CONSECUENCIAS DEL PARO AGRARIO (corrección)

CONSECUENCIAS DEL PARO AGRARIO (corrección)

Costos de fertilizantes, falta de crédito, aumento en importaciones y contrabando fueron las quejas y preocupaciones que los cafeteros expresaron desde qué se firmó el tratado de libre comercio en Colombia. Por tal motivo, en el primer semestre de 2013 los cafeteros hicieron un paro, qué abrió el camino para que los campesinos de la región del Catatumbo, luego los mineros informales, camioneros y trabajadores de la salud, estudiantes universitarios se juntaran y convocaran el paro agrario el 19 de agosto pasado.

En los primeros días de protestas se vivió bloqueos viales por campesinos y enfrentamientos con el Esmad de la policía en algunas ciudades de Colombia; Pero el 29 de agosto, día que se sustituyó el inconformismo y la rabia en violencia, hubo destrozo en locales comerciales, saqueos a los supermercados, furia de usuarios del  transporte público no por los campesinos, sino por vándalos quienes tienen alguna deuda con el gobierno. Por tal motivo, el  presidente ordenó la militarización de Bogotá, que dejó 4 muertos, más de 200 heridos y 512 detenidos.

 Al finalizar el paro agrario, hubo un acuerdo entre el Gobierno Nacional y los líderes de la protesta campesina, donde los compromisos fueron bajarles el precio a 23 productos, salvaguardias para productos para contrarrestar importaciones de la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur, pasando por actualización de medidas sanitarias y fitosanitarias, compensación económica por ingreso de productos como papa y leche por medio de los TLC.

Con el paro agrario quedó al descubierto la debilidad institucional de los gremios agropecuarios de Colombia, pues el gobierno negocia con productores no asociados, y la incapacidad del gobierno de anticiparse a los problemas y buscar soluciones. Con todo y eso, aún el campo colombiano arrastra serios asuntos estructurales que los distintos gobiernos no han logrado superar, como las detestables vías para sacar los productos del campo o las fallas en la cadena de comercialización en la que el campesino es el más débil.

Para evitar otra tormenta, el gobierno debe elaborar una política rural explicita, en donde quepan los 11 millones de campesinos pobres, la producción mediana y los grandes empresarios y además se establezca claramente las interrelaciones entre estos sectores.

Concluyendo, el paro agrario dejó tres retos en los que el gobierno tendrá que trabajar si pretende reelegirse: la coherencia y personalidad de su discurso, el ejercicio del poder y su manera de enlazar con la humanidad que ya al menos el gobierno reconoció que durante 50 años el campo se ha abandonado por el estado, por lo tanto, se comprometió a formular una política pública para el agro.

...