CONTRADICCIONES ECONOMICAS

Las contradicciones económicas y financieras impusieron su predominio en la discusión político/económica de la época. Estos desequilibrios se encontraron como “huecos, huecos en la estructura productiva, condensados con virulencia en el balance externo y huecos en la existencia social, plasmados en la desigualdad y la pobreza de las masas que seguía cambiando después de décadas de crecimiento acelerado.

Desde el Estado se pretende retomar el crecimiento estable, ampliar y restaurar la legitimidad política, modernizar estructuras y actitudes sin dañar los acuerdos básicos, avanzar la presencia soberana del Estado en el mundo. En una palabra: realizar una transición indolora.

Se encontró una solución pragmática: caminar por la vía de la adición sin que pudieran abrir pasó a una efectiva revisión de estructuras e instituciones, se expresó en un mayor adeudamiento, menos capacidad de convocatoria corporativa, más compromisos externos sin contraparte interna: rumbo a una situación de suma cero.

La reforma económica y estructural de la sociedad se muestra inviable sin una efectiva reforma del instrumento estatal y las decisiones y acciones dirigidas al cambio desde el Estado si son capaces de precipitar, en cascada, unas reacciones “asistemáticas”.

La quiebra del modelo es también la de un compromiso político/social de largo aliento, a lo que luego llamarían el “desarrollo estabilizador”. El pacto estabilizador consagro una división del trabajo que en lo fundamental diseño el Estado. Este controlaba, representaba, dirigía y decidía por el “pueblo”, encapsulado en las organizaciones de masa, ofreció a los negociantes mexicanos y el capital del exterior paz social y política a cambio de inversión y negocios.

El compromiso estabilizador supuso la  subordinación de los derechos sociales al objetivo de crecimiento con estabilidad.

Tasas de inversión del Estado pero dependientes en su dinámica y decisiones privadas

Incrementos salariales administrativos

Gasto social sujeto a la necesidad de un equilibrio fiscal estabilizador y la función de “acumulación” del sector publico

Aunque la mayoría de las organizaciones no buscaba la universalización, esto no impidió que la promesa de justicia social se mantuviera en el centro del discurso estatal y que su siempre supuesto cumplimiento sirviera de excusa universal para reprimir las demandas de democratización.

La subordinación mercantil de la satisfacción de las necesidades colectivas condenaba al país

“Subordinación: Dependencia de una promesa o una cosa respecto de otra u otras por las que está regida o que está sometida”

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