Chile.
Enviado por Lourvin • 1 de Mayo de 2013 • Síntesis • 1.998 Palabras (8 Páginas) • 281 Visitas
Cuando el conquistador español Pedro de Valdivia llegó a Chile en 1541 y fundó Santiago, que hasta estos días se mantiene como ciudad capital, existían en el país distintos pueblos con organizaciones y sistemas de vida que se adecuaban al clima y la geografía de su hábitat. Siguiendo la línea de norte a sur, estos habitantes primitivos se reunían en los siguientes grupos:
- Aymaras: pueblo altiplánico con una economía basada en el pastoreo y la agricultura.
- Atacameños: uno de los pueblos más desarrollados del norte del país, junto a los diaguitas. Se establecieron especialmente en las quebradas cordilleranas ubicadas entre Arica y San Pedro de Atacama.
- Changos: pescadores nómades que recorrían la costa desde Arica hasta Copiapó.
- Diaguitas: cultivaron el arte de la cerámica y habitaron valles entre Copiapó y Santiago.
- Incas: a pesar de que al imperio inca se lo vincula casi exclusivamente con Perú, este pueblo tuvo una marcada presencia en Chile desde 1470, año en el que extendió sus territorios hasta el sur del río Maule, expansión que los hizo influir significativamente en el desarrollo de los pueblos indígenas que habitaban esas tierras.
- Mapuches (o Araucanos): estos grandes guerreros son, sin duda, el pueblo indígena que puso mayor resistencia a la llegada de los españoles en el continente americano. Sus habitantes vivían en el territorio comprendido entre los ríos Itata y Toltén. Eran básicamente agricultores y se dividían en picunches, mapuches y huilliches.
- Canoeros: pescadores nómades y recolectores que se trasladaban por las islas del archipiélago de la Patagonia occidental. Se dividían en tres grupos: los Chonos, los Kawéskar y los Yamanas.
- Patagones: cazadores y recolectores nómades, estaban instalados en la pampa estepárica. Se dividían en los aónikenk y los selk nam.
- Polinésicos: pueblo que habitaba en Isla de Pascua.
La Conquista (1536-1599)
En 1536, el conquistador español Diego de Almagro viajó hasta la actual capital de Chile, Santiago, para iniciar la conquista de Chile, pero el difícil viaje y la escasez de oro lo hicieron volver prontamente a Perú. Seis años después, otro español, Pedro de Valdivia, inició la conquista definitiva al fundar Santiago, en 1542. Durante los primeros años, los españoles dividieron las tierras, organizaron a los indígenas y se dedicaron a traer al mayor número de colonos posible para consolidar su presencia en este nuevo territorio. Sin embargo, al avanzar hacia el extremo sur del país, los españoles se encontraron con los Mapuches o Araucanos, un pueblo guerrero que opuso gran resistencia a la dominación española. Durante largo tiempo, indios e ibéricos se disputaron centímetro a centímetro el territorio en duras batallas. Esta situación llegó a su fin en 1599, cuando los nativos lograron destruir todas las fundaciones españolas al sur de Concepción (actual Octava Región). La gran tenacidad y bravura de los mapuches les significó a los españoles grandes sacrificios y esfuerzos por recuperar estos territorios. De hecho, sólo pudieron restablecer su dominio en la región tras 300 años de constantes luchas y batallas. Esto se conoció posteriormente como la Guerra de Arauco.
La Colonia (1600-1810)
Debido a la fuerte resistencia del pueblo mapuche, los españoles decidieron instalarse básicamente en el territorio comprendido entre lo que actualmente conocemos como Copiapó (III región) y Concepción (VIII región). Allí se dedicaron a actividades de agricultura y a la explotación de yacimientos mineros. Las únicas ciudades establecidas como tales durante el siglo XVII y la mitad del siglo XVIII eran Santiago, La Serena y Concepción. Más tarde, con el aumento de la población, se fundaron nuevos centros urbanos como Copiapó, Rancagua, Curicó y Talca. El asentamiento de más habitantes en estos espacios facilitó la realización de importantes avances en las áreas de educación y cultura. Más allá de la distancia, las diferencias idiomáticas, las inclemencias del tiempo y la falta de recursos, el mayor problema que debieron enfrentar los españoles en territorio chileno fue la incesante resistencia mapuche, que alimentó los 300 años que duró la Guerra de Arauco. Durante el período de La Colonia, este conflicto, que había sido medianamente manejado por los hispanos, se convirtió en una amenaza real para la estabilidad de la Corona Española en nuestro país. Recién en 1882 el Ejército logró ocupar definitivamente el territorio controlado por los araucanos.
La Independencia (1810-1823)
A principios del siglo XIX, hechos como la Revolución Francesa y la Independencia de los Estados Unidos incrementaron los sentimientos independentistas de muchos americanos. En el caso de Chile, después de la invasión de Napoleón a España y la caída del Rey Fernando VII, en 1810, los criollos establecieron en Santiago una Junta Nacional de Gobierno para dirigir la Colonia a nombre del monarca. Esto fue considerado como una rebelión y comenzó una lucha entre los criollos y el Ejército Español enviado desde el Virreinato del Perú. Después de numerosas batallas, en 1818 se proclamó la Independencia Nacional y se nombró a Bernardo O’Higgins como Director Supremo del país.
Consolidación de la República (1823-1861)
Después de un largo período de anarquía, se estableció durante 30 años un régimen republicano, unitario, presidencial y autoritario. De esta forma, se logró terminar con los caudillos y mantener cierta estabilidad política y social. Hubo también una apertura comercial hacia el exterior y se incrementó la explotación de minerales, principalmente plata y cobre. En lo cultural, influyeron las ideas europeas a través del cultivo de las letras. En 1842 se funda la Universidad de Chile y en 1851 se inaugura el ferrocarril de Copiapó a Caldera. En esta época, también se fomentó la llegada de colonos alemanes al sur del país.
La República Liberal (1861-1891)
Durante este período, Chile logró mejorar considerablemente su situación económica debido a la explotación de importantes yacimientos mineros de plata, cobre y salitre en el norte del país. Sin embargo, esta bonanza económica trajo consigo una serie de problemas con Perú y Bolivia, ya que estos países miraban con gran interés los atractivos económicos
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