Cine Fantastico

Marco Contextual

Desde su aparición, el cine ocupó un espacio social y trae consigo entretenimiento, diversión, espectáculo, tiempo de ocio, formación de opinión, creación de conocimiento y cultura.

El cine esta caracterizado por ser un mundo lleno de diversidad y complejidad. Aunque la manera más común de clasificarlo para su estudio y conocimiento es a través de los géneros cinematográficos, en este caso vamos a hablar del genero fantástico.

Frente a la tradición de la teoría literaria, la teoría del cine es joven. En especial, cuando se habla de cine fantástico es evidente la necesidad de profundizar en un campo donde se incluyen, entre otros, relatos que van de los cuentos de hadas al terror, pasando por la ciencia ficción y sobrenatural.

El presente trabajo es un acercamiento al cine fantástico bajo la óptica de la teoría literaria, donde se ha establecido a lo maravilloso y lo extraño como terrenos colindantes de un fantástico que se ha denominado como “puro”. El punto en común esta en la invasión de la realidad por un hecho fantástico, mágico o sobrenatural; la diferencia, en la explicación que se le da, siendo lo fantástico aquello que, al final del relato, continua en la duda. Para crear dicho efecto el fantástico se ayuda de ciertas estrategias que sirven como primer punto de contacto con los relatos cinematográficos. Sin embargo, la investigación no tiene por fin imponer las categorías de la literatura al séptimo arte, sino encontrar aquellos elementos que comparten y sobre todo, aquellos que le son particulares al cine.

Precisar qué es el cine fantástico ha constituido el tema de discusión de numerosos autores, surgiendo opiniones tan diversas como divergentes. Algunos investigadores consideran que “lo fantástico” es una concepción por encima de los géneros, un elemento que puede estar presente en distintas películas independientemente de su clasificación; mientras otros encuadran, bajo esta definición, géneros como la ciencia ficción y el terror. Por último, un tercer grupo de autores, consideran “lo fantástico” de un modo autónomo con respecto a otros géneros cercanos y relacionados en Lo que popularmente inscribe una película en el llamado género fantástico es la extrañeza, la rareza , la monstruosidad o lo insólito de sus criaturas y/o de sus argumentos, rara vez sus métodos narrativos; extrañeza, rareza, monstruosidad o insólito que se sitúan fuera de las coordenadas que delimitan esa abstracción que suele llamarse realidad. El término fantástico se relaciona, por opuestos, con otro término no menos resbaladizo: la irrealidad.

El problema se complica al pensar que el cine es por naturaleza fantástico. Más allá de la oposición práctica que ha seguido el cine desde sus inicios, en el camino del documento y en el camino de la ficción, representados por Lumière y Méliès, se observa que la esencia del cine tiene algo de fantástico, pues se trata de reconvertir un fragmento de realidad.

Por tanto, la confusión y las opiniones a menudo mezclan géneros, subgéneros, narrativas y contenidos en una amalgama de historias que parten de un punto común: estar basadas en una realidad que deforman, que transforman, que utilizan, sin dejar de ser reconocible y, sirviéndose

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