Chavín, Moche y Nazca

El Perú ha sido escenario de algunas de las culturas más impresionantes que ha concebido América y por qué no, el mundo entero. Civilizaciones que aún para nuestras épocas están llenas de misterios que no terminan de generar diversas hipótesis, desde origen costeño a selvático; de grupo reducido a imperio, etc. Sinfín de arqueólogos y autores han intentado reconstruir esta difuminada historia creando diversos “Frankenstein” los cuales son la base de nuestros conocimientos respecto al tema. A continuación se intentará dar un enfoque general de las culturas mencionadas en el título, en el cual se hará un pequeño compilado de datos dados a través del tiempo.

Para empezar tenemos a Chavín. Mucho se ha especulado sobre el origen de esta cultura desde su origen en base a sus manifestaciones artísticas, hasta su condición de imperio. Dando un dato relativamente concreto, el fenómeno Chavín está vinculado con el del origen de la cerámica más que nada por el período histórico en el que aparece, siendo una de las primeras civilizaciones. Es más, incluso reconocidos investigadores tales como Julio C. Tello se atrevieron a afirmarla como la “Cultura Matriz de la Civilización Andina”, no solo por su ubicación tiempo-espacio, sino además por su difusión.

La expansión de Chavín se evidencia en cómo muchos de sus elementos místicos-religiosos y hasta artísticos llegaron incluso a sitios tales como el altiplano en Tiahuanaco. Además de muchos de sus estilos, como el de los megalitos y buena parte de su simbología, tal es el caso de los felinos, reptiles y aves. Ni hablar de su cerámica, la cual introdujo el asa de gollete, la cual será el primer paso para muchos de los estilos que aparecerán en el futuro. Pero sin duda aquello que más caracterizará a este grupo será su arte lítico.

El trabajo de la piedra acá es bastante rico en cuanto a técnica, mística y simbología. Para empezar la calidad en el acabado es bastante limpia y plasma exactamente aquellas deidades monstruosas que necesitaban para aterrorizar a la población. Tuvieron tres tipos de arte lítico predominante: los monolitos, las estelas y las cabezas clavas. En el primer tipo tenemos al ya conocido lanzón y al obelisco. En el segundo tenemos principalmente a la estela Raimondi y la estela de Yauya. Y en el último tenemos a las ya conocidas cabezas clavas, las cuales fueron difíciles de encontrar debido a que se fueron desprendiendo constantemente de las paredes del templo principal. Todas estas obras están cargadas de un gran contenido simbólico, el cual ha sido objeto de muchas interpretaciones por todos aquellos que han estudiado el arte Chavín. Tan solo con decir que la sola apariencia de las cabezas clavas han sido objeto de debates, yendo desde entidades guardianas hasta sacerdotes en estado de trance. Al final una de las teorías más aceptadas ha sido la del uso de los llamados “kennings”, los cuales son símbolos que representan todo un concepto. Esto, concatenado con la necesidad religiosa del arte nos trae una de las simbologías más ricas del mundo antiguo. En la actualidad todavía no se ha llegado a una interpretación exacta de lo que los Chavines querían expresar.

Yendo a otro aspecto, la simbología de Chavín abre el otro gran debate que es el del origen. La presencia de felinos y reptiles selváticos han hecho creer durante mucho tiempo que el origen de este grupo fue en la selva. Otras teorías en base a su influencia lo señalan como civilización costera y/o de la sierra. Incluso se llega a proponer un origen ecuatoriano.

Pasando a otra cultura, tenemos a la gran Moche. Muy conocida por su trabajo en los cerámicos y en menor medida por su metalurgia y arquitectura, pero no por esto, las dos últimas son menos importantes.

Siendo estudiada por el arqueólogo Max Uhle, esta cultura tiene un nivel de desarrollo que la pone entre las más grandes del mundo prehispánico. Nos ha traído no solo importantes avances artísticos, sino también de ingeniería. El hombre mochica al vivir principalmente en la costa, la cual es una zona predominantemente desértica, tuvo que ingeniárselas para trasportar el recurso hídrico a su comunidad, lo que lo llevó a grandes avances en el área de la ingeniería, con impresionantes trabajos en canales de regadío. Todo esto les permitió aumentar su frontera agrícola enormemente. No solo en el área de la ingeniería agrícola e hidráulica destacaron, sino también en el área de la navegación. El navegante moche terminó produciendo uno de los navíos más característicos de la Costa Pacífica Americana: el caballito de totora. Esta nave es de una gran eficiencia y al mismo tiempo de un coste barato, lo cual ha hecho que se siga utilizando por culturas posteriores hasta nuestros días, lo cual nos da señales de su avanzada técnica.

En el área de la urbanística también resaltaron bastante, demostrando lo lejos que pudieron llegar con construcciones monumentales tales como las Huacas del Sol y de la Luna, con bastantes detalles en los muros, los cuales eran representaciones artísticas de sus ideas religiosas. En su arquitectura predominó el adobe, el cual se utilizó más que nada para la construcción de palacios, templos y huacas.

Haciendo un breve paréntesis,

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