombianas, no tiene ninguna relación con lo colonial.

La construcción del Ferrocarril (1869-1871), la adecuación del puerto marítimo y la construcción de los edificios para uno y otro, que dieron entrada a técnicas materiales asociados con los avances modernos en el transporte, se evidencia también en las instalaciones de algunos servicios públicos, como la construcción para el tranvía, el cementerio, el acueducto, entre otros.

Recién terminadas las guerras de independencia, la atracción de la incipiente población y su territorio, sólo podía radicar en la del reto para vencer dificultades y establecer cualquier empresa, pero, así mismo, en medio de una gran libertad para iniciarlas, los pequeños talleres de manufactura se convirtieron en verdaderas industrias productivas, como la fabricación de calzado, jabón, velas.

Barranquilla pasó de un crecimiento poblacional mínimo en el comienzo del siglo XIX a una tasa creciente hacia mediados y acelerada desde finales del mismo, hasta bien entrado el siglo XX.

El rol de los extranjeros fue decisivo en cuanto a técnicas y a tecnología, a maquinaria y capital para financiar proyectos. Complementariamente se construye el muelle de Puerto Colombia.

La vida social de los habitantes de Barranquilla en la última década del siglo XIX, según se infiere de los cronistas de la época, tuvo ámbitos de expresión en el espacio público, en los recintos cerrados pero públicos y en el ambiente privado de la vivienda, aislada del bullicio urbano. Esta segmentación tiene relación con la consolidación de capas sociales o grupos de habitantes sectorizados por varias razones.

De la clasificación de clases a mediados del siglo XIX, resulta una estructura piramidal que da a la primera clase el 5.7% (la más pudiente de comerciantes y transportadores), a la segunda 10.4% (tenderos pulperos y propietarios de talleres) y a la tercera 83.9% (Zambrano, 1997).

La caracterización de clases da paso, a finales del siglo XIX, al fortalecimiento de los clubes sociales que venían funcionando esporádicamente desde los años de la década de 1870.

Barranquilla contaba con grupos de profesionales y colonias de extranjeros, quienes crearon los primeros clubes de la ciudad y a partir de ellos, promovieron actividades sociales, culturales, para miembros y población entera.

Desde los años 70 y 80 los inmigrantes se consideraron embajadores de sus respectivos países y asumieron como propia la situación europea o norteamericana, a pesar de la distancia, para impulsar, con base en ello, accione educativas y culturales enmarcadas dentro de esa consciencia. Así mismo la literatura de vanguardia era conocida y leída por parte de algunos grupos de líderes culturales al final del siglo XIX.

En Barranquilla, en el Camellón Abello, era un lugar de recreo y solaz de la sociedad en las noches de los jueves y domingos, cuando la banda militar tocaba retretas y todas las noches puntos de tertulia y cita para comerciantes industriales, políticos y notables (Palacio, J. 1886)

Se establecieron colegios laicos.

Se fundaron 45 periódicos y se editaron 63 publicaciones periódicas.

El cine arribó en la primera década del siglo XX.

La vida nocturna en las calles principales y en los clubes y salones de los hoteles era muy común, propiciada por las condiciones más benignas de clima durante las noches y por la constante llegada de nuevos viajeros que querían conocer la vida y costumbres en la ciudad.

Tomado de: Caballero, J.E. (2000) Barranquilla y la modernidad. Un ejercicio histórico. Universidad Nacional de Colombia.

La realidad posmoderna, según Cros (1999) se mueve entre la civilización y la barbarie, como sistema semiótico-ideológico que se impone en la mente y en la interacción de los personajes con el mundo de la tecnología y los medios de comunicación. La caracterización de la mujer posmoderna como ser muy exitoso, pero profundamente infeliz

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