Conflicto Tibet-china
Enviado por EniaM • 9 de Abril de 2013 • 6.039 Palabras (25 Páginas) • 1.155 Visitas
INDICE
PARTE I
Antecedentes………………………………………………………………..3
Posición gobierno en el exilio…………………………………...............4
Propuestas para la solución del conflicto……………………………...5
Estrategias de acción y apoyo externo………………………………….7
Conclusión……………………………………………………………………9
PARTE II
Antecedentes……………………………………………………………….10
Posición del gobierno central……………………………………………11
Visión del conflicto…………………………………………………………13
Las acciones del Dalai lama……………………………………………...14
Situación del Tíbet antes y después……………………………………15
Acciones económicas y políticas……………………………………….16
Intervención del exterior………………………………………………….18
Conclusión…………………………………………………………………..19
Análisis personal (individual)……………………………………………20
Bibliografía………………………………………………………………….22
ANTECEDENTES
El Tíbet es una región china ubicada en el suroeste de ese país y que tiene fronteras con India, Nepal, Bután y Birmania. Un movimiento separatista impulsado desde el exilio por el Dalai Lama, pretende lograr su independencia de China, desde 1959.
En su expansión por la región euroasiática los mongoles conquistaron Tíbet en el siglo XIII. Sin embargo, debido al respeto que dicho pueblo profesaba por la religión budista (la religión de Tíbet), ofrecieron a los tibetanos protección militar a cambio de guía espiritual. De esta manera se entiende que estando China también bajo control mongol se considerara a Tíbet como territorio chino. De hecho, parte importante de la argumentación china sobre la propiedad de Tíbet se basa en lo anterior. Sin embargo, acontecimientos posteriores pueden discutirlo. A la caída del imperio mongol, enfrentamientos múltiples ocurrieron entre las potencias principales por el dominio de la región antes controlada por ellos, Rusia y China (ahora gobernada por la dinastía Ming) fueron algunas de las más importantes. Por su ubicación geográfica Tíbet se convirtió en el objetivo estratégico de la mayoría de ellas. Dichas potencias creían que aquella que lograra controlar Tíbet se abriría el paso al resto de la región fácilmente. Finalmente, la dinastía Quing (sucesora de la dinastía Ming) logró ocupar Tíbet en 1720, aprovechándose del asesinato del Dalai Lama de entonces. Sin embargo, su decadencia debilitó también paulatinamente su dominio sobre Tíbet. Lo anterior, sumado a la incursión de Gran Bretaña en la región (alrededor de 1904), le concedió una independencia de facto a Tíbet (similar a la que gozó mientras la dinastía Ming gobernó China). A la caída de la dinastía Quing el recién formado Partido Nacionalista Chino (Kuomintang) estableció la República China en 1912. De esta manera, el 21 de abril de dicho año, el presidente Yuan Shih-kai declaró provincia china a Tíbet y envío una expedición para subyugarlo. Tíbet se resistió y declaró su independencia en 1913. Si bien, inicialmente el Gobierno británico se negó a aceptar la posibilidad de la absorción china del Tíbet, decidió organizar una reunión tripartita (Gran Bretaña-Tíbet-China) para negociar la solución y evitar que los disturbios alcanzaran la frontera con India (colonia británica entonces). No obstante lo anterior, el Gobierno chino no firmó el convenio emanado de dichas reuniones, posiblemente debido a que las restricciones con las que se aceptaba la soberanía china sobre Tíbet no le satisfacían. En los años siguientes la relación entre China y Tíbet fue muy inestable.
Un año después del establecimiento de la República Popular China, el 7 de octubre de 1950, las tropas chinas invadieron Tíbet. Los argumentos utilizados por el Gobierno chino para “justificar” su invasión sobre Tíbet son diversos e inconsistentes. En este sentido, el primer argumento público sostenía que las fuerzas chinas entraron en Tíbet para liberarlo de la opresión imperialista (según China, Tíbet era una especie de sociedad feudal) y consolidar la defensa de la frontera china occidental. Finalmente China aseguró que Tíbet es parte inalienable del territorio chino desde que fue incorporado por la dinastía Yuan (los mongoles) a mediados del siglo XIII.
POSICIÓN DESDE EL GOBIERNO EN EL EXILIO
La posición constante de el Dalai Lama acerca de la cuestión del Tíbet, el dice que debe ser resuelto pacíficamente mediante el diálogo con el mejor interés del pueblo tibetano. El Dalai Lama ya ha emprendido diálogos con comandantes chinos en Lhasa desde 1951, inmediatamente después de que China invadió el Tíbet, se entrevistó con Mao Zedong en 1954, con el fin de evitar el enfrentamiento y el derramamiento de sangre. Tras su huida a la India durante la sangrienta represión del levantamiento nacional tibetano de 1959, Su Santidad continuo con una solución negociada y pacífica, pero en los años de reformas radicales comunista y la llamada Revolución Cultural, los dirigentes chinos no estaba en estado de ánimo para el diálogo.
El problema de Tíbet no se trata del regreso y la situación personal del Dalai Lama, es sobre el problema de los derechos y libertades de seis millones de tibetanos en Tíbet, y sabemos que este asunto sólo puede resolverse mediante negociaciones, pero las declaraciones del gobierno chino crean confusión al sugerir que éste siempre está dispuesto a negociar, pero que los tibetanos no lo están. Una declaración como ésta, realizada el 25 de agosto de 1993 por el vocero del Ministerio Chino de Relaciones Exteriores, repite la posición transmitida por el Sr. Deng Xiaoping en 1979, principalmente que "exceptuando la independencia de Tíbet, cualquier otra consulta puede ser negociada". La declaración también afirma que "la puerta hacia las negociaciones permanece ampliamente abierta".
En los últimos 14 años desde que se estableció esta posición, no sólo se ha declarado el deseo por el Dalai Lama de entrar en negociaciones, sino también hizo una serie de proposiciones que yacen claramente en el marco de negociaciones propuesto por el Sr. Deng Xiaoping. Las ideas presentadas durante las conversaciones
...