Castillos De Guayana

Los Castillos de Guayana con su mito de El Dorado

Los Castillos de Guayana en el margen derecho del mítico río Orinoco son las fortificaciones que sirvieron de llave defensiva española para controlar el mito de El Dorado, leyenda que atraía a los piratas a las regiones de Venezuela y la Nueva Granada. La fiebre por el oro aún vive...

Al llegar a este lugar, a orillas de río en la reserva forestal de la Sierra de Imataca, le dará la bienvenida un pequeño monumento que le anuncia que ha llegado a Santo Tomé de Guayana

En realidad, la historia cuenta que antes de que el gran río Orinoco se multiplicase en los cientos de caños que forman el delta, a finales del siglo XVI, fue fundada esta precaria y limitada población que era blanco fácil de múltiples ataques. En 1764 la ciudad fue trasladada muchos kilómetros más lejos y es hoy lo que se conoce como Ciudad Bolívar. En el antiguo asiento se quedaron para siempre los “Castillos de Guayana” con toda su historia a cuestas, a la espera de los viajeros modernos que los miran con fascinante evocación. Se dice que los castillos fueron construidos por los conquistadores españoles entre los siglos XVII y XVIII para impedir la penetración de piratas y bucaneros por el río Orinoco hacia el interior de la Guayana. Sepa que cuando se habla de los “Castillos de Guayana” se hace referencia al castillo San Francisco de Asís o Villapol y al castillo de San Diego de Alcalá o Campo Elías. Por limitaciones debidas a la remodelación del segundo castillo -que sólo podrá ver a lo lejos-, sólo ingresará a Villapol.

A su llegada al pueblo, estacione su vehículo y de un vistazo a todas las casitas sencillas y coloridas que durante los fines de semana, son aprovechadas para el atractivo turístico de la zona. En algunos kioscos se venden sancochos, cachapas con queso, los pescados más comunes del Delta y cervezas. Uno de los aspectos que más llaman la atención es que los habitantes de la zona se bañan plácidamente en el gran río marrón, especialmente los niños que se montan sobre el borde los peñeros para luego lanzarse dichosos nuevamente al agua.

Para llegar hasta la cima del castillo San Francisco de Asís, debe pasearse por un angosto camino empedrado flanqueado por enormes rocas. Una vez en la cima del castillo, podrá disfrutar de una maravillosa vista del río Orinoco y del pueblo. En la fortificación que se conserva en buen estado, observará los cañones, las armas de defensa, pequeñas galerías con la historia de la zona, la creación de los castillos y la geopolítica del Caribe colonial. En su interior se observan tres salones denominados cuadra de armamento, cuadra del ayudante y cuadra de los equipos, viejos cañones que se utilizaban en defensa de Guayana, garitas para vigilancia y un salón para celda. Además encontrará una reseña de las Misiones de Guayana que constituían el soporte logístico que suministraba a los castillos, la mano de obra, alimento, objetos y medicinas.

Villapol fue el primero en construirse entre los años 1676 y 1682 durante en mandato del Gobernador Tiburcio de Aspa Zúñiga en el mismo sitio donde se encontraba el convento de San

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