Carta A Un Maestro Rural

CARTA DE UN MAESTRO RURAL

Ser Maestro Rural se dice fácil pero más sin embargo no lo es. Creen que por que uno no atiende a más de 35 niños en un aula es más fácil.

Desempeñamos mucho más papeles, no simplemente el ser Maestro, para esto les explicare todo lo que hacemos para iniciar una jornada de clases.

Tener que desplazarse por mas de medio día para llegar a la localidad hacer dar las clases, es por eso que me quedaba en el pueblo durante toda la semana.

Al irme de mi lugar de origen tengo que recorrer mucho tiempo, lo cual me voy caminando a la parada del autobús, y de ahí duramos como 2 horas en el camión nos bajamos y ya nos espera un señor en un caballo para que nos lleve al rancho a donde vamos a ir pero como hacemos 4 horas pero como no aguanto mucho me bajo a caminar un poco por lapsos de media hora.

Al llegar ahí los niños me reciben con mucho entusiasmo, llegar a mi casa y descansar un rato cuando de pronto tocan la puerta.

Al abrir la puerta esta una señora donde me pregunta: -¿Cómo usted sabe todo que tomo para el dolor de muelas?... y le doy un remedio, ella se va a su casa.

Ven porque les digo que ahí le hacemos de todólogos, pero a la vez es una satisfacción muy grande por que te valoran como maestros.

Recuerdo un día llega el presidente del comisariado ejidal donde llega muy apurado y me dice que quiere que le guarde unas cosas en mi casa, esta bien le dije. No bien salía de la escuela cuando ya estaba esperándome. Llegamos a mi casa y cual fue la sorpresa que llevaba en un costal como 4 armas y que hice las tomé y las metí a mi ropero y las guarde bajo llave.

En una tarde llegaron a tocarme muy fuerte a la puerta de la casa que de un brinco me levante de la cama, abrí la puerta y eran los verdes (soldados) y me dijeron: usted quien es: yo le dije la Maestra y como si les hubiera dicho que era el mismo diablo se dieron la media vuelta y se fueron. Con que razón aquel señor me había llevado todas las armas a mi casa por que ahí nunca se meterían a revisar.

Esas son unas cuantas anécdotas, de las cuales pasamos los maestros rurales.

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