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Crisis Misiles En Cuba


Enviado por   •  21 de Septiembre de 2014  •  2.567 Palabras (11 Páginas)  •  379 Visitas

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Introducción

La Crisis de los misiles en Cuba es como se denomina al conflicto entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba en octubre de 1962, generado a raíz del descubrimiento por parte de Estados Unidos de bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano.

Junto al Bloqueo de Berlín son las mayores crisis entre ambas potencias durante la Guerra Fría y en la de Cuba es donde más cerca se estuvo de una guerra nuclear. De hecho ha sido la única vez que se ha alcanzado un DEFCON 2.

La crisis abarca el período comprendido entre el descubrimiento de los misiles (15 de octubre de 1962) hasta el anuncio de su desmantelamiento y traslado de vuelta a la URSS (28 de octubre de 1962). Sin embargo, a otros niveles se extendió hasta noviembre de 1962 e incluso enero de 1963 en sucesivas mini crisis.

La crisis de los misiles en Cuba marco el fin de una etapa y el comienzo de otra en las relaciones entre las dos potencias. La convicción de que las amenazas de ataque nuclear podrían no ser puro bluff y de que la guerra atómica podía estallar en serio llevó a que las potencias cuiden más sus actitudes. El “equilibrio del terror” vino a convertirse en un arma de doble filo porque los amagos de ataque atemorizaron tanto a sus autores como a quienes iban dirigidos. Los protagonistas advirtieron la necesidad de eliminar de sus tácticas los pasos que pudieran llevar a un callejón sin salida.

La exclusión del ataque nuclear como posibilidad explicita fue el principal motivo que permitió un replanteo integral del estilo de trato entre EEUU Y LA URSS. La guerra fría continúo pero desde ese momento se guiaban con otros supuestos, como ser el relegamiento a segundo plano de una explosión belica en gran escala, el reconocimiento de la inutilidad de llevar a sus últimos extremos la guerra verbal y de propaganda.

El más importante de los cambio se dio gracias al tratado de Moscu, en el cual establecieron que los dos países iban a interrumpir las practicas nucleares en la superficie de la tierra y el mar.

Antecedentes

Desde 1959, la Revolución Cubana impulsó varias medidas de carácter popular algunas de las cuales, como la Ley de Reforma Agraria, afectaron intereses estadounidenses en la isla. Como respuesta, la administración de Eisenhower inició una agenda política dirigida a derrocar el régimen popular recién instaurado. Ésta comprendía el bloqueo económico, propaganda contrarrevolucionaria, fomento y apoyo de grupos armados dentro de Cuba contrarios a Fidel Castro, sabotajes a instalaciones económicas y civiles, filtración de espías; ataques piratas, quemas de campos de caña de azúcar, intentos de asesinato a sus principales líderes; violaciones del espacio aéreo y naval por aviones y navíos de guerra estadounidenses. Y, finalmente, poner en marcha un plan para invadir militarmente a la isla utilizando exiliados cubanos y mercenarios latinoamericanos. Aunque participarían pilotos de guerra estadounidenses, no estaba prevista la intervención directa del ejército de Estados Unidos.

La derrota sufrida por la administración Kennedy en el intento de invadir la República de Cuba, utilizando un desembarco de disidentes entrenados por la CIA por Bahía de Cochinos. La respuesta militar desencadenada por Cuba bajo la dirección de Fidel Castro derrotó la invasión en menos de 72 horas.

Como respuesta al fracaso de Bahía de Cochinos, Estados Unidos puso en marcha la Operación Mangosta. Ésta constituía, entre otras cosas, un plan secreto de invasión militar a Cuba, pero ahora de manera directa utilizando el ejército estadounidense. Se planeaba iniciar el conflicto mediante una provocación tipo Maine que tuviera lugar en la Base Naval de Guantánamo o en las aguas jurisdiccionales de Cuba.

Los servicios de Inteligencia de la Unión Soviética detectan el plan de invasión militar inminente y notifican a Cuba.

El líder soviético Nikita Jrushev aprovechó la coyuntura para proponer a La Habana la instalación en Cuba de cohetes de alcance medio como medida disuasiva contra los planes del gobierno estadounidense. Fidel Castro entra en desacuerdo y le dice que con ese propósito, es preferible un acuerdo militar entre Cuba y la URSS. En dicho tratado se establecería que una invasión a la República de Cuba sería equivalente a un ataque directo a la Unión Soviética, pero Breznev no estuvo de acuerdo e insiste en que la instalación de los misiles no solo serviría para proteger a Cuba, sino también para aumentar la capacidad defensiva de todo el bloque socialista. El líder cubano acepta, pero sugiere que el traslado y la instalación de los cohetes se realicen de forma pública. Sin embargo, los soviéticos se niegan a hacerlo antes de que los cohetes queden operativos.

Por su cercanía a Estados Unidos, una base de misiles de este tipo potencialmente podía vulnerar a aquel país, compensando la escasa provisión soviética de misiles de alcance intercontinental, igualando así la amenaza que significaba para el pueblo soviético los misiles estadounidenses emplazados en Turquía, estado fronterizo con la URSS, y en la República Federal Alemana. Por ello, el líder soviético Nikita Jrushev y su gobierno decidieron asegurar la isla con la instalación de bases de misiles, con capacidad para alcanzar Estados Unidos y dispuestos para llevar cabezas nucleares. Daban así un paso más en la carrera armamentista que caracterizó el periodo de la guerra fría entre estas dos potencias.

Los soviéticos habían subestimado la capacidad de los servicios de Inteligencia de los Estados Unidos que no tardaron en detectar la presencia de las bases de misiles mediante violaciones del espacio aéreo cubano con aviones espías U-2.

Estados Unidos pide cuentas a la URSS, pero esta vez los líderes soviéticos prefieren probar la táctica del engaño y seguir ocultando la operación. Entonces se desata la crisis de los misiles.

Operación Anadir

La "Operación Anádir" fue el código utilizado por la Unión Soviética para una operación secreta destinada a desplegar misiles balísticos, bombarderos y una división de infantería mecanizada en Cuba y crear una fuerza capaz de prevenir o defender de una invasión a la isla por parte de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Tras el fracaso de la invasión de exiliados cubanos patrocinada por los EEUU en la Bahía de Cochinos (abril de 1961), el gobierno soviético dispuso en mayo de 1962 establecer una fuerza militar en suelo cubano bajo el mando operativo del general Issa Pliyev, veterano oficial condecorado de la Segunda Guerra Mundial.

En el marco de Anádir, entre el 17 de junio y el 22 de octubre de 1962 el gobierno de la URSS remitió a Cuba 24 plataformas de lanzamiento, 42 cohetes R-12 (incluyendo seis destinados a realizar tareas

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