Crisis Del Modelo Desarrollista
Enviado por KarmenGlezNa73 • 17 de Octubre de 2013 • 1.843 Palabras (8 Páginas) • 1.028 Visitas
CRISIS DEL MODELO DESARROLLISTA
A partir del Modelo Desarrollista, surge la necesidad de dar soluciones a las crisis que se tenía en ese momento en el país, recordemos que México no tenía la capacidad de competir, porque solo era productor de materia prima, y las empresas que se encontraban en ese momento no pertenecían al país.
Uno de los beneficios que aportó este modelo fue que México tuviera una competencia a nivel mundial, y que se estableciera una modernización en el aspecto económico, político y al mismo tiempo un gran crecimiento, recordando que este modelo no tuvo grandes beneficios para la clase trabajadora ya que fue impuesto por el gobierno y estaba en manos de la clase empresarial.
El modelo se divide en dos fases:
• Sustitución de importaciones que se refiere a que México no tenía capacidad de producir, para ello importaba maquinaria y tecnología,
• y el desarrollo estabilizador que tenía como objetivo establecer una economía industrial nacional, aportación de capital estatal y empresarial.
Es en este momento cuando México fue considerado un país tercer mundista se dieron grandes beneficios y un desarrollo económico para la sociedad (mejores servicio, empleo, etc.)Pero aparentemente se da una estabilidad y digo aparente porque al pedir préstamos y depender de capital extranjero la deuda externa aumentaba.
El Desarrollismo constituye a grandes rasgos, un esfuerzo por lograr el desarrollo económico de los países subdesarrollados, en este caso para América Latina. Industrialización era lo que se deseaba, apoyándose en la agricultura. La política económica descansó en el modelo de sustitución de importaciones y en el proteccionismo a las empresas. La historia económica del país, después de la Revolución de 1910 y una vez consolidado el régimen posrevolucionario, ha transitado por dos etapas con políticas económicas totalmente diferentes.
- La primera, que podemos delimitar de 1934 a 1981, se caracterizó por rápido crecimiento económico y un régimen político presidencialista, que se caracterizó por el ejercicio del gobierno por parte de una persona elegida mediante el voto y que tiene entre sus posibilidades nombrar y remover secretarios de estado, así como el manejo del presupuesto y el impulso d acciones de gobierno específicas. Esta manera de gobernar demostró que México tenía una mayor estabilidad gubernamental, lo cual favoreció las inversiones extranjeras.
- La segunda, que abarca de 1982 a la fecha, se inicia con la crisis de la deuda externa y un cambio radical de la política económica que desembocó en estancamiento del PIB y del empleo, y en el fin del régimen presidencialista y del partido hegemónico de Estado.
Hacia 1940 las condiciones mundiales mostraban un claro signo de cambio radical por el fenómeno de la gran guerra. En el país se avanzaba hacia una reorientación de la política del Estado mexicano con la llegada del general Manuel Ávila Camacho a la presidencia de la Republica. La característica del proceso de modernización en el país a partir de ese año y hasta 1970 sería otra. Se practicaría una política de conciliación y apoyo a los países aliados y se instrumentaría un modelo de desarrollo que conocemos como desarrollista, cuyo supuesto básico es que el progreso de un país descansa en su industrialización.
El Estado mexicano se planteó impulsar la creación de industrias nuevas y necesarias, una política de sustitución de importaciones y de la tecnificación del agro. De esta forma la industria “nacional” y el campo mexicano gradualmente serían capaces de abastecer las necesidades del mercado interno, cubrir el consumo de la población y generar divisas para retroalimentar el proceso industrializador vía la exportación. Asumió el papel de un ente regulador en la dinámica económico-social. En la reorientación y dinamización de la economía mexicana se dejaba como factor protagónico a la clase dominante; incluso, miembros de ésta fueron incorporándose paulatinamente a la administración pública. Así la burguesía fue avanzando en el apoderamiento de los espacios clave –el económico y el político- para manejar el país.
Se adoptó una política económica que dio prioridad a la industrialización, pero en condiciones de dependencia con respecto del mercado mundial, situación que de entrada puso entredicho, la independencia y soberanía nacionales. La decisión de avanzar hacia la industrialización y ante la carencia de capital que el proceso reclamaba, se llamó al inversionista extranjero e incluso se hicieron concesiones para explotar al recién expropiado recurso petrolero. Debido a que los Estados Unidos se habían convertido en el principal mercado de productos nacionales y nosotros grandes consumidores de lo que ellos producían, se fue propiciando una creciente influencia en la sociedad mexicana, de elementos culturales del vecino del norte.
El fenómeno de la Segunda Guerra Mundial contribuyo fuertemente a consolidar la primera fase industrial del México posrevolucionario, como también, contribuir fuertemente a la fase de desarrollo estabilizador. En un intento por puntualizar los rasgos del modelo desarrollista mexicano, el Estado además de pasar a ser un ente regulador; como gobierno, proporcionó infraestructura básica y estímulos a la inversión privada para lograr el crecimiento económico y la industrialización. La política de subsidios, de promoción a la inversión privada de constructor de infraestructura básica, de proporcionar estímulos a la inversión, facilitar vías para la acumulación de capital en el sector privado, fueron renglones a los que dio preferencia. La industria y la industrialización obviamente, lograron un avance espectacular, pero a costa de desatender los problemas esenciales del campo, situación que condujo el que hacia mediados de los años 60 la producción agrícola comenzó a declinar y con ello, la autosuficiencia alimenticia, que tropezó con serios problemas.
Al iniciarse la administración del Lic. Luis Echeverría Álvarez, el 1° de diciembre
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