CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE PINTURA MURAL

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CAPÍTULO 2:

MARCO CONCEPTUAL

CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE PINTURA MURAL

1. Metodologías aplicadas para la conservación y restauración de Pintura Mural

1. Cartas y recomendaciones para la conservación del Patrimonio

1. La Carta de Venecia 1964
2. La Carta de Burra 1979
3. La Carta de Cracovia 2000

1. Conceptualización

1. Conservación
2. Restauración
3. Diferencia entre conservación y restauración
4. Conservación preventiva

1. Metodología para la Conservación
2. Metodología para la Restauración

2. METODOLOGÍAS APLICADAS PARA LA CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE PINTURA MURAL

2.1. Cartas y Recomendaciones para la conservación del Patrimonio

             Las cartas y recomendaciones surgieron a partir de la necesidad de conservar lo cultural, en cuanto al interés por preservar el patrimonio actual. Las intervenciones recibidas tienen terminologías como un apartado procedente de mencionados análisis e interpretaciones, la ciudadanía conoce lo que se restauró o conservó, más no cómo se lo realizó.

2.1.1. La Carta de Venecia

La Carta de Venecia (1964) define y formula en conjunto cada apartado sobre conservación y restauración de monumentos, los mismos que requieren de más de una disciplina para actuar ante una intervención y que pueden ser interpretados por cada institución cultural con el único fin de salvaguardar el patrimonio histórico. Según el Artículo 2º “La conservación y la restauración de los monumentos es una disciplina que requiere la colaboración de todas las ciencias y de todas las técnicas que puedan contribuir al estudio y a la salvaguarda del patrimonio” (Segundo Congreso de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos en Vencia, 1964, p.2). 

Considerando los estudios relacionados y las técnicas necesarias para intervenir en un bien patrimonial de forma exhaustiva.

2.1.2. La Carta de Burra

             Intervenir los bienes tangibles o intangibles es de vital importancia para la identidad de la población tanto territorial como culturalmente, puesto  que enriquece el contexto propio de la zona; según su enunciado, conservar un sitio histórico debe tener en cuenta todos los ámbitos necesarios para protegerlo sin afectar su estructura original o intentar cambiarla lo menos posible, devolviéndole originalidad, utilidad, funcionalidad y manteniendo su identidad cultural (ICOMOS Australia, 1999).

2.1.3. La Carta de Cracovia

En base a las recomendaciones de la Carta de Cracovia, la conservación a largo plazo es aquella intervención denominada restauración, de aquí se puede partir con los métodos para la gestión, las técnicas apropiadas y el conocimiento del monumento; para ello se debe examinar el estudio gráfico, estructural, histórico, artístico, cultural y otros, que ayudarán al respectivo análisis del sitio a ser conservado (Cracovia, 2000).

2.2. CONCEPTUALIZACIÓN

             Al hablar de conservación y restauración para el presente tema se debe tener en cuenta los conceptos con significados relacionados a pintura mural o arte, de esta manera se determina los siguientes conceptos:

2.2.1. Conservación

             Se entiende como el proceso de degradación de un elemento “estimado como arte” no siempre debe ser eliminado, sino más bien tratado mediante algún método de conservación. Según los artículos de la Carta de Venecia, un bien patrimonial es inseparable de la historia y el contexto en el cual está emplazado, no puede tolerarse el cambio del elemento a menos que la misma intervención lo exija y la disposición de la autoridad competente lo justifique, además esto comprende los elementos como escultura, pintura o decoración (Segundo Congreso de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos en Vencia, 1964).

             Posteriormente el apartado de Martiarena (1992) Conservación y restauración, interpreta que conservar es aceptar el deterioro de cualquier tipo de obra ya sea monumental o artística. “Es el tratamiento que recibe un objeto para eliminar todo proceso de degradación que pueda deteriorar la obra y para protegerlo ante futuras alteraciones, aceptando artísticamente el estado fragmentado de la obra”(Martiarena, 1992, p.209).

De acuerdo al enunciado se corrobora que conservar es la etapa de salvaguardar un bien material aceptando el estado de deterioro del elemento haciendo referencia a la “pátina”, de tal forma que perdure en el tiempo sin descomponer su valor histórico, así mismo aclara la necesidad de valorizar la conservación preventiva respecto a las obras de arte, como lo es la pintura mural.

2.2.2. Restauración

             Se considera el restauro como una intervención imprescindible para conservar un bien material. Según Brandi (1995) la necesidad de la restauración va a la par con la obra de arte siendo condicionada por la misma, afirma además que es el proceso de reintegrar una obra al reconocimiento colectivo otorgado por la mediación humana. Posteriormente la obra de arte parte de dos puntos importantes: lo estético, haciendo referencia a la calidad artística y lo histórico, que se basa en el tiempo y lugar en el cual fue realizada la obra. Entonces Martiarena (1992) Conservación y restauración, explica que: “El restablecimiento de la unidad potencial de la obra de arte, mientras sea posible alcanzarlo sin cometer una falsificación artística, ni histórica y sin borrar las huellas del paso del tiempo a través de la obra”(Martiarena, 1992, p.211).

Conjuntamente hacen referencia a intervenir un bien material de modo que no se altere, ni mucho menos se elimine la evidencia histórica del elemento, el mismo que reflejará su autenticidad a través del tiempo.

2.2.3. Diferencia entre conservación y restauración

             Teniendo como referencia el apartado de Martiarena (1992) Conservación y restauración, el siguiente extracto:

“La conservación se abstiene de toda añadidura que tendería a completar la obra de arte en tanto creación artística. […] Se ocupa en primer lugar de los datos técnicos del problema, y sobre la parte artística, acepta eventualmente el estado fragmentado de la obra” (Martiarena, 1992, p.209).

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