CONTEXTO HISTÓRICO, LATINOAMERICANO Y ESPECIALMENTE ARGENTINO ENTRE LOS AÑOS 1982 Y 1985

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· ·Contexto histórico en ARGENTINA:
- 1982. La gran guerra de Malvinas: Se desarrolló entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio, fecha acordada del cese de hostilidades en Malvinas, aunque los británicos invadieron las Islas Sándwich del Sur y el 20 de junio desalojaron las instalaciones de la Base Corbeta Uruguay de la Argentina.
El origen de la guerra fue el intento por parte de la Argentina de recuperar la soberanía de los archipiélagos australes. Después de 74 días de lucha, los ingleses salieron victoriosos y se adjudicaron el dominio de las islas. El saldo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.
-1983. Elecciones presidenciales: El 30 de octubre fue la fecha establecida para realizar las elecciones. La campaña se había lanzado el año anterior (1982), poco después de la derrota en la Guerra de Malvinas.Como venía sucediendo desde 1946 la mayoría de la población dividía sus simpatías entre peronistas y radicales. Finalmente, la Argentina vuelve a la democracia en las elecciones para presidente en donde triunfó Alfonsín (socialdemócrata) con un 51% de los votos, contra un 40% de Luder. El resultado fue una sorpresa para la mayoría de los observadores, ya que el radicalismo nunca le había podido ganar una elección al peronismo.Ni bien asumió como presidente, Alfonsín emprendió dos grandes políticas: El enjuiciamiento de las juntas militares que gobernaron durante la dictadura -salvo la última-, a cuyo fin creó la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) y de los líderes de las organizaciones guerrilleras, una postura que tomó el nombre de teoría de los dos demonios. Y la segunda gran política fue la reforma de la ley sindical de la dictadura, lo que hizo sin consultar con los sindicatos.
Alfonsín también le aceptó la renuncia a todos los miembros de la Corte Suprema de Justicia y designó a otros cinco reemplazantes.
-1984. Informe de la CONADEP, “Nunca más”:  Luego de entrevistar a miles de testigos y reunir gran cantidad de documentación, la CONADEP difundió sus hallazgos mediante un programa televisivo que tuvo récord de audiencia el 20 de septiembre, en el que presentó al presidente Alfonsín su famoso informe titulado “Nunca más”, editado por Eudeba. El informe documentó miles de casos de torturas, desapariciones y violaciones de derechos humanos que sacudieron por su horror la conciencia de la población. La investigación aseguró la desaparición de más de nueve mil personas e instauró la frase "Nunca Más". Sobre la base de la investigación realizada por la CONADEP, se abrió el camino para enjuiciar a las juntas militares, con excepción de la última.
En 1984 también tuvo lugar el conflicto de Beagle entre Argentina y Chile, sobre la taza de la boca oriental del canal. El conflicto tras dos tercios de siglo de disputa se solucionó cuando el gobierno argentino aceptó la propuesta de la Santa Sede que reconocía la frontera trazada por el Laudo Arbitral en el canal; otorgaba las islas en la mitad norte (la mayor parte del territorio marino en disputa) a la Argentina y las islas en mitad sur a Chile, dándole el derecho a navegar a ambos países.
-1985. Juicios a las Juntas Militares:Luego de una considerable puja con los tribunales militares que se mostraban reacios a iniciar el juicio, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal decidió desplazar al fuero militar y asumir la causa. El juicio oral se inició el 22 de abril y la sentencia se dictó el 9 de diciembre. Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera fueron condenados a cadena perpetua; Roberto Eduardo Viola a 17 años de prisión; Armando Lambruschini a 8 años; y Orlando Ramón Agosti fue condenado a 4 años y 6 meses. Fueron absueltos los demás miembros de juntas (Omar Domingo Rubens Graffigna, Basilio LamiDozo, Leopoldo Fortunato Galtieri y Jorge Isaac Anaya). La Corte Suprema con posterioridad reduciría levemente las penas de Viola y Agosti.

·Contexto histórico a nivel MUNDIAL y LATINOAMERICANO:

La década de 1980 fue la última etapa de la “Guerra Fría”, que contaba con dos personajes principales; Margaret Thatcher (Primer ministro de Gran Bretaña) y Ronald Reagan (presidente de los Estados Unidos en ese momento), cuyas posiciones eran conservadoras. Ambos, coincidían en que el orden político y económico eran las bases del neoliberalismo que se iniciaría luego de la caída de la Unión Soviética. Estas posturas conservadoras fueron los factores que condicionaron al cambio que se estaba viviendo, al mismo tiempo, en América Latina, que, debido a la constante incertidumbre, se limitó su crecimiento. Ya que, en esos momentos, se generó a nivel internacional una inestabilidad económica importante.  Las economías de los países desarrollados fueron reestructuradas para volverse más competitivas y también, por el aumento de las tasas de interés, se provocó el cese del ingreso de capitales a los países del llamado “tercer mundo”. Por el contrario, hubo una transferencia de capitales por intereses de deudas de países pobres hacia los ricos, logrando que los países de más bajos recursos no puedan conseguir las divisas para pagar. Aprovechando la situación, el FMI (Fondo Monetario Internacional) otorgaba préstamos a los países más endeudados para que pudieran pagar la deuda, y monitoreaban a los mismos para controlar que cumplieran con sus pagos. La acumulación de la deuda externa se prolongó varios años.
En 1982, el secretario de Hacienda de México, Jesús Silva-Herzog Flores, afirmó que el país ya no sería capaz de pagar su deuda. En ese momento se desató una crisis aún mayor ya que los mercados internacionales de capitales se dieron cuenta que América Latina no podría pagar sus préstamos. Este incumplimiento de México provocó que los bancos comerciales redujeran o detuvieran la entrega de nuevos préstamos en toda América Latina. Y, debido a que los prestamos eran de corto plazo, su refinanciación rechazada fue seguida de la crisis. Los bancos tuvieron que reestructurar las deudas para evitar el pánico financiero, lo que supuso nuevos préstamos con condiciones muy estrictas, como la exigencia de que los países deudores aceptaran que el FMI interviniera.

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