Características de la sociedad actual. Globalización

Globalización

Vivimos en un mundo de transformaciones que afectan casi a cualquier aspecto de lo que hacemos. Pará bien o para mal nos vemos propulsados a un orden global que nadie comprende del todo, pero que hace que todos sintamos sus efectos. La globalización tiene algo que ver con la tesis de que todos vivimos ahora en un mismo mundo.

Según los escépticos, toda la palabrería sobre la globalización se queda en eso, en mera palabrería y el mundo funciona de forma bastante parecida como lo ha hecho durante muchos años en cambio los radicales afirman que no solo la globalización es muy real, sino que sus consecuencias pueden verse en todas partes. La idea de globalización según los escépticos, es una ideología propagada por librecambistas que quieren desmantelar los sistemas de bienestar y recolectar los gatos estatales por eso la economía mundial de hoy no tiene paralelo en épocas anteriores, por lo tanto no se vacilaría  en decir que la globalización, tal como la experimentamos, es en muchos aspectos no solo nueva, si no revolucionaria además de ser política, tecnológica y cultural además de económica.

A mediados del siglo xix un retratista de Massachusetts Samuel morse, transmitió el primer mensaje y al hacerlo inicio una nueva fase en la historia del mundo haciendo que por primera vez en la historia fuera posible la comunicación instantánea de una esquina del mundo a otra. Su código desapareció, dejo de utilizarse como medio de comunicación  marítima y en su lugar apareció un sistema que utiliza tecnología satélite, mediante el que cualquier barco en apuros puede ser localizado inmediatamente y con esto la mayoría de los países se prepararon para la transición con el tiempo como los franceses por ejemplo, abandonaron el código morse en sus aguas territoriales en 1997; se dieron de baja con un adorno galo: “A todos. Este es nuestro último grito antes del silencio eterno”.

La comunicación electrónica instantánea altera la textura misma de nuestras vidas, seamos ricos o pobres. Él alcance de las tecnologías mediáticas crece con cada ola de innovación.

Es un error pensar que la globalización solo concierne a los grandes sistemas, como el orden financiero mundial y no tiene que ver solo con lo que ha “ahí fuera”, remoto y lejano del individuo es también un fenómeno de “aquí adentro”, que influye en los aspectos íntimos y personales de nuestras vidas ya que es pues una serie compleja de procesos y no uno solo que no solo presiona hacia arriba, sino también hacia abajo, creando nuevas presiones para la autonomía local, el sociólogo norteamericano Daniel Bell lo describe muy bien cuando dice que la nación se hace no solo demasiado pequeña para solucionar los grandes problemas, sino también demasiado grande para arregla los pequeños.

La globalización es la razón del resurgimiento de identidades culturales locales en diferentes partes del mundo. Los nacionalismos  locales brotan como respuesta a tendencias globalizadoras, a medida que el peso de los estados-nación más antiguos disminuyen.

La globalización también presiona lateralmente, crea nuevas zonas económicas y culturales dentro y atreves de países y estos cambios se ven impulsados por una serie de factores, algunos estructurales, otros más específicos e históricos.

El colapso del comunismo soviético ha consolidado esta evolución, pues ningún  grupo significativo de países queda ya fuera. No fue un colapso casual. La globalización explica por qué y cómo encontró su fin el comunismo soviético. El control ideológico y cultural en el que se basaba la autoridad política comunista no podía sobrevivir en una era de medios de comunicación globales. Los regímenes soviéticos y de Europa del este eran incapaces de evitar la recepción de emisiones de radio y televisión occidentales.

La globalización, por supuesto, no está evolucionando equitativamente,  de ninguna manera es totalmente benigna en sus consecuencias. Una visión pesimista de la globalización la tendría mayormente por un asunto del norte industrial en el que la sociedad en desarrollo del sur tiene poco a poco ningún peso.

La globalización, razona algunos, crea un mundo de ganadores y perdedores, unos pocos en el camino rápido hacia la prosperidad, la mayoría condenada a una vida de miseria y desesperación como en países pocos desarrollados las normas de seguridad y medio ambiente son escasas o prácticamente inexistentes  y en lugar de una aldea global, alguien podría decir, esto parece más el saqueo global que junto con el riesgo ecológico, con el que está relacionado , la creciente desigualdad es el mayor problema que afronta la sociedad mundial.

La globalización se está descentrando cada vez más, no se encuentra  bajo el control de un grupo de naciones, y menos aún de las grandes empresas y sus efectos se sienten en los países occidentales tanto como en el resto.

A lo que podría llamarse colonización inversa es cada vez más común y significa que países no occidentales influyen en pautas de occidente.

Seguimos hablando de la nación. La familia, el trabajo, la tradición, la naturaleza como si todos fueran iguales que en el pasado. No lo son. Son lo que llamo instituciones concha, son instituciones que se han vuelto inadecuadas para las tareas  que están llamadas a cumplir y a medida que los cambios que se han descrito en este capítulo toman cuerpo, crean algo que no ha existido antes: una sociedad cosmopolita mundial, esto está trastornando nuestros modos de vida, independientemente  de donde nos encontremos emergiendo de una manera anárquica casual  estimulando por mezclas de influencias. No está asentada ni asegurada, sino llena de inquietudes, además de marcada por diversas divisiones profundas.

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