Cultura Ilustrada
Enviado por gerardolom • 7 de Julio de 2013 • 6.364 Palabras (26 Páginas) • 724 Visitas
MODERNA II: CULTURA Y SOCIEDAD.
LOS ORÍGENES DE UNA CULTURA ILUSTRADA
Se denomina habitualmente Ilustración o Siglo de las luces a la corriente intelectual de pensamiento que dominó Europa y en especial Francia e Inglaterra (donde tuvieron su expresión más enérgica) durante casi todo el siglo XVIII y que abarca desde el Racionalismo y del Empirismo del siglo XVII hasta la Revolución Industrial del siglo XVIII, la Revolución Francesa y el Liberalismo. La expresión estética de este movimiento intelectual se denominará Neoclasicismo.
La Historiografía plantea la Ilustración como una revolución cultural que destruye el anterior estrato cultural para construir uno nuevo.
No existe un acuerdo entre los historiadores en relación a si la Ilustración existió de verdad o no. Aún así, existen una serie de certezas.
El siglo XVII es de un esplendor sin parangón, debido a que permite este tiempo desligarse de las ataduras provenientes de la Edad Media. El Renacimiento del siglo XVI es la puerta de entrada para que en los 100 años que corrieron de 1600 a 1700, la sociedad pudiese zafarse del viejo molde que implantaba métodos rígidos de comportamiento y actuación especialmente impuestos por la Iglesia. Al romper estos viejos moldes se permitió salirse de la rigidez de las estructuras lineales e imprimir nuevas formas de movimiento
¿Qué temas son los que se cuestionan en esta revolución?
1.- El horizonte cultural de un hombre educado del siglo XVII: se puede definir como el horizonte medieval, con una serie de cambios.
2.-Los elementos desestabilizadores y los autores de dichos elementos.
3.-La oferta cultural de la “nueva” cultura ilustrada: no hay nada nuevo, sino una conjunción de factores ya existentes.
1.-Horizonte cultural de los hombres educados del siglo XVII.
Se caracteriza por una serie de valores y creencias.
Hay algo importante que sirve para entender la Ilustración: Los Principios de Autoridad. Son dos principios indiscutibles como el Pensamiento Cristiano (concretado en la Biblia) y el Pensamiento Clásico (concretado en Aristóteles). Todo lo que dicen ambos principios es indiscutible y perpetúan ideas importantes. Una de ellas consiste en la degradación que la civilización ha ido sufriendo progresivamente desde la Edad de Oro, período de tiempo que se refiere a las poblaciones primitivas contemporáneas a Cristo, consideradas perfectas en el siglo XVII. Era necesario conocer latín y griego, y también la Biblia, por tanto.
La Ilustración en el siglo XVII defiende la Idea de progreso, concebido como la vuelta hacia atrás, necesaria para llegar a esa sociedad primitiva (algo parecido a las concepciones del Renacimiento, la vuelta a lo clásico, o a la Reforma, una rebelión contra la Iglesia por su distancia en ese momento a los principios originales del cristianismo).
La máxima fuente de autoridad es Dios para el pensamiento cristiano. El concepto de revelación es máximo e importante; Dios revela en la Biblia y ésta es el camino por el que Dios llega a los hombres, a través de esos profetas que escriben. Todo esto se recoge en el Antiguo Testamento, interpretación de la Biblia, a la cual se denomina la exégesis bíblica, hecha por la Iglesia, que es la que decide.
Nadie podía salirse de ambo pensamientos sino quería vérselas con la Inquisición, por lo que cualquier decisión que se tome en lo cultural o semejante, no debe salirse de los Principios de Autoridad.
Sin embargo, una serie de disciplinas empiezan a sufrir cambios y son las que empiezan a reaccionar frente a dichos principios.
Una de ellas fue la Astronomía.
Sus principios fueron el principal problema: según Aristóteles, el universo se componía por 10 cielos; cada uno de ellos era una esfera que rodeaba la Tierra, por lo que la teoría aristotélica nos presenta un Universo Geocentrista.
Las esferas enganchaban a las estrellas, al sol, a los planetas… ya que sino, se caían.
Con el tiempo, este sistema y el concepto de universo empieza a ser dudable, pero es apoyado aún así, por los Principios de Autoridad.
Sin embargo, fue irremediable el que se hiciera un universo imposible: en el siglo XVII se sobrepasaban ya las 100 esferas dada la observación, que permitía nuevos niveles y distancias. Dada esta imposibilidad, uno de los primeros personajes que dio un primer paso afirmando lo inevitable fue Galileo, que llevo a cabo la contradicción del sistema. Hubo muchos más personajes, pero la mayoría se terminaban retractando.
Aquí se empieza a definir la Ilustración como la reacción a lo establecido, así vemos que no plantea una destrucción, sino más bien una revisión, buscar un nuevo método, sistemático y contrario a la Fe: la Razón fue clave, fue el método para crear el conocimiento.
Surge el nuevo lema Sapere Aude, aprende a seguir los dictados de tu razón, lema que sintetizó la lucha de los ilustrados por los historiadores del siglo XVIII. Dichos ilustrados son minoría intelectual, “elegidos”, elites de filósofos.
En este período ya se ha descubierto mucha geografía, aunque se conozcan mucho más las costas que el interior. Viajan comerciantes, que crean factorías en las costas y poco les importan las culturas.
Otro problema existente es la idea de que la Cristiandad es el universo, nacida desde el Imperio Romano. Ya en el siglo XVII se conocen culturas como la musulmana y la asiática, pero sin embargo no se reconocen: todo lo que no es Cristiandad, es un mundo salvaje, pues ella es el Universo, y el mundo cristiano tiene la obligación de conquistar el resto del mundo.
Los europeos del siglo XVII no tienen modelos con los que compararse, sólo lo hacen con el mundo clásico, pero no con otros contemporáneos (y distintos a ellos), cosa que no ayuda a conocerse a sí mismos. También ignoran mundos y culturas muy importantes, como el egipcio antiguo o el mesopotámico.
El tiempo corría y se sabía que el fin del mundo estaba cerca, gran obsesión de la época.
Ante todo esto, la respuesta de la Ilustración fue la de ampliar el espacio y el tiempo, se dan muchos viajeros que reconocen otros espacios geográficos.
Otra característica es la del horizonte sacralizado, dominado por Dios y el Diablo, no existiendo una separación entre los divino y lo humano.
La voluntad divina fue otro factor importante: todo lo que no se sabe se explica a través de ella. Se han llegado a explicar incluso derrotas en las guerras, por hombres cultos, a través de la voluntad divina, aun sabiéndose las causas, como las de una mala estrategia,
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