Modernidad Y Posmodernidad
Enviado por tanzaemparanza • 24 de Mayo de 2014 • 1.906 Palabras (8 Páginas) • 360 Visitas
Modernidad y Postmodernidad
Introducción
La modernidad y la postmodernidad son periodos, por decirlo de alguna manera, de acción y reacción, disimiles entre sí y que marcan una respuesta crítica de uno sobre otro. El primero nace como una reacción a los conceptos que construyen a la sociedad en su época anterior, y que caracteriza a este periodo por su capacidad para generar grandes cambios en todos los aspectos de la sociedad. Este período deconstruye y modifica las bases culturales del mundo. La postmodernidad en cambio, es una respuesta crítica a los postulados inconclusos de la modernidad, una especie de letargo de los ideales plasmados en la época moderna, los cuales no se vieron reflejados en acciones concretas, sino en el deterioro de los ideales que se declamaron en aquel periodo.
Si bien, la modernidad es una reacción constructiva frente a la realidad que se presentaba en el renacimiento, la postmodernidad se plantea como una reacción apática y desgastante de las promesas inconclusas de los idealismos del modernismo, cambiando el paradigma en la concepción de la cosmovisión del mundo volcándose al individualismo y el yo, como motor de la realización del hombre.
Desarrollo
Para aclarar las diferencias entre un período y otro, debemos primero marcar el cambio de paradigma que hace, a la sociedad de la época, girar desde una visión teocéntrica (con toda la carga ética y valórica que conlleva la construcción social de esta concepción), a una visión más homocentrista y racional, en donde el hombre busca tomar el dominio de sus acciones hacia una búsqueda concreta de su propia realización y progreso.
El concepto que mejor refleja el sentir de la edad media nos lo indica (Roa, 1995) el hombre medieval creía estar de paso en el mundo a fin de ser probado sobre si era digno o no de merecer la otra vida, la salvación. Esta concepción fija la realización del hombre en la otra vida, destinando a esta como un camino de prueba que pudiese verificar sus aptitudes para merecer la felicidad. Este concepto se comienza a destruir, primero, con las observaciones al clero que hace Martín Lutero, y después con las ideas que se expandieron a toda Europa con la revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad) y Napoleón en su intento por dominar Europa, expandiendo también aquella premisa.
Una vez entendido que el hombre es un ser inteligente, autónomo y sobre todo social capaz de generar sus propios cambios; la modernidad comienza a tomar forma, dando luces de esperanza que generarán cambios sustanciales en la constitución político-social de la época. Toda construcción política hecha en la edad media es cuestionada, desde las monarquías hasta el papel del clero en la sociedad, y a esta conformación social el hombre moderno responde con una revolución que cambia el giro de la historia. La razón comienza a tomar un lugar para construir un nuevo mundo, y en esta se basa la modernidad para generar los cambios desde las mismas ideas. Rosseau postula algunos puntos que marcan la preponderancia de la razón en la época moderna, donde marca, primero una creencia absoluta en ella para conocer la verdad; segundo, que esta se traduzca en fórmulas marcadas por la objetividad, desdeñando lo subjetivo; también indica a la libertad como fundamento básico para que el hombre rija su destino; y declara la superioridad del hombre y a la democracia como la mejor forma para construir una sociedad justa.
De esta forma la modernidad, afirmada en la razón, genera cambios sociales en la constitución política de los estados. Es en este momento histórico donde se separa la iglesia del estado, nace el estado-nación y se produce la negación de lo místico y sagrado del universo. Este cambio de paradigma provoca una nueva visión del mundo, entendido desde la reflexión y la racionalización de toda actividad del hombre en sociedad. La razón, por consecuencia, impulsa al progreso del hombre, generando una nueva visión del mundo, y sobre todo, de la participación del hombre en el estado, dando inicio a las constituciones nacionales provenientes del pueblo y el cooperativismo social. En esta época el hombre no solo es visto como un individuo, sino en su relación con la naturaleza y sobre todo con los otros al conformar como sociedad.
Pese a estas buenas intenciones, la dirección de un mundo basado en la razón y en el proceso que este pudiese generar, en la actualidad, ha sentido vivamente la crisis de la filosofía moderna, el agotamiento de su impulso inicial y la clausura de sus posibilidades (Innerarity, 2007). El descontento ante la imposibilidad de generar los cambios prometidos, genera en el hombre el sepultar los postulados de la modernidad, rechazándolos de base. La modernidad no satisface las expectativas de una época, muy por el contrario, el hombre asiste a una degeneración de los procesos sociales primeros y a una degeneración de los valores que provoca un cambio de paradigmas a fines del siglo XX.
La filosofía de la postmodernidad parece ser algo más que la toma de conciencia de la crisis del pensamiento moderno. El análisis de dicha crisis no tiene como consecuencia una rectificación - cuya necesidad me parece fuera de toda duda - sino una auténtica despedida de la modernidad. (Innerarity, 2007)
Ante este descontento, el hombre postmoderno deja su rol social y asume que el mundo ya está construido y que no puede ser cambiado desde ningún punto de vista. El impulso social que generó la razón y que impulsó revoluciones tecnológicas e ideológicas en pos de mejoras de las condiciones sociales; en la postmodernidad, se volcó hacia una actitud individualista como motor de la realización. En la postmodernidad la realización ya no es colectiva, sino intimista. El hombre no cree que un cambio social sea posible, sino la transformación del yo, es la única vía hacia este cambio. Este cambio se genera desde el yo para posicionarse sobre el otro, pues ante la imposibilidad de cambiar el mundo, el hombre postmoderno se da a la idea de cambiar al menos el suyo propio,
...