DERECHO SOCIAL
Enviado por olabebe • 17 de Octubre de 2014 • 1.126 Palabras (5 Páginas) • 255 Visitas
CAPÍTULO III
NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA
La cuestión de la nacionalidad no ha ofrecido grandes dificultades
en México. Aunque durante varias décadas, sobre todo a lo
largo de la pasada centuria, se insistió constantemente en atraer
inmigrantes, de preferencia europeos, que vinieran a implantar
sus modernas técnicas, esa insistencia resultó un fracaso. En tal
forma que las pocas colonias de europeos, sobre todo de italianos
y franceses, que lograron establecerse en varias zonas del país,
no lograron progresar en forma apreciable. La evolución his-
tórica del país y el incremento demográfico de 10s últimos lustros,
dejaron que la cuestión de nacionalidad no se planteara como
en otros países de América. 13 El núcleo básico de población
autóctona, con la inmigración hispana colonial, constituye la
base de nuestra nacionalidad. Por tanto, en el momento de
decidirse la preferencia por algunas de las doctrinas sobre este
problema, la del jus soli y la del jus sanguinis, nuestro país siguió
un sistema ecléctico.
El capítulo II de la Constitución determina quiénes son me-
xicanos, a1 mismo tiempo que expresa: “La nacionalidad mexi-
cana se adquiere por nacimiento o por naturalización" (artículo
30). A continuación establece quiénes tienen la nacionalidad
mexicana por nacimiento:
Los que nazcan en territorio de la República, sea cual fuere
la nacionalidad de sus padres. Aquí nuestro derecho sigue la
teoría del jus soli. En segundo término, “los que nazcan en el ex-
tranjero de padres mexicanos, de padre mexicano y ‘madre extran-
jera, o de madre mexicana y padre desconocido. En este caso
1a ley da preferencia al sistema del jus sanguinis. Finalmente, los
que nazcan a bordo de embarcaciones o aeronaves mexicanas,
sean de guerra o mercantes.
Para fijar la calidad de mexicano por naturalización, tenemos
dos casos: l. Los extranjeros que obtengan de la Secretaría de
Relaciones carta de naturalización, y 2. La mujer extranjera que
contraiga matrimonio con mexicano y tenga o establezca su
domicilio dentro del territorio nacional.
A su vez, la ley reglamentaria de este precepto hace una clasi- ficación en ordinaria y privilegiada, quedando en el segundo caso los nacionales de otros países que en cierta forma estén unidos
por lazos de carácter étnico o cultural. Tal es el caso de hispano-
americanos y españoles que radiquen dentro de nuestro territo-
rio. El régimen actual es más amplio que el establecido por la
‘ Constitución de 1857, cuyo artículo 30 estipulaba algunas res-
tricciones.
La calidad de mexicano implica diversas obligaciones, algunas
cívicas, otras fiscales y otras relativas a la instrucción militar.
_ Las encontramos en el artículo 31.
I. Hacer que sus hijos o pupilos, menores de quince años, con-
curran a las escuelas públicas o privadas, para obtener la educa-
ción primaria elemental y militar, durante el tiempo que marque
la ley de Instrucción Pública en cada Estado.
Parece que la primera parte de esta fracción es anacrónica,
en los momentos en los que resulta sumamente difícil para el
Estado dar la educación a la infancia mexicana, y cuando el pro-
‘ blema es de carencia de escuelas y profesores. Pero hubo tiempos,
no muy lejanos, en los que era un problema convencer a los
padres de familia para que enviasen a sus hijos a las institucio-
nes educativas.
’ Il. Asistir, en los días y horas designados por el Ayuntamiento
del lugar en que residan, para recibir instrucción cívica y militar
que los mantenga aptos en el ejercicio de los derechos del ciu-
dadano, diestros en el manejo de las armas y conocedores de la
disciplina militar.
Ill. Alistarse en la Guardia Nacional, conforme a la ley orgá-
nica respectiva, para asegurar y defender la independencia, el
‘ territorio, el honor, los derechos e intereses de la patria, así como
la tranquilidad y el orden interior, y _
IV. Contribuir para los gastos públicos,
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