Caso Grecia

Caso Grecia

Al iniciarse de la crisis de Estados Unidos en el año 2007, Grecia se vio enormemente afectada, por lo que realizó una gran cantidad de emisión de deuda pública para financiar el déficit público, llegando a tornarse este problema de gran magnitud a partir del año 2010, momento en el que dicha nación se encontró obligada a acudir a los demás miembros de la Unión Europea para pedir un llamado “rescate económico”, luego de haber mantenido oculta su verdadera situación económica, en la cual se resalta un aumento desproporcional de su deuda pública la cual era de 329.351 millones de Euros en dicho año, alcanzando a superar el 142.7% de su Producto Interno Bruto, de 227.318 millones de Euros para entonces. Sin embargo, es necesario destacar que anterior a dicha crisis, la República Helénica ya padecía de fuerte inestabilidad de deuda externa, debido a que ya para el año 2005 dicha deuda presentaba una cifra de 195.421 millones de Euros, la cual superaba al PIB que se encontraba en un nivel de 193.050 millones de Euros para la época.

Ante esta situación el gobierno socialista de Yorgos Papandreu inicia sus intentos por salvar a dicha nación de la quiebra, buscando financiamiento mediante la emisión de una mayor cantidad de deuda pública, a través de bonos cuyos rendimientos superaban el 6%, tomando además de ello, medidas de austeridad fiscal a través del recorte del gasto público, tales como la disminución salarial en un 10% de los funcionarios del sector público, así como la subida de la edad de jubilación desde los 61 a los 63 años y el aumento del Impuesto al Valor Agregado de 0.5% a 2% a determinados productos, lo cual generó gran malestar social, por lo que se dio inicio a un elevado número de manifestaciones en la República Helénica. A pesar de los esfuerzos realizados, éstos resultaron insuficientes, por lo que a finales del año 2010 Grecia recurre por primera vez a solicitar ayuda a la Comunidad Europea, lo cual envolvió al mundo entero en una enorme preocupación, ya que dicha acción significó un intento desesperado por salvar al país de la quiebra, a causa de la insostenibilidad de la deuda casi imposible de cubrir.

En el año 2011, la República Helénica poseía una deuda externa de 355.617 millones de Euros, lo que representa el 165.4% de su PIB que se encontraba en 215.088 millones de Euros, motivo por el que recurre por segunda vez a la Unión Europea para solicitar ayuda en el financiamiento de la deuda nuevamente, generando más tensión en los miembros, por lo que actualmente gran parte de ellos amenazan con abandonar la Unión Europea. Aunado a ello, la empresa Fitch, calificadora de riesgo le otorgó a Grecia la calificante denominada “bono basura” (bbb+), lo que quiere decir básicamente que ese país no tiene la capacidad de cumplir con las obligaciones de pago que posee por razón de préstamos hacia otros países.

Cabe destacar

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