Ciencias politicas Teoria angeliana profesor derecho Ulibre'Cali.

1 PODER Y GEOPOLITICA.

Las primeras ciudades estado surgieron en la antigua Mesopotamia, eran territorios con instituciones públicas y un poder político establecido. Estas primeras formas de organización política consistían en una agricultura sedentaria, la cual obligaba a que una comunidad se ubicara en un territorio determinado, con el propósito de que las ciudades Estado les pudieran cobrar unos impuestos habitualmente.

Esta relación de dependencia que podemos apreciar entre los ciudadanos de un determinado territorio y su gobierno, nos ata a la idea de poder político con el concepto de territorio y de geografía, que posteriormente daría origen a lo que hoy comúnmente denominamos geopolítica.

Para Marcel Merle  “el espacio”, es uno de los factores constitutivos del sistema político internacional, ya que un sistema político ocupa un territorio particular con sus propias características las cuales determinan las formas viables de organización, no solo políticas y militares, sino también sociales y económicas. Un claro ejemplo de que “el espacio” es un elemento determinante lo vemos plasmado en el siglo XX, donde Bélgica y Polonia fueron campos de batalla por su estratégica situación geográfica, entre Alemania y Francia y Alemania y Rusia.

Pero no podemos delimitarnos a que el concepto de territorialidad y geopolítica se reduzcan únicamente al tema geográfico, ya que la geopolítica es también un término usado para designar la influencia determinante del medio ambiente, es decir, de las características geográficas, las fuerzas sociales, la cultura y los recursos económicos, sobre la política de un estado.

Uno de los primeros en usar el concepto de Geografía Política fue el científico, sociólogo y político Rudolf Kjellen discípulo de Friedrich Ratzel a inicios del siglo XX, en el texto “El estado como un organismo”, estos autores compartían la idea de que los Estados cuentan con muchas de las características de los organismos vivientes y por lo tanto  un estado debe crecer, extenderse y para finalizar morir dentro de las fronteras vivientes, por ello tales fronteras son dinámicas y sujetas al cambio.

2 RELIGION COMO FUENTE DE PODER DEL ESTADO.

El segundo elemento determinante en las relaciones de poder político, es la religión; por un lado encontramos la agricultura sedentaria y por el otro lado encontramos el temor a Dios. Los Gobernantes de las ciudades Estado de la antigüedad se señalaban a ellos mismos como los representantes de los Dioses en la tierra, y por lo tanto controlaban la producción de algunos productos y se apropiaban de sus excedentes, con el fin de conseguir artefactos para la construcción de templos y monumentos, en ofrenda a las preferencias religiosas de los gobernantes y por ellos la de los ciudadanos. En la antigüedad una de las características más destacadas de las políticas que se llevaban a cabo eran la unión del poder temporal, es decir, el Estado, con el poder absoluto, denominado como el reino de cristo. Con el paso del tiempo y específicamente en la edad media, estas relaciones entre la política y la religión fueron desintegrándose, hasta que, con toda la influencia de la religión en la sociedad, la política se dio cuenta de la necesidad de establecer acuerdos entre los representantes de la iglesia y los representantes de los poderes públicos.

Spinoza señalo que la naturaleza humana esta cruzada con una seria de acontecimientos históricos, y al estudiar la condición humana encontró que la religión juega un papel vital en la historia de la cultura, es decir, que la relación entre el Estado y la Religión brota de la naturaleza del hombre. Por otra parte, Rousseau hallo en la religión un instrumento de dominación y poder político. El consideraba que la religión no debe quedar independiente del control político.

LAS MONARQUIAS: LA CONSOLIDACION DEL PODER DE LA RELIGION.

Al dar un vistazo hacia nuestro pasado desde la perspectiva de la política, vemos que es incuestionable la influencia del pensamiento medieval y premoderno en nuestras organizaciones e instituciones.

Luego de la caída del imperio romano en el año 476, la iglesia sería la única institución que sobreviviría durante la edad media, desempeñando un rol decisivo en el establecimiento de las reglas que regirían el poder en occidente. En la edad media los campesinos eran oprimidos por una elite de señores y caballeros, los cuales les ordenaban realizar trabajos arduos y entregarles una gran parte de sus cosechas, a cambio de servirles como protectores. Cuando los reyes consiguen lograr una paz y estabilidad en los territorios, los señores y caballeros, perdieron su papel como protectores; y es a partir de ahí que los campesinos empezaron a ver al monarca como su salvador y fuente de justicia. La iglesia se acercó a los invasores nómadas, elaboro leyes para ellos, e introdujo la costumbre de proclamar líderes, los cuales se transformarían en lo que hoy conocemos como monarcas europeos.

Sin embargo conforme a todo lo que se pensaba sobre las monarquías europeas y como lo evidencian estudios históricos, estas eran patéticamente débiles; el rey era simplemente un señor mas entre muchos otros, aunque su título lo colocara en la sima de la jerarquía. En el siglo XII los reyes volvieron a tener verdadero poder, por lo menos del tipo absolutista; estos instituyeron poco a poco impuestos públicos y centralizaron la administración de sus reinos, y es ahí donde nace la monarquía absolutista.

Etimológicamente la palabra monarquía hace referencia al gobierno y el poder político ejercido por una sola persona. También es usado en la actualidad, para referirse a aquellos regímenes políticos dirigidos por personas de sangre real, es decir, el poder recibido por herencia y no por mandato popular. La monarquía es la forma más elevada, socialmente hablando, de aristocracia familiar. En este orden de ideas vemos que la monarquías son proclives a defender los ideales de extrema derecha, pues quienes las defendieron en el pasado lucharon por conservar los valores tradicionales, de manera especial los militares y religiosos; lo opuesto a los regímenes monárquicos de la actualidad, ya que a estos se les considera altamente democráticos, y que por lo tanto han resultado ser un modelo de desarrollo, no solo en lo social, económico y cultural, sino también en lo político.

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