Caudillismo
Enviado por aleefirework • 3 de Agosto de 2014 • 688 Palabras (3 Páginas) • 273 Visitas
Durante el siglo XIX y a principios del siglo XX, en México prevaleció un gran fenómeno de carácter tanto político como social: el caudillo. El caudillo era un líder carismático en quien se depositaba la confianza y la fuerza de todo pueblo, e incluso de la economía, gracias a su magnetismo personal. Sin embargo, a algunos se les acusó de héroes y a otros de “ladrones” por así decirlo.
Fue durante el siglo XIX, la Corona española se refería a quienes se sublevaban en su contra como caudillos, de ahí que personajes como Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos y Pavón y Vicente Guerrero acentuaran el carácter militar de esta figura, sin pasar inadvertido Antonio López de Santa Anna.
Un siglo después surge otra insurgencia rebelde que se levanta en armas en contra de la dictadura de Porfirio Díaz, quien llevaba 30 años en el poder. En ese momento surgen personajes como Francisco I. Madero, Francisco Villa, Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, los hermanos Jesús y Ricardo Flores Magón y el último caudillo del movimiento armado de 1910, Álvaro Obregón.
El término “caudillo” se podría decir que está mal empleado o mal usado como un parámetro sólo porque son representativos de la gente. Zapata es un caudillo comunitario campesino, y Villa no, es otra cosa, es un dirigente militar de los desarraigados; Santa Anna es el caudillo del imprevisto, un día es liberal, otro día es conservador y es el hombre que viene a salvar la situación de la nación, aunque no lo logra.
Hidalgo es el hombre de la revuelta a ultranza desde el profundo mundo de la sociedad novohispana. Cada uno de ellos es una historia.
El caudillo era tirano para la oposición política y guardián de la riqueza para la económica del país. También era jefe supremo para los soldados y héroe para el pueblo. Es evidente que el caudillo gozaba de una amplia aceptación popular.
Un claro ejemplo del acercamiento entre el caudillo y el pueblo se confirma con el caso de Antonio López de Santa Anna, quien tenía apoyo incondicional de la sociedad, sobre todo de los habitantes de su tierra natal Veracruz, donde se divertía con los habitantes de las localidades más próximas a la capital estatal y lo veían como a un gran paisano.
Sobre dicho personaje, se podría decir que tenía conjunto de buenas y malas cualidades: talento natural, sin cultivo moral y literario; espíritu emprendedor, sin designio fijo ni objetivo determinado; energía y disposición para gobernar, oscurecida por graves defectos; acertado en los planes de una revolución o una campaña e infeliz en la dirección de batallas que nunca ganó, habiendo formado aventajados discípulos y tenido temerosos compañeros para llenar de calamidades a su patria, y pocos o ningunos cuando tenían que presentarse ante el cañón francés en Veracruz.
Es decir, Santa Anna se sublevaba
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